URUGUAY - 2007 -OCTUBRE- 2011
Continuidad en la lucha organizada
El
pasado 8 y 9 de octubre realizamos nuestro 1º Congreso donde, a 4 años
de haber comenzado a construir nuestro proyecto político desde el
Colectivo Socialista Libertario, al fragor de la reflexión y la
militancia forjamos una nueva herramienta que le da continuidad para
aportar más y mejor a las luchas de nuestro tiempo. Surge así la
Organización Socialista Libertaria como herramienta de compañeras y
compañeros que desde el seno del movimiento popular, insertos en
diferentes frentes de lucha: barrial, sindical, estudiantil, tierra y
comunicación, desde distintos departamentos del país, apostamos el
máximo esfuerzo a fortalecer las luchas populares para avanzar hacia el
cambio social. Dicha instancia nos permitió abordar distintos ejes como
ser: Definiciones Políticas Generales, Análisis de Coyuntura y Objetivos
Programáticos para la Etapa en la que nos encontramos inmersos, para
identificar las líneas de acción y los proyectos desde los cuales, como
anarquistas, encausar nuestra lucha políticamente organizada.
Vivimos una difícil y adversa etapa para la lucha popular. Seguros de que atravesamos un panorama político complejo que nos muestra hoy a un país -del
gobierno progresista- aún signado en profundas contradicciones
políticas y sociales. Trabajo precario y con grandes sectores aun sin
poder acceder a la seguridad social, con desocupación, violación de los
derechos humanos e impunidad, represión, saqueo de los bienes naturales,
pérdida de soberanía territorial y alimentaria, problemas de vivienda,
problemas de salud, de alimentación, presupuestos que no alcanzan
tampoco para la educación, parches asistenciales ante las problemáticas
sociales emergentes sin soluciones de fondo, etc. y somos conscientes
que esto hay que cambiarlo. Un modelo económico sincronizado al proyecto
neoliberal y a los dictámenes de los grandes centros de poder del
capitalismo mundial. Acoplado a los proyectos de defensa y seguridad del
imperialismo y apostando a la co-gobernabilidad
con la derecha. Dicen terminar de esta manera definitivamente con los
antagonismos Inter-partidarios asegurándole a los empresarios, sobre
todo a los extranjeros, tranquilidad para poder hacer y deshacer con sus
inversiones que se van liquidas del país. Nos muestra que a pesar de la
esperanza de nuestra gente cifrada en la expectativa electoral que
representa el proyecto del Frente Amplio, colocado por generaciones de
hombres y mujeres que apostaban y que apuestan hoy al cambio, el devenir
es peor aún y sin señales de parar la mano.
Es por esto que planteamos la necesidad de construir
una referencia alternativa de izquierda afincada en el poder popular
desde las organizaciones sociales y no en los ámbitos electorales. Nos
proponemos transitar organizadamente un camino de construcción de las
condiciones necesarias para avanzar hacia ese horizonte y posicionar a
un nuevo proyecto como opción válida para quienes quieran dar la lucha políticamente organizados y marchar sin voces de mando en
ese camino que compartimos junto a otras organizaciones hermanas de
nuestro país y el continente todo, porque creemos que este desafío no es
tarea de unos pocos. Es así que en esta nueva etapa, queremos potenciar
nuestros esfuerzos para incidir organizadamente en las luchas del
pueblo, con una orientación libertaria y una perspectiva clasista, pero
sin apartarnos de las trincheras de los
oprimidos, estando junto a los trabajadores en los sindicatos, a los
vecinos en los centros sociales, a los estudiantes en los gremios y a
los campesinos en la lucha por la soberanía alimentaria, contra la
concentración de la tierra y en defensa de los bienes naturales. Así
apostamos al afianzamiento de nuestra militancia de inserción social en
los distintos ámbitos y frentes de lucha donde estamos participando, en
busca siempre de fortalecerlos, sin imposiciones ni pretensiones
vanguardistas, sino con la militancia cotidiana y la sana discusión de
iguales entre iguales.
Conscientes
de que es difícil y seguros de que es necesario hacer lo imposible para
intentar construir las herramientas adecuadas para la lucha, nos
enmarcamos los socialistas libertarios en una campaña que es, y así debe
entenderse, ardua y sacrificada. La experiencia y la historia nos
muestra que sin organización se verterán tiempos y esfuerzos sin lugar a
dudas con la más válida de las razones, con la mayor convicción y las
mejores intenciones, pero dispersos caeremos pronto en el desgaste y en
la perdida de objetivos para así poner en riesgo nuestra creencia de que
se puede cambiar este sistema de barbarie por otro totalmente distinto.
Porque creemos que el socialismo libertario continúa con plena
vigencia.
Convencidos estamos de que el cambiar la sociedad solo
será posible si logramos aportar brazos y mentes al servicio del
pueblo, si construimos un movimiento popular fuerte y con independencia
de clase, si forjamos un proyecto político transformador, y
sobre todo, si colocamos nuevamente la utopía en el imaginario y en la
subjetividad de nuestro pueblo como algo, no inalcanzable sino
irrefutablemente posible.
Por el socialismo y la libertad
Nuestra
organización tiene una matriz de pensamiento anarquista la cual postula
al socialismo libertario como sistema político, económico y social. El
mismo se expresa, para nosotros, sobre la base del pleno ejercicio del
poder por parte del pueblo, de los principios de autogestión, democracia
directa, acción directa, federalismo e internacionalismo, ideas fuerza
estas que plantean un concepción del poder que no se identifica con la
toma del poder por parte de un partido, sino que apunta a la
socialización del mismo; al ejercicio del poder desde las organizaciones
sociales, y es a esto que le llamamos construcción del “poder popular”.
Nuestra
concepción de la sociedad que queremos plantea que sin igualdad en la
posesión de los medios de producción, en la distribución de las riquezas
y en la participación política de nuestro pueblo, por medio de sus
organizaciones sociales en la toma de las decisiones sobre temas que los
involucra directamente, todo proceso hacia el socialismo se desviará
del curso que le dio su cauce. Sin libertad, todo intento por instaurar
el socialismo reproducirá la sociedad que se pretendió destruir. Es por
eso que creemos que no hay socialismo sin libertad.
Nuestra
lucha por el socialismo no es una mera conclusión idealizada de la
sociedad que queremos, sino que resulta de las múltiples experiencias
concretas que se dieron a lo largo de más de un siglo de fracasos por
parte de distintas corrientes que no han podido avanzar en sus intentos
por terminar con la explotación y la dominación entre los seres humanos,
y por lo contrario han perpetuado otras formas de dominación bajo
distintas investiduras.
En
esa lucha por el socialismo y la libertad, que es una lucha de largo
plazo, nuestra Organización Socialista Libertaria estará siempre
presente, inmersa en las luchas de nuestro pueblo, y en ese camino
ofreceremos nuestra militancia y todo nuestro esfuerzo por el logro de
la revolución y la construcción de un nuevo sistema, donde “el hombre no sea mas el lobo del hombre”.
Nuestra visión de la organización política
Pensamos
a la organización de las fuerzas libertarias como una herramienta
potenciadora de los esfuerzos de todos y cada uno que la integra. Esta
concepción de la organización plantea que toda acción militante
es esencial y necesaria en el curso de la revolución, que todo
libertario posee en su accionar una fuerza latente, pero que esas
fuerzas fraccionadas, divididas y carentes de un proyecto político en
común, no logran desarrollar su potencial real sino cuando estas fuerzas
se organizan específicamente para obrar en conjunto con unidad
ideológica, estratégica y programática. En esta ventaja de la fuerza
organizada respecto a la fuerza dispersa se basa la capacidad de una
mayor incidencia de los anarquistas en el campo popular y por tanto en
la lucha de clases.
Nuestra
organización es concebida como una libre unión de militantes que
procuran un mismo fin y que para esto discuten, analizan y adoptan una
base de acuerdos mutuos, el cual se expresa en un proyecto que les
permite a sus integrantes actuar mancomunadamente a corto y largo plazo y
en tal sentido desarrollar una acción y una práctica política orientada
sobre bases comunes. Es así una herramienta
de crítica, propuesta y acción transformadora desde la realidad
social-histórica en la cual hoy nos toca vivir y actuar.
La
OSL es entendida como una organización de intención revolucionaria.
Esta concepción se expresa en la apuesta de adoptar, construir y
desarrollar una estrategia de ruptura con el sistema imperante y que en
este proyecto que supone la superación del actual orden social, se
antepone y se postula la construcción de una nueva sociedad antagónica a
esta. Somos, en tanto una organización de la corriente político
ideológica del anarquismo que pretende una transformación radical del
mundo en que vivimos, parte del espacio de izquierda clasista y de
intención revolucionaria que piensa y trabaja por la revolución social.
Nuestra
práctica política jerarquiza ante todo el trabajo de base,
identificados con la militancia de inserción social y la lucha
organizada, se desarrolla en la ligazón con nuestro pueblo, y solo desde
el fortalecimiento de ese vínculo, de esa tarea de militancia constante
y comprometida, entendemos que servimos a la causa de liberación de
nuestro pueblo.
Nuestro rol en las luchas populares
Como
socialistas libertarios, creemos que nuestra organización no es un fin
en sí mismo. Lo que le da validez como herramienta es si su accionar
aporta al proceso revolucionario y por lo tanto a organizar las fuerzas
de nuestra clase, para que esta construya capacidad de lucha para llevar
adelante un proceso de transformación social, y no podemos pretender
esto sino es a partir de un verdadero anclaje en lo social y nunca
imponiendo nuestro proyecto como secta iluminada.
Concebimos
a las organizaciones sociales de nuestro campo popular que se crean y
desarrollan en los distintos frentes de lucha donde el pueblo afronta
las contradicciones de clase, como espacios donde se construye el poder
popular y donde como clase nos debemos nuclear para dar la lucha
colectiva en pro de mejores condiciones de vida, donde también se debe
comenzar a construir hoy la sociedad que se busca y se anhela para el
mañana. Entendemos a las organizaciones sociales
como expresión y germen del poder popular, como las verdaderas fuerzas
sociales que materializan la acumulación política para torcer la
correlación de fuerzas entre las clases y por tanto elemento
imprescindible para una estrategia de quiebre y cambio social
Y
esa obra es de los oprimidos todos, el papel histórico que tienen los
pueblos no debe, ni puede ser sustituido y/o reemplazado por ningún
colectivo, organización o partido político. Es por tanto desarrollando
el poder popular, es decir: socializando el poder político como forma de
articular las fuerzas de nuestra clase que transitaremos hacia la
construcción de lo nuevo, sin tener esto en cuenta, ninguna revolución
que pretenda transformar la sociedad desde una perspectiva genuinamente
socialista podrá llegar a sostenerse.
Es
así que entendemos que los socialistas libertarios organizados tienen
el rol de dinamizar las luchas populares, apoyando los procesos de
concientización y organización para el cambio social, pero a la vez
tenemos siempre claro que en esa obra, solo el pueblo, y no otro,
marcará su camino. Nuestro rol entonces es fortalecer a las
organizaciones sociales desde una perspectiva libertaria, clasista y
revolucionaria, porque sin pueblo organizado no hay revolución posible y
sin esta condición necesaria e imprescindible no habrá un nuevo mañana.
El legado presente de los que lucharon siempre
Nuestra lucha es desde abajo,
desde los diversos frentes y junto a los que luchan siendo de estas
mismas tiendas ideológicas o de otras pero que están de este mismo lado
de la vereda, y esto nos compromete sí a hacer nuestro y defender el
legado y sacrificio de los Mijjail Bakunin, Erico Malatesta, de los
Néstor Makno, Buenaventura Durruti y Flores Magón entre tantos otros
compañeros y compañeras que entregaron la vida por los ideales
libertarios y por la revolución. Identificados sobre todo con los
hombres y mujeres de nuestro pueblo que forjaron nuestro campo popular y
construyeron la resistencia libertaria en nuestro país, recordamos
entonces en este tiempo a los Adrián Troitiño, Joaquin Hucha, Juan
Llorca, José Castelli, a
las María Collazo, Virginia Bolten y Juana Rouco, a los León Duarte y
Gerardo Gatti, a los Idilio de León, Heber Nieto y a las Elena
Quinteros, y en ellos contemplamos a tantos cientos de hijos del pueblo
que murieron peleando y por eso están presentes. Nuestros guerreros
siguen de pies, y como en muchas herramientas del campo popular nuestra
OSL también toma su legado y el compromiso de continuar su lucha.
Pero también transitamos,
compartiendo su espíritu revolucionario, el camino de quienes tanto nos
enseñaron con su ejemplo militante. Entonces conscientes de las
consecuencias asumimos el riesgo de los Raúl Sendic, los Che Guevara,
Emiliano Zapata, de los Sandino y Camilo Cienfuegos entre tantos otros
que enfrentaron al enemigo y se hicieron carne de cañón en pro de la
liberación de los oprimidos.
Cuando
hoy se festeja el bicentenario de cuando el pueblo oriental se levantó
contra el invasor, buscando frenar la mano a los malos extranjeros y
peores criollos serviles al colonialismo, se hace vaciando de contenido
la historia y a la par transando con los poderosos a mano tendida. No
nos emula el culto al héroe de bronce o el jefe militar de los
orientales como se rinde homenaje desde las esferas parlamentarias y las
FFAA, pero si aquella gesta protagonizada por gauchos matreros, indios
rebeldes, esclavos fugados y familias que habitaban la campaña, que de
esa forma alzaban el grito de libertad. Más allá de las causas que
impulsaron aquellas luchas, tomamos el ejemplo vivo de la rebeldía de
nuestro pueblo que no nació manso contra la injusticia.
Nuestra organización nace de la esencia y el legado de las
primeras sociedades de resistencia y federaciones, desde el Centro
Internacional de Estudios Sociales y la FORU (Federación Obrera Regional
Uruguaya), herramientas que forjaron las luchas y cimentaron los
orígenes mismos del movimiento obrero y popular en nuestro país, y que
permanece latente como bandera roja y negra y paradigmas de lucha hacia
el socialismo. La 1º huelga general en Uruguay de 1911
donde el movimiento obrero enfrentó a las patronales dejando el claro
mensaje de que las conquistas se logran con lucha y organización; y la
influencia del 1º Congreso del Pueblo del 1965 que se expresó contra el
imperialismo y la oligarquía, pero también estamos contra el capitalismo
y la burguesía local o extranjera porque la lucha no es entre nación /
imperio, sino entre explotado / explotador, oprimido / opresor. La lucha
de clases continúa siendo el motor de la historia.
Y
con esas luchas históricas pero comprometidos con el presente, al
cumplir 4 años de sus comienzos, nuestro proyecto socialista libertario
abre hoy una nueva etapa como Organización Socialista Libertaria,
compuesta de militantes anarquistas algunos incorporados recientemente a
las luchas sociales, otros en la lucha desde hace años y que en esa
experiencia acumulada y comprometida con las causas populares, desde los
barrios y medios de comunicación populares, emprendimientos productivos
cooperativos y sindicatos, centros estudiantiles y trabajando en la
tierra, reafirmamos los acuerdos sobre principios orientadores e ideas
fuerza ya alcanzados, e incorporamos otros como necesarios para
proyectar nuestra militancia en la impostergable lucha hacia un mañana
mejor, ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.
SALU COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS
AVANZAMOS CON ORGANIZACIÓN Y LUCHA
POR EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD
ORGANIZACIÓN SOCIALISTA LIBERTARIA - URUGUAY