jueves, 26 de abril de 2012

Rehabilitando el terrorismo de estado


El actual ministro de defensa: Fernández Huidobro, su  segundo: Jorge  Menéndez  y el teniente general Pedro Aguerre, jefe del ejército; asistieron en el batallón 14, a un simulacro  de rescate de rehenes en manos de supuesto “terroristas.”

No podemos decir sorprendente, no, ¡más bien repugnante ¡
La promoción de los cuerpos de elite del ejército uruguayo, esos hombres del disparo certero y de la rapidez del Batallón 14 de infantería,  constituyen una operación que persigue al menos dos objetivos: uno el rehabilitar la figura del ejército al servicio de nobles objetivos frente al pueblo uruguayo  y segundo infundir miedo.
Hoy como ayer  militares y civiles miembros del actual gobierno progresista dan los pasos necesarios en lo que seguro es una estrategia  de mayor alcance y que bien podría enmarcarse en una suerte de guerra preventiva.
Justamente en el batallón 14, el mismo en donde se cometieron los peores crímenes durante la última dictadura cívico militar; el mismo lugar en donde hace apenas semanas se encontraron resto de dos desaparecidos, del maestro y periodista  Julio Castro, ejecutado de un tiro en la cabeza en el año 1977 y de Ricardo Blanco Valiente torturado hasta su muerte en el año 1978.
La verdad es que no le tienen asco a nada; ahí están revueltos en el mismo lodo, promocionando la muerte.
Así un día en otros tiempos en los años 70, se llamaron a las fuerzas conjuntas para combatir los ilícitos económicos y la subversión  y aquello se terminó  con el aniquilamiento de las fuerzas sociales que peleaban por sus legítimos derechos.
El coronamiento de todo aquel proceso fue el golpe de estado cívico militar en el año 1973.

Hoy asistimos a lo mismo en otro contexto parecido,  en donde los promotores de las políticas de seguridad y de los ejércitos como cuerpo de combate contra la “inseguridad”  y el “terrorismo” también responden  a los intereses de las grandes corporaciones capitalistas y los intereses hegemónicos  de los EEUU.

A Uruguay le ha llegado el turno de la militarización y esto se ha ido preparando desde hace tiempo.  Estigmatización por parte de los grandes medios de comunicación ya sea hacia la gente de la calle; el pobre, el limpia vidrio, el artesano; como también con los “radicales “contribuyen a crear en el imaginario colectivo la figura  del delincuente temible o del potencial terrorista.
El paulatino crecimiento de los guardias de seguridad privados, las cámaras de video vigilancia, los mega operativos, la utilización de balas de goma contra manifestantes sociales, todo ello cumple un fin buscado y es la instalación del miedo en nuestra sociedad.
Ahora con esta demostración de eficacia militar  o más bien de hombres o máquinas de matar casi sin margen de error, ¿que se pretende?  ¿O a quien va dirigido el  mensaje?
Hay algo que ya se dibuja en el horizonte y es el vaciamiento  de los espacios públicos, el encierro como forma de control; esto llevará como en otros países que a partir de cierta hora se instale un virtual toque de queda sin que sea un toque de queda institucionalizado, pero ello se produce o más bien lo produce o lo producirá  la propia gente inducida por el miedo.

Según se mire el mayor peligro para los de arriba es la pobreza, que trajo de la mano a la  marginalidad;  resulta que esto visto desde otro punto de vista da lo  siguiente: el mayor peligro es la riqueza, que engendró la pobreza y  con ella  se viene la militarización de toda la  sociedad.
Esta elite de 50 hombres  tiene quien los promocione en la persona de Eleuterio Fernández  Huidobro, quien pedirá un aumento de salario para estos “valientes de la patria”
Que más patético que la demostración haya tenido nada más ni nada menos que al ministro de Defensa, ex  guerrillero como “rehén “que este cuerpo especializado debía liberar de manos de sus captores “terroristas”.  Además se proclama que estos soldados nada tienen que ver con el pasado y que solamente están al servicio de la patria.

Una vez más se intenta lavar la cara a una fuerza que aun hoy ejerce su  impunidad, ¿quien puede negarlo a esta altura de los acontecimientos?
No debemos olvidar que esto no es solamente una política local si no que es además global y que obedece al diseño de las nuevas  estrategias militares para el continente latinoamericano por parte de los EEUU.  Por ello los entrenamientos que hoy tienen los ejércitos  de distintos países del continente y que en general tiene como escenario el alzamiento de pueblos en zonas  periféricas  o como en este caso, el rescate de rehenes en manos de supuestos “terroristas”.

Deberíamos prestar atención al último golpe de estado en Honduras, porque ello constituye un  ensayo, una amenaza, un modelo  para todo el resto de los países de América del Sur.
Cuando se inflan los gastos militares y ello se combina con frágiles  democracias  se está en los umbrales de las dictaduras militares.

Luna
25 04 2012

martes, 24 de abril de 2012

LOS OLVIDADOS DE LA TIERRA


LA LIMITACION DE LA JORNADA LABORAL DE LOS TRABAJADORES RURALES
 En la Diaria de hoy la dirigente de UNATRA María Flores informa que ha solicitado entrevista con el presidente Mujica, para plantear la derogación de una norma que permite a la policía desalojar al trabajador rural despedido por su patrono. Una norma creada durante la dictadura militar que sigue vigente en nuestros días. María Flores no es trabajadora rural, es la esposa de un trabajador de tambo que fue despedido por intentar organizar a los trabajadores de su sector de actividad. Flores dice además que los patronos rurales no tienen la planilla de trabajo y que la ley de ocho horas promulgada en la administración Vázquez, cuando el ministro de Trabajo era Eduardo Bonomi y el de Ganadería era el MPP (primero Mujica y luego Agazzi) no se cumple. También Rodas, dirigente de los cañeros de Bella Unión dice que la ley de ocho horas no se cumple porque le falta la reglamentación.
 Lo cierto es que esa ley, que fue tan polémica, luchada  y discutida durante el proceso  de su redacción y luego tan festejada, una vez promulgada,  como una deuda social saldada  y un logro importante para cerca de cien mil trabajadores rurales está guardada en un cajón, después de ser aprobada en diciembre de 2008. Su reglamentación, esto es la definición de los criterios para la aplicación de la ley jamás se envió al Poder Ejecutivo para su aprobación. Una ley controvertida y compleja como la ley de limitación de la jornada de los trabajadores rurales, sin decreto reglamentario sería de muy dificultosa y discutida aplicación práctica. La pregunta es ¿por qué no quisieron reglamentar la Ley? Los asesores de los trabajadores rurales ¿qué opinión tienen al respecto? ¿Por qué el Pit-Cnt no incluyó nunca en sus reivindicaciones la reglamentación de la ley?
Parece que ahora sí los representantes de la UNATRA comienzan a comprender que queda mucho por hacer para alcanzar un derecho que la mayoría de los asalariados, al menos en el papel, consiguieron hace casi cien años. 
Edita el taller anarquista – talleruy@gmail.com
CRONICAS OBRERAS 23.0412

domingo, 22 de abril de 2012

De la ocupación salvaje a la transformación de nuestras vidas



En este mundo existen verdades que salen a flote sin la necesidad de que seamos especialistas en el estudio de ninguna ciencia.
En otras palabras, no es necesario ser biólogo para entender ciertas cuestiones básicas sobre el desarrollo de la vida en este planeta, sino que es preciso realizar un mínimo esfuerzo reflexivo basado en la experiencia pera entender que seguir avanzado en el camino por el cual transitamos hace años es sinónimo de retroceso para el florecimiento de la vida.
Si observamos cualquier animal o planta notaremos que todas las especies tienen un conjunto de necesidades, tal vez biológicas, que deben satisfacer mediante un esfuerzo. Esas necesidades, tanto físicas como psicológicas, se satisfacen gracias al desarrollo de sus destrezas de manera individual o colectiva.
El hornero que aprende a volar, conseguir alimento, construir su casa, buscar compañía y reproducirse, lo logra a través del desarrollo fisiológico no mediante el dinero que posea.
La especie humana ha vivido así durante millones de años. Sin dinero, sin patrones, sin propiedad privada, sin jueces ni cárceles, policías o ejércitos. Hace tan solo algunos miles de años que tenemos que pagar, pedir permiso o robar para conseguir los medios de vida.
Pero el objetivo de este texto no es reflexionar a cerca de cómo llegamos a esta situación, sino de pensar en el ahora y como podemos cambiar completamente este error histórico.


La tierra, ese concepto que muchas veces suena tan abstracto, no es simplemente un espacio geográfico determinado, limitado por medidas preestablecidas como solares, manzanas o hectáreas, no es solo una porción de territorio por el cual se levantaron movimientos sociales a lo largo de la historia. La tierra es el medio esencial para el desarrollo de la vida humana, por lo tanto el disponer de ella es fundamental.
Sin embargo, en los tiempos que vivimos algo tan básico como el acceso a los medios de vida no solo sigue limitado por el dinero que se posea, sino que los medios de viada aun se siguen concentrando en muy pocas manos.
Si en un poco muchos de los actuales gobernantes de izquierda luchaban contra los latifundios, contra la concentración de tierras y reivindicaban la reforma agraria para repartir las tierras, el día de hoy se encuentran fortaleciendo lo que antes criticaban.
Según los datos del ministerio de ganadería, entre el periodo 2000-2009, se han vendido más de 6.000.000 de hectáreas, en su mayoría a sociedades anónimas. Es decir que mientras Mujica fue ministro de ganadería y ya en los primeros años de un gobierno progresista, se seguía entregando la tierra a unos pocos.
¿Que harán esos pocos con tanta tierra?
La tendencia hoy no es otra que la de forestar para producir celulosa, plantar soja para alimentar chanchos en Europa, atraer mineras que arruinen tierras fértiles, y expulsar gente del campo para que vivan amontondxs en las ciudades.
Pero las tierras o los espacios para vivir se siguen tomando. En Uruguay existen miles de personas que ocupan tierras, se calcula que más de 800.000 personas solucionan el problema de no tener un lugar a través de la ocupación.
Los poderosos saben que la ocupación es una amenaza latente, una amenaza contra la propiedad privada. Por lo tanto implementan leyes mas duras contra la ocupación y refuerzan el control policial; basta recordar la actual ley de “usurpación” que facilita los desalojos sin una denuncia previa del propietario, y los mega operativos para meter miedo en los asentamientos.
En este contexto, en el que la ocupación surge como una practica para combatir la injusticia de un mundo en el que algunos tienen todo gracias a la explotación de la mayora, debe nacer la necesidad de que cada espacio ocupado se transforme en una zona en la que se practique otra manera de revelarnos. Otra forma de plantear la vida individual y colectiva sin repetir viejos errores. Las relaciones comunitarias, apoyándonos mutuamente en cuestiones cotidianas como la alimentación, el mejoramiento del espacio, la crianza de los gurises, los lugares de esparcimiento y aprendizaje son esenciales para ir imaginando otro mundo diferente, un mundo en el cual todos tengamos los medios necesarios para realizarnos integralmente, sin el permiso o la vigilancia de nadie ajeno a nuestras vidas.
Algunas personas ya comenzamos a transitar este camino. Nos autorganizamos, sin cabecillas, en asamblea con los vecinos pasa solucionar problemas que nos afectan en conjunto. Nos mantenemos con autonomía frente a cualquier intervención del estado, los partidos políticos y las empresas. Aprendemos y transmitimos conocimientos prácticos que nos proporcionan autonomía.
La permacultura como manera de transformar el espacio, es esencial pasa practicar esa manera libre de relacionarnos. Técnicas como la biocontruccion para levantar casas, agricultura orgánica para generar alimento, baños secos y humedales para un mejor manejo del agua y el saneamiento son algunas técnicas que s engloban dentro de la permacultura y potencian la responsabilidad individual y colectiva sobre la propia vida.
La ocupación abre la posibilidad de transformar en parte la realidad. Es un fin y un medio al mismo tiempo, reparte un poco la pequeña porción que abandonan los poderosos y sirve para preparar un mundo en el que los medios de vida estén a la disposición de todxs y en el que todxs seamos protagonistas en la toma de decisiones que nos afectan.

Para la creación de un proyecto de vida que corte de raíz el problema de que algunos decidan como vive la mayoría es que actuamos, ocupamos y transformamos
Desde la crítica, la desobediencia, la acción directa y la creación queremos avanzar hacia la autogestión generalizada de nuestras vidas.

SROA (Sociedad de Resistencia de Okupantes y Afines)

lunes, 16 de abril de 2012

Caminar para ver, ver para actuar


« En la actualidad casi todas las llamadas mejoras del hombre, como la construcción de casas y la tala de los bosques y de todos los árboles de gran tamaño, no hacen sino deformar el paisaje y volverlo cada vez más doméstico y vulgar. ¡Un pueblo que comenzase por quemar las cercas y dejar en pie el bosque…! He visto los cercados medio consumidos, perdidos sus restos en medio de la pradera, y un miserable profano ocupándose en sus lindes con un topógrafo, mientras la gloria se manifestaba en su derredor y él no veía los ángeles yendo y viniendo, sino que se dedicaba a buscar el viejo hoyo de un poste en medio del paraíso. Volví a mirar, y lo vi en pie en medio de un tenebroso pantano, rodeado de diablos; y no hay duda de que había encontrado la linde, tres piedrecillas allí donde había estado hincada una estaca; y mirando más cerca, vi que el Príncipe de las Tinieblas era el agrimensor. »
  Henry D. Thorau

La tierra nació generosa y libre , de ella proviene lo que necesitamos  para alimentarnos y para curar nuestros males. Pero la evolución de la sociedad cada vez más numerosa dominada por quienes se han apropiado de los recursos naturales y ahora de los tecnológicos ; ponen en peligro la propia sobrevivencia humana .
Parece que hemos perdido paulatinamente la capacidad de nuestros sentidos para captar este peligro mayor que nos acecha y condiciona. La visión que tenemos desde los supermercados y desde las imágenes de publicidad muy por el contrario nos ofrecen un mundo de superabundancia y colorido en donde todo es  posible en todas partes.Esto hace que mantengamos muy a distancia la tierra, los de afuera, la gente de campo y a esos locos que siguen reclamando tierra para trabajar y vivir.  Es curioso constatar que cuando más se cree que el mundo es abierto es justamente donde el espacio más se estrecha en torno a los individuos; un ejemplo de ello es el creciente acinamiento en las ciudades y el deterioro de la vida en comunidad.
Pensemos un momento en  cual es el  elemento faltante que a su vez incide en el echo de impedir el  ver a nuestro alrededor;  seguro que uno de los principales es  simplemente el  caminar, el deambular.  Cuando tanto se habla de la mobilidad justamente es cuando esa mobilidad o es dirigida o está encerrada o se programa para servir a quienes nos dominan .
Esto hace que estén fuera de nuestro campo de visión, las distintas realidades con las cuales cohabitamos y que en muchos casos se pretende minimizar cuando no ignorar.
Decimos esto porque tendríamos que revisar la relación que tenemos con el paisaje natural cotidianamente y el uso que hacemos de nuestros cuerpos en particualr de nuestras piernas. Ya hablamos  la semana anterior de la dislocación de los cuerpos  por estar estos dominados desde la mente.
Cuando desalambremos las mentes tal vez podamos sentirnos realmente lo suficientemente vigorozos como para desalambrar la tierra y porque la amamos respectarla y vivir en armonía en ella.  Cuando se haga carne que nuestras vidas de todos depende de como la tratemos y de cuanto tiempo estemos relacionados e  interactuando con ella, entonces mataremos todas las consignas porque nuestros actos habran  modificado  el aberrante y suicida estado actual de las cosas. 
Una revolución  que nos queda por hacer y que pasaría por el simple echo de caminar andando y preguntando, en plena conciencia de lo que es la vida.

Algunos datos de la realidad uruguaya en tema tierra :
  • En el departemento de Colonia situado al suroeste del país la coorporación  Montes del Plata , consorcio  formado por la empresa chilena ARAUCO y la sueco filandesa STORA ENSO, es propiestaria de 235.000 hectáreas. En esta zona se está construyendo la mayor fábrica de celulosa del país en plena cuenca lechera.  El actual gobierno en acuerdos secretos otorgó beneficios únicos para esta empresa.  Esto entre otros lleva a que tierras  actualmente aptas para la producción lechera pasen al área prioritaria  de producción forestal.  Esto beneficia a la empresa que podrá forestar a 200 kilómetros de la fábrica de celulosa.
¿Quien responde por esto ? ¿cuales sus consecuencias para la vida de todos ?
  • En el departemente de San José  un 22 % de su superficie sería declarada apta para el monocultivo de árboles y en cifras ello corresponde  a 109.163 hectáreas de tierra .
  • Norte del país,  Bella Unión, departamento de Artigas :  vive en extrema situación de pobreza , sin resolver los problemas de la zafralidad . Al día de hoy  no se ha atendido el viejo reclamo de tierras para los peludos y sus familias.
  • Minería acielo abierto : Aratirí en el departemento de Treinta y Tres.
Area total afectada por este mega proyecto : 120.000 hectáreas
  • Puerto de gran calado para el transporte de mecaderías afectando la costa Atlántica
  • Políticas de turismo a gran escala , especulador  y depredador con el entorno.
En síntesis el Uruguay vive el período de mayor concentración de tierras en manos de privados  y su mayor proceso de extranjerización.
Esto provoca daños al medio ambiente, expulsa a sus   trabajadores rurales y compromete seriamente nuestra soberanía alimentaria.
Tocaría en ese deambular , en ese caminar constatar estas cosas, ahora que todavía nos quedan pedazos de paisaje y rincones escondidos, como referencia de lo que es esta tierra sobre la cual vivimos.  Aumentar la  percepción de  nuestros sentidos para activar una conciencia  que ya no solo diga  si no que haga, de un hacer legitimado por el derecho  a la construcción de nuestros propios espacios de vida autónomos y en resonancia con esta tierra que todavía nos nutre. 
 No es  arbitrario que hayamos citado en esta oportunidad a Henry Thoreau , simplemente es bueno leerlo o re leerlo  a fin de movernos  de  nuestros estatismos rutinarios y entre otros poder abrazar mejor la causa de  los luchadores de hoy por tierra para trabajar y para vivir.

Luna
 10 04 2012


“Además de resistir debemos crear algo nuevo”


Cómo se configuran los movimientos contra la gestión liberal de la crisis y por qué es necesario volver a socializar la vida son algunas de las cuestiones que ha abordado Raúl Zibechi en su reciente visita al Estado español.

PABLO ELORDUY / REDACCIÓN
ABRIL DE 2012
Foto: Diego González Sanz
A Raúl Zibechi le llama la atención la vidriera de una zapatería en la calle de la sede de Ecologistas en Acción en Madrid, donde tiene previsto realizar un taller. Se acerca y nos dice, sonriente, que los zapatos en Europa son demasiado baratos. Como ya ha explicado antes, la austeridad es un factor clave en la construcción de lo que llama el “mundo nuevo”.
DIAGONAL: Desde Latinoamérica ¿cómo ha visto procesos como Occupy, las protestas en Grecia o el 15M y qué paralelismos establece?
RAÚL ZIBECHI: El 15M es un movimiento del mismo estilo de los que emergieron tras el ‘caracazo’ en Venezuela de 1989.
 En primer lugar, no es un movimiento tradicional, al estilo del movimiento obrero que se basa en la representación. En segundo lugar, es un movimiento que ocupa el espacio público, que busca dos cosas: busca convertir ese espacio en forma de interconexión de todas las personas afectadas por el modelo: desocupados, sin papeles, sin techo, etc.; también busca destituir las políticas neoliberales que protegen y defienden al sistema financiero; y por último es un espacio que puede servir para potenciar las iniciativas de construcción de realidades sociales diferentes: los centros sociales, las huertas, los espacios que crea la gente en los cuales resiste, se conoce y crea formas de vida alternativas.
D.: En Política y miseria habla de la existencia de dos mundos, el desbocado de las finanzas y luego el otro, que constituye nuestra oportunidad. ¿Es importante confrontarse o debemos centrarnos en la construcción de ese segundo mundo?
R.Z.: La confrontación es prácticamente inevitable aunque uno no la busque. En Grecia, los salarios cayeron un 30% y evidentemente nadie mira pasivo cómo le roban. La confrontación no es ni buena ni mala, es inevitable. Lo que podemos hacer, además de resistir, es construir algo nuevo. El otro escenario sería el que encarna la vieja izquierda: resistir para ganar el gobierno, lo que supone subordinar la lógica de lucha social a la conquista del gobierno.
A mí me parece que esa lógica ya demostró su fracaso en los últimos cien años: desde los Estados no se consigue construir realidades nuevas; como mucho, en el mejor de los casos, desde los Estados se consigue mantener a raya al capital, al sistema financiero en este caso. En el peor escenario, los que están en el Gobierno terminan entregados al capital financiero, que es lo que está sucediendo en todas partes.
Entonces ese otro camino que estamos intentando ensayar es el mejor camino y es el más eficiente; es un proceso de largo plazo, de décadas, incluso de siglos, hasta que la humanidad acepte que lo mejor es vivir con austeridad. La austeridad es un elemento fundamental: 7.000 millones de personas no pueden vivir a todo trapo, el planeta no lo sostiene, salvo que se programe un genocidio, 7.000 millones o más pueden vivir con cierta austeridad.
D.: Imagino que usted establece alguna distinción a la hora de usar el término, que tanto utilizan organismos como el FMI.
R.Z.: Los que no viven austeramente hablan de austeridad a los demás. Lo que necesitamos es que ese 1% que cobra más de un millón de euros al año (70 millones de personas) pierda el control. Si el 50% más pobre puede subir un poco su consumo para estar a niveles aceptables, ese 1% tiene que bajar su consumo...Con 2.000 euros al mes se vive bien, ¿no?
D.: Hace poco un columnista de Público hablaba de la renta básica y estimaba que debía situarse en torno a 1.500 euros mensuales. Pero una cifra así, ¿no implica una excesiva monetarización de la vida?
R.Z.: Sí, ése es otro problema. Nosotros tenemos que caminar para desmonetarizar una cantidad de cuidados y servicios, para descolonizar una serie de servicios para recuperar la sociabilidad. Si todo lo que hacemos está monetarizado, los vínculos de solidaridad desaparecen, porque la clave de la solidaridad es que no es monetaria. La clave de la cooperación, de la ayuda mutua, de una cantidad de formas de vivir que teníamos es que no son monetarias.
D.: ¿En la izquierda también se perdieron estas formas de socialización?
R.Z.: Creo que la vieja izquierda ha contribuido no directamente, pero por la vía de los hechos, a destruir los vínculos y a crear organizaciones jerárquicas, en la punta de cuya pirámide se concentra el poder y el saber, y en cuya base se concentra el hacer. Ésa es mi crítica: que ha reproducido el modelo estatal y ha creído que a través del progreso material, o sea, la colonización del capital, se podía llegar a un mundo nuevo.
D.: En cierta manera en Latinoamérica esa ruptura con las fórmulas clásicas ya se ha producido, ¿cómo ha sucedido?
R.Z: Fue por la necesidad, porque el neoliberalismo terminó con los Estados del bienestar, que eran una alianza entre movimiento obrero, las patronales y el Estado. Al quebrarse este Estado del bienestar, la alianza ya no funciona porque las patronales y el Estado expulsan al movimiento obrero de esa negociación: ya no necesitan o les perjudica la presencia de ese acto.
Cuando eso sucede deja de ser suficiente la huelga, la manifestación, el acto, la negociación, no tiene sentido. El Estado hoy no tiene interés, no puede, no quiere o no le da la gana negociar con CCOO y UGT.
Creo que cuando el capital decide dinamitar el Estado del bienestar vuelven a aparecer las clases peligrosas, los de abajo. Por eso,terminado el Estado del bienestar, lo que queda es la criminalización de la protesta. Marchamos hacia un Estado policial.Y los movimientos tienen que tomar cuenta de esto para actuar en consecuencia: cómo hacen para neutralizar el aparato represivo, cómo hacen para deslegitimar a los Gobiernos, etc. Estamos en un cambio de fase del modelo, en un período de decadencia que se manifiesta en la financiarización de la economía y pasamos a un Estado crecientemente represivo y autoritario.
Eso es Grecia hoy.

“EL FEMINISMO HA CONSEGUIDO MOVILIZAR EL DESEO”
DIAGONAL: En el cuestionamiento de la organización de los movimientos clásicos pones como ejemplo la lucha de las mujeres, ¿por qué?
RAÚL ZIBECHI: Hay un movimiento de mujeres en el mundo, pero en ningún país hay una única organización, un comité central, una dirección general... el movimiento actúa con bajo nivel de organicidad, tiene escasa organización y tiene mucha capacidad de interpelación, de diversificación, de cuestionar la cultura existente, y de promover cambios en la sociabilidad cotidiana, en lo micro.
No se propone tomar el poder para instaurar el Estado feminista o la sociedad feminista, se propone hacer cambios, y a través de una potente acción que podríamos llamar cultural, en el sentido de ocupar un papel distinto en la vida cotidiana, es como ha ido cambiando el mundo. Es un tipo de movimiento capilar, difuso, inserto en la vida cotidiana, con una gran ventaja con respecto a los movimientos viejos: moviliza el deseo. Estamos llegando a una comprensión de movimiento social diferente: un movimiento social modifica el lugar, mueve nuestro lugar en la sociedad.

domingo, 8 de abril de 2012

Declaración ante hechos del 70


La enseñanza pública se cae a pedazos.
Sin presupuesto suficiente, sin infraestructura adecuada, sin planes ni políticas acordes a las necesidades culturales y sociales populares, alumnos y profesores sufren, literalmente, una crisis que nadie ignora ni se preocupa demasiado en ocultar.

Se inculca la idea de que las cosas están siendo hechas de la única y mejor manera posible, fatalmente, lo que está mal, no puede estar mejor.

Un pueblo obediente será siempre un pueblo en crisis, pero un joven o peor aún, un joven trabajador o un estudiante obsecuente, son la determinante de una sociedad condenada.
Y lamentablemente, los hechos del conflicto en secundaria y en especial los recientes acontecimientos en la ocupación del liceo 70 del Cerro nos enfrentan a la triste certeza de un creciente acercamiento a esta realidad de no confrontación cuando ante un grupo de trabajadores en lucha por objetivos innegablemente justos y mínimos, no estuvimos, ni estuvieron allí ninguna de las grandes organizaciones estudiantiles y sindicales de nuestro movimiento popular.
Salvo excepciones, el 100 por ciento de los jóvenes estudiantes actuales conocemos la historia del movimiento estudiantil y sindical uruguayo por haberla leído o escuchado del relato vivencial de nuestros mayores, y todos coinciden en la descripción de un movimiento popular vigoroso y solidario, contestatario pero con un programa de vanguardia que privilegiaba las luchas de confrontación con el orden de injusticia social establecido.
Ese programa y esas luchas tenían a trabajadores y estudiantes como protagonistas solidariamente unidos.
Por otra parte, sabemos a ciencia cierta que ni siquiera la dictadura tomó tan rápidamente la decisión de desalojar a los trabajadores cuando ocupaban sus lugares de trabajo como medida de lucha por sus reivindicaciones, como lo han hecho los supuestos gobiernos “progresistas”.
Dos de las poquísimas y por lo tanto, de las más valiosas armas de nuestro pueblo, están en cuestión en este conflicto y estos hechos, LA LUCHA DECIDIDA POR LAS CUESTIONES NECESARIAS Y LA SOLIDARIDAD POPULAR Y SOCIAL PARA QUE ESAS LUCHAS ALCANCEN SUS OBJETIVOS.
¿Será con el objetivo de destruir esas herramientas que los aparatos represivos se lanzan tan fácilmente en contra del pueblo?
Es tiempo de que nuestro glorioso movimiento estudiantil retome el camino de la lucha y la confrontación donde y cuando sea necesario, en el marco de una profunda alianza con los trabajadores y el pueblo todo.
No podemos permanecer inmóviles cuando lo que se juega es la capacidad de pensar y proponer alternativas por parte del pueblo.
No podemos permitir gratuitamente que se imponga la represión y el aislamiento de las luchas populares.
Por el contrario, debemos ser los principales impulsores de la organización, la solidaridad y la lucha social por tirar abajo la injusticia social y la explotación del hombre por el hombre.
Repudiamos la represión en contra de todos aquellos que se dispongan a luchar por sus reivindicaciones y de todos aquellos que, pertenezcan o no al grupo de interés, se dispongan a ofrecer su solidaridad militante y combativa en favor de los que luchan.
¡¡Viva la lucha de los trabajadores, estudiantes y familiares de la enseñanza!! 
¡¡Viva la organización y la lucha popular!! 
¡¡Viva la solidaridad de clase con los que luchan!! 
¡¡Basta de represión y criminalización de la lucha, la protesta y la juventud!!


2/4/12
 

Asociación de Estudiantes de Agronomía ASCEEP FEUU

viernes, 6 de abril de 2012

Entre discursos manipuladores y represión explícita


“No hay lugar para el temor, ni para                                                          
la esperanza.  Sólo cabe buscar
nuevas armas."  
Gilles Deleuze

Al finalizar la semana  pasada se produjo una brutal represión contra  padres, profesores y alumnos del liceo 70 en el Cerro, que realizaban una protesta con corte de calle, reclamando por mejores condiciones edilicias del edificio del liceo entre otras cosas, que ha venido dificultando el comienzo de los cursos.
Las imágenes de la represión policial fueron claras y mostraron bien evidentemente la desmedida intervención, en la cual se utilizaron balas de goma tiradas directamente sobre los cuerpos de los manifestantes. Este hecho produjo indignación en buena parte de la población y ocasionó el pronunciamiento de varios gremios que condenaron el hecho.
Recalcamos que hechos como estos no se veían desde hace mucho tiempo y trajeron a la mente el recuerdo de los tristes años de represión contra trabajadores y estudiantes; fue como el ver la repetición de algo ya vivido y cuyas consecuencias también las conocemos.
Al día siguiente y antes de  que pudiera articularse cualquier medida de condena a los actos represivos, se produce el discurso del presidente José Mujica y entonces de pronto  todo se congela, se produce la parálisis y las organizaciones sociales no salen a la calle.  
Los dichos del presidente fueron absurdos, pero consigue una vez más estigmatizar a los manifestantes, habla de infiltrados de la izquierda radical,  del infantilismo y de las cabecitas locas que todo lo ven mal. 
Este discurso repetido por todos los medios logra hacer desaparecer las imágenes de la represión , silencia igualmente los reclamos de profesores, padres y alumnos, es decir;  niega la realidad y por último rápidamente  criminaliza a quienes protestaron reclamando un derecho tan fundamental como el de tener un local y condiciones que hagan posible  una educación en un entorno digno.

Dislocación de los cuerpos
Represión y discurso logran confundir, doblegar y  afianzar la cultura de la sumisión exhibiendo la fuerza del estado.
El freno de la protesta, el inmovilismo de los cuerpos se logra con el dominio sobre las mentes y esto se hace desde el discurso.
 La herramienta de transmisión son los grandes medios de comunicación..
Así los cuerpos  se han transformado en el nuevo territorio en donde se lleva adelante una guerra invisible por el control de las mentes y por consecuencia de las acciones de los cuerpos.
Cuerpo- mente dislocados, para obtener comportamientos fragmentarios que se  van a interiorizar adentro de nosotros mismos y que provocará el  vaciamiento de los espacios sociales. Los cuerpos se vuelven obedientes  y como podemos ilustrar esto es mirando por ejemplo, como la lucha de los profesores y padres, no es sentida como propia por los cooperativistas de vivienda o por los trabajadores de la salud o por  quienes se movilizan por el tema tierra. Cuando las luchas de uno y otros deberían ser visibilizadas como una misma lucha contra el sistema, aparecen en sus partes y por ende debilitadas.
¿Qué es lo que hace que no nos sintamos todos concernidos por los distintos  reclamos? Ya con nuestras ausencias y con nuestros cuerpos obedientes inmovilizados  estamos de alguna manera siendo parte de la nueva cultura de la insolidaridad.
El discurso del presidente hizo un corte quirúrgico al señalar que en la movilización se constató la presencia de otros sindicatos y esto terminó  desnaturalizando los reclamos, para terminar de eclipsar una situación que  en la enseñanza  se hace insostenible en el tiempo.

La instalación del miedo como arma del sistema 
La represión llevada adelante contra padres y profesores del  liceo 70  ilustran claramente la situación antes expuesta; no interesaba dejar presos a quienes fueron arrestados si no infundir miedo para parar, frenar, un movimiento que bien podría extenderse de forma más amplia en nuestra sociedad.  Infundir miedo para quebrar las movilizaciones populares, el estado jugando a fondo, mostrando su verdadera cara de agente represor ante todo lo que pueda cuestionar o perturbar los planes establecidos por las grandes  corporaciones financieras, al servicio de ellas está el actual gobierno “progresista” y su presidente Mujica. 
Que vivimos tiempos híbridos no nos cabe la menor duda  y para poder en algo revertir esta situación no alcanza con el voluntarismo; habrá que desmenuzar el discurso único para lograr darlo vuelta, entender sus claves. Por otra parte,  importante es observar como operan los comunicadores del sistema,  para entonces tal vez tratar a la propaganda  de otro modo, es  decir aplicar los criterios de la publicidad.  Claro para adentrarnos en ello necesariamente debemos estudiar el rol que juega  la imagen en nuestra sociedad y seguro que también ello contribuirá en un mayor entendimiento para luego poder habitar nuevos espacios de creación y resistencias.

Luna
04 04 2012

EMBARAZO PRECOZ. LA CRUZ DE LA CONDENA


 Se mira la pancita. Se toca la redondez. Pero no entiende. Está asustada. Asombrada. Angustiada. Tiene diez años y creció en la zona rural de Corrientes. Apenas dos meses atrás una chiquita entrerriana de 11 años fue obligada por la violencia institucional a tener un hijo que no deseaba. Que no comprendía. En un vientre que crecía con el mismo volumen que su terror. “Quiero que todo sea como antes”, dijo. En las villas del conurbano, la policía usa a las niñas de la intemperie para saciar la precariedad de sus deseos. Y a los niños para delinquir en su provecho. La violencia los golpea en la cabeza para que no puedan pensar. Los subalimenta, los deposita en sus prisiones fatales de los confines, los envenena con el agua y el aire y ejerce el poder prostituyendo y enajenando la dignidad hasta lo hueco. 
Para el ministro de Salud de Entre Ríos si la niña ovula y menstrúa ya está preparada para parir. Aunque tenga diez años. Para el ministro de Salud de Corrientes, si la niña se embaraza es para cobrar la Asignación por Hijo. Aunque tenga diez años. Y no pueda comprender lo que está pasando en su cuerpo, lo que pasó con su cuerpo, lo que pasará cuando su cuerpo se parta en dos y sean dos los desamparos para enfrentar un tiempo que se las tiene jurada. Como una réplica brutalmente pedagógica ante la insolencia de la esperanza. 
Obligar a Luciano Arruga a convertirse en delincuente para la caja policial o arrodillar a una nena a la altura de la nueve milímetros es vaciar de dignidad. La policía asesina y la policía petera (como la define Javier Auyero) son el cuerpo concreto de la violencia. Las pibas morochas, flaquitas, con los dientes picados por la mala comida, con el futuro jugado por ser niñas, por ser pobres, por ser mujeres, son mutiladas también en el deseo. Irrumpen en la sexualidad con sangre brutal, con la prepotencia del poder sobre sus cuerpos sin ganas ni tiempo ni madurez, en manos de padres, padrastros, tíos, abuelos, vecinos, policías.
El embarazo llega como llegan las enfermedades. Como llega la humillación. Sin deseo, cortado y tirado a la bolsa de los residuos patológicos. Como una vesícula o un apéndice. Pero el embarazo es otro que crece adentro. Cuando ese adentro es tan niño como el que crece y ella no quería. Ni podía. Ni imaginaba. 
Ayer apareció la tercera chiquita correntina en pocos días con más de cinco meses de gestación. Visibilizada por los medios que construyen el efecto ola cada vez que un caso sacude a una sociedad que siempre mira de lejos. 
"La chiquita fue violada por una persona conocida, aparentemente de la familia, que aún está prófuga", sostuvo el juez en lo Civil, Comercial, Menor y Familia de Santo Tomé. La nena, dijo el juez, está "bien de salud, pero con una angustia y un asombro muy grandes". 
En Corrientes el 30% de los embarazos son adolescentes, según la doctora Silvia Lapertosa, directora del Hospital Vidal. La provincia que gobierna el radical indefinido Ricardo Colombi supera al Chaco (24,5%), a Formosa (22,6%) y a Misiones (21,6%) en maternidad niña. En un escándalo de ausencia y desidia estatal, su ministro de Salud, Julio Dindart, exhibió impúdicamente la hilacha del desprecio a la infancia vulnerable. “Se embarazan porque tienen un recurso económico como premio por haber tenido un hijo”, dijo. (Clarín tituló, el 5 de abril de 2009: “La fábrica de hijos: conciben en serie y obtienen una mejor pensión del Estado”).
Por las dudas, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, metió su baza mezquina, para delinear el perfecto dibujo del cadalso institucional. “Aun en medio de la conmoción e indignación que produjo el hecho, es importante recordar que toda vida humana es un don de Dios y que como tal debe ser respetada y protegida desde el inicio y luego en todas las fases de su desarrollo, hasta su término natural”. En ellas nadie piensa. Las violentan, las vejan, les tronchan el deseo, les prohíben el no quiero, les talan el placer para siempre, las obligan a ser madres a la hora de juego y el café con leche y las condenan al infierno. Que para ellas es terrenal. Inexorable y terrenal.
El ministro de Salud de Entre Ríos, Hugo Cettour, opinó que una nena de once años debía seguir adelante con su embarazo. Aunque su familia rogaba por la interrupción no punible (la Corte decidió, hace pocos días, recordar su existencia desde 1921). “A partir de que ovula y que tiene la primera menstruación puede quedar embarazada”. Aunque lo médicos que la vieron sostuvieron que la nena tenía "un desarrollo óseo en zonas de cadera que hacen impensable que el embarazo pudiera terminar con un final feliz". Nadie pensó en ella. En su no quiero, en su no puedo, en la violencia de su vejación, en la violencia de su brusca maternidad, en ese niño que será suyo y no, que la tendrá como madre y no, con quien se mirará un día y se reconocerá en soledad y desabrigo. 
No sabe, mientras se mira el ombligo que fue lazo con su propia vida, que el 29 por ciento de las chicas que alguna vez estuvieron embarazadas no tuvieron a su hijo. Todas –según el informe de Unicef y Fundación Huésped- abortaron y pertenecen a las clases alta o media alta. El 80 por ciento de las que sí tienen sus hijos –a los 10, a los 11, a los 14- pertenecen a la circunvalación social de la pobreza. Donde la ausencia de dinero incorpora a las instituciones para remediar la desgracia que las mismas instituciones no evitaron. 
Y terminan, las mismas instituciones, lustrando la cruz de la condena. 
Silvana Melo -
Fuente-  Agencia Pelota de trapo

jueves, 5 de abril de 2012

Editorial de Periódico Anarquía


    Como niño no imagina mientras duerme en su cama en el cante que a la larga será objeto de odios a ramilletes. Apenas un poco más grande temido, apartado, se le tendrá reparo, cautela y lástima. Lástima y cuidado tendrán las maestras, madres bien y trabajadores sociales. Éstos últimos arrastrando muchas veces la idea paternalista y dependiente, aquella del si alguien tiene que hacer, si a alguien le corresponde hacer es al Estado. Así, se convierten en ejércitos que por querer hacer el bien algunos maquillan, alivian y sostienen la explotación. Con la intención que sea, colaboran en el sustento de las razones y moldes que hacen que siempre nazcan niños condenados al margen. La responsabilidad de los que realmente quieren un cambio social es intentar ser profundos. No perderse en cavilaciones, sino erguirse con el pensamiento que viene de la acción y la acción que viene del pensamiento. Nuestra responsabilidad es seguir nuestro rumbo hacia el derrumbe de la dominación pero no sólo sus pústulas sino el fondo que las posibilita. Minar las bases del orden social donde se obliga a tantos a estar condenados a menos, siempre a menos.
    Así, los que buscamos la revolución social tenemos que hacer y pensar sobre los hechos, sobre lo concreto, sobre las cosas tal cual son. No se puede como murga progresista llevar una crítica en abstracto sino tocar en verdad los hechos y adjuntar los responsables. Eso está en nuestra tarea. Seguir, darle al frito hasta que el hígado aguante. Algún día nadie nacerá para vivir por debajo de otros.    Por eso sin querer ser un montoncito de palabras juntas o acusaciones fugaces tampoco, nuestra publicación no intenta tampoco ser un centro de debate súper profundo pero descolgado. Intentamos pensar el ahora en perspectiva al mañana del acá. Repetimos que las cosas no se dan porque sí, que hay razones que dar y que es necesario decir con firmeza. No ser abstractos en lo que no tenemos que serlo. Las instituciones al igual que las estructuras capitalistas son llevadas adelante y sostenidas por personas. Estas tienen responsabilidades en la
 explotación y dominación que sufrimos. Entendemos que hay un problema de estructura social, que un político se va y es sustituido por otro pero si bien nuestra crítica apunta ahí no pasa por alto el hecho de que hay alguien que se hace cargo, que tiene una historia e intenciones particulares.
    Hace mucho que hacemos lo que podemos. Como anarquistas intentando atacar el autoritarismo dentro de nosotros e intentando luchar con todas nuestras ansias al creado y sostenido por los poderes que intentan condenarnos al olvido, a la muerte, porque la sumisión es la muerte.    P.D.: hace cinco años nacía nuestro periódico. La intención, atacar los conceptos autoritarios y ser parte en la guerra social. Su distribución, de algunos pocos números fotocopiados, comenzó en Villa Española, Unión, Euskalerria y El puerto rico. El proyecto ha ido creciendo y no hay intenciones de detenerse aún. A todos los que colaboraron, salud.  
¡Periódico Anarquía Nº18 en las calles!