23 de Enero de 2011
Diego Sebastian Petrissans y Leandro Sebastian Morel fueron
detenidos el 23 de Enero del 2006, acusados del robo a la productora televisiva
Ideas del Sur, propiedad de Marcelo Tinelli.
Fueron llevados a juicio
en ese mismo año, siendo condenados a 10 años para Diego y 11 años para
Leandro, a quien no le encontraron ninguna prueba en los allanamientos y
tampoco fue reconocido en la primera rueda de reconocimiento, pero recae sobre
el la ley de presunción de culpabilidad, o sea, ante la duda, es culpable.
Fueron alojados en la
cárcel de máxima seguridad de Marcos Paz. Durante esos años han afrontado y
luchado contra los constantes atropellos del servicio penitenciario y las
arbitrariedades de la institución judicial que mantiene encerrada a su antojo a
cientos de personas.
Diego participa allí en
el inicio de una biblioteca de libros sobre anarquismo y demás, con material
que le acercan sus compañerxs desde fuera (proyecto que no se acabo debido a su
traslado). Participa de huelgas de hambre y pone de manifiesto su solidaridad
con otros presxs anarquistas y rebeldes de todo el mundo. Y también consigue
que le rebajen su condena a 8 años y 6 meses.
En Marzo de 2009, Diego
es trasladado al penal de Villa Devoto, dada su condición de estudiante
universitario dentro de la cárcel. Allí participa activamente del Centro
Universitario de Devoto y sigue participando de huelgas de hambre y otras
iniciativas solidarias.
En Febrero de 2010
Leandro es trasladado a la unidad nº 7 de Chaco (máxima seguridad) donde se
encuentra hasta el día de la fecha, esperando aun conseguir el nivel necesario
para sus salidas transitorias que según los tiempos establecidos con respecto a
las penas ya se les deberían otorgado hace bastante tiempo.
En septiembre de 2010
Diego recibe una orden de detención por
una acusación por supuestos secuestros virtuales realizados desde la cárcel.
Dicha investigación derivaría en el allanamiento al pabellón 13 de
universitarios, y una semana después, el allanamiento al Centro universitario
de Devoto y el posterior traslado del compañero al penal de Marcos Paz, que
para ese momento había iniciado junto a seis compañeros mas una huelga de
hambre (que duraría 54 días) como protesta contra esto y exigiendo la
restitución del funcionamiento del CUD.
Al día de hoy Diego se
encuentra imputado en esta causa bajo ninguna prueba que lo incrimine.
Han pasado poco más de
cinco años de la detención de los compañeros, aquel 23 de Enero fue para
algunos de nosotros un duro golpe. La situación era difícil. Más allá de la
presión de los enemigos, la indiferencia de la gente, los supuestos, las
conclusiones, los comentarios, los miedos, pusieron freno a lo que podría haber
sido una respuesta coherente a la represión. No olvidamos que esos sucesos
fueron algo que no ocurría hace rato en nuestra región: el allanamiento a un
espacio como el Ateneo, las detenciones, la búsqueda de pruebas, los que aun
faltaban detener, etc. Los compañerxs mas cercanxs, algunos mas jóvenes, otros
mas grandes, tampoco teníamos una completa certeza sobre las cosas, o sea sobre
la magnitud de los hechos, no sabíamos hasta donde podía llegar el peligro. Las
cosas fueron saliendo como pudieron. Lamentablemente no pudimos seguir adelante
con el local y decidimos bajo la fuerza de la situación, terminar con el
proyecto y cerrarlo.
A los pocos meses
salieron a la luz los primeros comunicados sobre lo sucedido. Información sobre
lo sucedido, reflexiones sobre los hechos y sobre todo sobre la actitud
adoptada por los compañeros sobre este hecho puntual. Hubo algo que siempre se
critico y fue el silencio. Poco se decía
y se hacia por los compañeros detenidos.
Fue casi dos años después que la gente comenzó a tomar iniciativas
solidarias y a poner en discusión ciertos aspectos de la solidaridad con los
presos y sobre este caso puntual. Creemos que en el ambiente antiautoritario
nos queda aun mucho por aprender; lo sucedido hace cinco años en Buenos Aires,
no es lo mismo que esta sucediendo en Chile desde hace un tiempo, si bien los
hechos son lo mismo (allanamientos a espacios, detenciones, compañeros
perseguidos, etc.) creemos que la represión del Caso Bombas tiene un matiz mas
político, a lo mejor como fue en Italia. Y si bien los hechos de Avellaneda
sentaron un precedente, no se trata ni de presos políticos, ni de montajes [1],
ni nada que se le parezca. Sin posibilidad de
hablar de presos anarquistas, ni denunciar un montaje, ni crear campañas
especificas, etc. parece que se nos presenta una dificultad. Realmente esto
despertó también en nosotros ciertas reflexiones con respecto a la lucha contra
la cárcel.
Los últimos años han dado
que hablar con respecto a la realidad dentro de las cárceles argentinas: El 11
de Febrero de 2005 un motín en la cárcel de San Martín de Córdoba deja un saldo
de 8 muertos y 30 heridos; El 27 de julio del 2005 un
violento motín en el Penal de Villa Urquiza en San Miguel de Tucumán resultó
con varios presos heridos; El 15 de
octubre del 2005 mueren, producto de un incendio, 33 presos en la cárcel de
Magdalena; El 4 de Noviembre del 2007 otros 33 presos mueren por asfixia por el
incendio en un motín en la cárcel de Santiago del Estero; En septiembre del
2006 mas de 14000 presos se mantuvieron en huelga de hambre en 28 cárceles
bonaerenses y federales protestando contra la lentitud de la justicia para
dictar sentencia a los detenidos (actualmente mas del 80 % de la población
carcelaria se encuentra detenida sin haber sido juzgada); En 2008 la
procuración penitenciaria recibe mas de 1700 denuncias de presos y familiares
por torturas y malos tratos en las cárceles bonaerenses; En marzo del 2010 otra
huelga de hambre masiva en varias cárceles reclama reformas en las leyes
penales y procesales. Muere un preso con HIV a causa de la desatención médica.
En Octubre comienza la huelga de los presos universitarios de Devoto por los hechos
antes mencionados…
Entre muchísimas otras
cosas, fue y es en ese contexto de la situación de las cárceles que venimos
generando una agitación por los compañeros. Logramos en todo este tiempo un
lazo de apoyo y solidaridad directo con ellos y hemos conocido un poco más de
cerca la realidad de las cárceles argentinas y también conocimos a otros presos
con un espíritu de lucha y solidaridad muy fuerte.
El camino fue y será
largo y difícil, pero seguimos adelante, esperando por fin, ver en la calle a
nuestros compañeros.
LIBERTAD PARA DIEGO Y
LEANDRO.
LIBERTAD PARA TODXS LXS
COMPAÑERXS
VIVA LA LIBERTAD, MUERAN LAS
CARCELES.
Enero
2011, Anarquistas del Río de la
Plata.
[1] Recordamos de todas
formas que Leandro fue condenado sin pruebas y que lo vinculen al robo, y que
fue reconocido recién en la segunda rueda de reconocimiento… presunción de
culpabilidad. Más que montaje, esta es la justicia y la ley misma.