Somos pueblo organizado en la Asamblea Nacional Permanente.
Venimos de Artigas, Canelones, Colonia, Cerro Largo, Durazno,
Florida, Paysandú, Rivera, Rocha, San José, Soriano, Tacuarembó, Treinta
y Tres, Lavalleja, Maldonado, de barrios urbanos y rurales de
Montevideo. Venimos de cada rincón del país.
Nos convoca la imperiosa necesidad de defender nuestro territorio y nuestra soberanía.
Marchamos unidos para defender el agua, la tierra y los bienes naturales
No respondemos, ni somos la voz, de ningún partido político.
Nuestra lucha, no es sólo ambiental. Rechazamos el modelo de
desarrollo, saqueador y contaminante que se ha impuesto en esta tierra
que no diversifica la producción, que reprimariza la economía y nos
perpetúa como exportadores de materias primas, que agota la tierra, que
contamina el agua, que amenaza privarnos de bienes naturales no
renovables, que vacía el campo, y que al contrario de lo que se dice,
elimina puestos de trabajo.
Este modelo que rechazamos, beneficia únicamente al capital transnacional y sus cómplices nacionales.
Vemos con preocupación e indignación como hoy….
• las empresas multinacionales – de la forestación y la
fabricación de pasta de celulosa, las que promueven los cultivos
transgénicos y el negocio de los agrotóxicos, los grupos de inversión
que concentran las tierras productivas, y los especuladores
inmobiliarios – nos están dejando la tierra devastada, envenenada, y
extranjerizada;
• la salvaje invasión de nuevos megaproyectos
devastadores – como la minería a cielo abierto que amenaza a casi todos
los departamentos, el puerto de aguas profundas en El Palenque a pocos
kilómetros del Cabo Polonio, el puerto multipropósito y regasificadora
en Puntas de Sayago, el puerto maderero de La Paloma – profundiza
nuestra dependencia económica y política, socava nuestra soberanía, nos
desplaza de nuestra propia tierra, y aumenta los cinturones de pobreza y
de exclusión;
• estamos sufriendo los efectos de la contaminación del agua
que consumimos en todo el territorio, que está gravemente comprometida
por los agrotóxicos, porque se fumiga indiscriminadamente sobre fuentes
de agua dulce y sobre áreas pobladas.
DENUNCIAMOS
Denunciamos la degradación de los ríos Santa Lucía y el Canelón
Chico así como de la Laguna del Cisne, que abastecen de agua corriente a
Montevideo y Canelones.
Denunciamos las enfermedades producidas por la contaminación del
agua que ya están afectando a los pobladores de las inmediaciones de
Laguna del Cisne, a escuelas rurales y centros poblados de Soriano,
Canelones, Tacuarembó, Durazno, Paysandú, Río Negro, Rocha y San José.
Denunciamos el vertido del lodo contaminado en La Paloma, que se
hace a metros de la Playa La Aguada, igual a lo que se hizo este año con
el dragado del Puerto de Montevideo, cuando la multinacional contratada
vertió el lodo contaminado a metros de Playa Ramírez.
Denunciamos el avance del cultivo de soja transgénica en la zona
rural de Montevideo, en particular, en el área de Pajas Blancas, muy
próximo tanto a escuelas como a alta concentración de población
circundante.
Denunciamos que los megaproyectos consumen grandes volúmenes de
agua y el gobierno la pone a disposición de las transnacionales en forma
gratuita.
Denunciamos el vaciamiento del campo, la desaparición de pequeños y
medianos productores familiares agrícolas, lecheros, apicultores y
ganaderos debido a la concentración y extranjerización de la tierra, al
encarecimiento del precio de la tierra en manos de especuladores, y a
los monocultivos forestales y de transgénicos.
Denunciamos que la tierra, la calidad del agua, así como la salud
de la población, están amenazados por la búsqueda de gas e
hidrocarburos, que serán explotados mediante fracking, una forma de
extracción altamente contaminante, que ha sido prohibida en otras partes
del mundo.
Denunciamos la nueva ley de Minería de Gran Porte que el gobierno
acaba de aprobar en Diputados, que está hecha para favorecer empresas
como Aratirí, que no permitirá controlar efectivamente las utilidades
que declaran dichas empresas.
Denunciamos que esta ley, así como los Tratados y Contratos de
Protección de Inversiones, y las cláusulas de confidencialidad firmados
por el gobierno, entregan nuestra soberanía, porque los conflictos con
las multinacionales serán juzgados en cortes de justicia privadas y
extranjeras.
Denunciamos la presión inmobiliaria especulativa y la privatización
de tierras fiscales mediante la venta de parques, playas, y sitios
históricos a empresas privadas para la construcción de hotelería cinco
estrellas, de chacras marítimas de alto precio o para la instalación de
emprendimientos económicos orientados por el lucro.
Denunciamos que en la costa de Canelones, con el aval del gobierno
municipal, se aumentó desproporcionadamente la contribución inmobiliaria
haciéndola impagable para las familias humildes que allí residen y
también se quiso privatizar el Parque Roosevelt, lo cual fue resistido
exitosamente por los vecinos.
Denunciamos que en Rocha, la Intendencia Municipal a través de sus
planes de ordenamiento territorial, pone la costa rochense como una
posibilidad inmobiliaria para chacras marítimas o emprendimientos de
lujo, con la consiguiente extranjerización de la misma, como es el caso
del padrón 1645, Parque Reserva Forestal ubicado entre Valizas y Aguas
Dulces.
Denunciamos la intención de ubicar una planta aceitera en La
Agraciada, departamento de Soriano, vinculada al negocio sojero y a
capitales extranjeros, donde además, hubo funcionarios del organismo de
control estatal (Dirección Nacional de Medio Ambiente) que
simultáneamente actuaron como gestores de la empresa.
Denunciamos que en algunas zonas, la presión del uso de suelo para
el acopio de las industrias, ha convertido zonas rurales en depósitos de
contenedores, igual que se pretende con la anunciada construcción del
puerto multipropósito de Puntas de Sayago.
Denunciamos la criminalización de la protesta y la lucha, como se
hizo en La Paloma, y en la Suprema Corte de Justicia cuando la remoción
de la jueza Motta.
Denunciamos como responsables del saqueo al capital, que busca el
mayor lucro rápido a cualquier costo, y a todos los partidos políticos
que desde 1985 empezaron a firmar los tratados y contratos de
inversiones, posibilitando la entrada a los emprendimientos extractivos
expoliadores.
Denunciamos el IIRSA como un plan que hace posible el saqueo de
nuestros bienes naturales, así como a diferentes gobiernos, cómplices de
las empresas transnacionales, que crean las leyes y la infraestructura
necesarias para llevarlo a cabo.
Denunciamos que frente a estos graves problemas – que vienen siendo
alertados desde hace muchos años – este gobierno, en complicidad con
todo el sistema político, las instituciones del Estado, y los grandes
medios de comunicación, ocultan información, tergiversan los hechos y
minimizan su gravedad e impacto en la sociedad.
HOY Y AQUÍ EXIGIMOS
Que las comunidades afectadas, así como todo el pueblo, sean
informados sobre los alcances actuales y futuros de todas las decisiones
que afectan y afectarán de modo irreversible nuestro modo de vida, para
así resolver en qué país queremos vivir, y qué dejaremos a las
generaciones futuras.
Que se haga efectiva la aplicación del artículo 47 de la
Constitución que declara: "Los habitantes de la República tienen el
derecho a ser protegidos en el goce de un ambiente sano y equilibrado.
Las personas físicas y jurídicas, públicas y privadas, tienen el deber
de abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o
contaminación graves del medio ambiente".
Que se respete efectivamente el resultado del plebiscito
constitucional por el agua, aprobado por el 64.7% de la población, que
declaró al agua un derecho humano fundamental, "anteponiéndose razones
de orden social al orden económico".
Que teniendo en cuenta los daños ya provocados por las
fumigaciones, se castigue a los contaminadores y se modifique
radicalmente la normativa vigente, que nos hace víctimas del
envenenamiento con agrotóxicos.
Que paren ya, la entrega de la tierra y los bienes naturales del
territorio, a la inversión extranjera que saquea nuestras riquezas.
Que no se privaticen más áreas de uso público.
Que el Instituto Nacional de Colonización entregue sin más demora
la tierra pedida por UTAA de Bella Unión departamento de Artigas, por
el OSDOR del departamento de Paysandú y otros sindicatos rurales, a los
miles de trabajadores asalariados rurales que luchan para salir de la
zafralidad y ser dueños del fruto de su trabajo.
Que se devuelva la tierra a Don Ney Thedy, se le compense por estos
dos años de trabajo perdidos, y se le restituya el ganado que dejaron
morir y permitieron robar.
Que se reparen los daños económicos causados a las familias
expulsadas por culpa de las mineras de las tierras que arrendaban, como
el caso de la familia Presa-Perugorría en Valentines, departamento de
Florida.
Que el estado uruguayo ratifique a la brevedad el Convenio 169 de
la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y
Tribales.
REAFIRMAMOS QUE EL AGUA, LA TIERRA, Y TODOS LOS BIENES NATURALES, NO SON UNA MERCANCÍA MÁS.
¡NO A ARATIRÍ Y A LA MINERÍA CONTAMINANTE!
¡NO A LAS MEGA PLANTACIONES DE EUCALIPTOS Y PINOS!
¡NO A LA PRODUCCIÓN DE TRANSGÉNICOS!
¡NO AL USO DE AGROTÓXICOS!
¡NO MÁS EXPULSIONES DE LA TIERRA!
¡NO A LOS TRATADOS DE PROTECCIÓN DE INVERSIONES Y LOS CONTRATOS CON CLÁUSULAS SECRETAS!
¡NO A LA CONTAMINACIÓN DE LAS FUENTES DE AGUA! ¡NO A LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA QUE BEBEMOS!
DECIMOS SÍ:
¡SÍ A LA RESISTENCIA ORGANIZADA Y AL DERECHO INALIENABLE DE HACER NUESTRO DESTINO!
¡SÍ A LAS INICIATIVAS POPULARES EN LOS DEPARTAMENTOS ORGANIZADOS DE
TACUAREMBÓ, LAVALLEJA, RIVERA Y TREINTA Y TRES, PARA IMPEDIR LA
INSTALACIÓN DE LA MINERÍA METALÍFERA A CIELO ABIERTO!
¡SÍ AL DESARROLLO RESPONSABLE EN EQUILIBRIO CON LOS BIENES NATURALES!
¡SÍ A LA PROTECCIÓN Y EL DESARROLLO DE LA PESCA ARTESANAL Y EL TURISMO EN LA COSTA OCEÁNICA Y EN NUESTROS RÍOS!
¡SÍ A LA APICULTURA, LA GANADERÍA, Y LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS DE PRIMERA CALIDAD!
¡SÍ A LOS TRABAJADORES RURALES Y LOS PRODUCTORES FAMILIARES
AFINCADOS EN LA TIERRA! ¡SÍ AL REGRESO DE LA FAMILIA RURAL A SU MEDIO Y
CADA VEZ CON MEJORES CONDICIONES DE VIDA!
¡SÍ A UN TERRITORIO UNIDO, SIN FALSAS SEPARACIONES ENTRE INTERESES URBANOS Y RURALES!
Escuchen bien gobernantes, escuchen bien instituciones financieras
que recetan neoliberalismo, capitales especulativos que lucran con
nuestra riqueza: este pueblo es soberano y exige respeto.
¡NO NOS DEJAREMOS ROBAR NUESTRO DESTINO! ¡NO VENDEREMOS EL RICO PATRIMONIO DE LOS ORIENTALES AL BAJO PRECIO DE LA NECESIDAD!
¡Comunidad somos nosotros!
¡Pueblo somos nosotros!
Por eso con voz fuerte y firme convicción decimos a todos los
habitantes de este territorio: es tiempo de defender lo nuestro sin
claudicar.
El plan está ahí, a la vista… Dueños somos de seguir adelante hacia
el abismo, o crear nuestro propio camino, para nosotros y nuestros
hijos.
Nuestra es la iniciativa, pues como dijo Artigas, "NADA DEBEMOS ESPERAR SINO DE NOSOTROS MISMOS."
EL AGUA Y LA TIERRA NO SE VENDEN... ¡SE DEFIENDEN!