jueves, 27 de febrero de 2014

Ese nubarrón llamado Nuevo Paradigma


Luna
25.02.2014

Hay muchas palabras que se ponen de moda, corren como ríos por todos los ámbitos de la sociedad desde el académico hasta la calle. Por último estas palabras son adoptadas en casi todos los discursos, tanto de izquierda como de derecha y se terminan utilizando como una suerte de comodín sin que nadie se interrogue, acerca del concepto que las mismas encierran.
A modo de introducción, la palabra paradigma proviene del griego "paradeigma" y que significa : modelo, ejemplo, patrón : Si se habla de "nuevo paradigma" hay que traducirlo como que se trata del nuevo orden, el pensamiento único, el fin de la historia.
Por el contrario si decimos distintos paradigmas, estaríamos admitiendo la existencia de la diversidad del pensamiento y de las realidades concretas. ¿Quienes hablan del nuevo paradigma? pues son los voceros mismos del sistema actual imperante, la academia en primer lugar, el arte postmoderno, etc. También estos conceptos de alguna manera se vuelven virales y terminan circulando, impregnando también a los movimientos sociales. ¿Que se nos quiere mostrar cuando se habla de nuevo paradigma?
Sino que el mundo cambió, que ahora no es lo mismo que antes, que asistimos al fin de la historia, que son posibles nuevas construcciones de sociedad integrando el todo y a todos, que no se puede pensar más en términos de oposiciones, en fin que ahora debemos ser inclusivos y que el cambio está antes que nada adentro de nosotros mismos.
Vamos por partes: el mundo cambió y todo cambia de forma incesante; nada nuevo por aquí entonces; ? Que hoy no es lo mismo que antes: si y no ; las sociedades evolucionan , se vuelven más complejas eso sí.
No han descubierto nada nuevo, ya lo sabemos todo es dialéctico. ? ¿Que la historia termino? ¡Eso sí que no! todavía esta humanidad mal que bien sigue andando. ? Que las cosas no son siempre blanco o negro: es cierto pero que hay contradicciones en grados diferentes y antagónicas también. ? Por último, nos parece que nada está primero o segundo, que quienes proponen un cambio deben ser coherentes entre el discurso y la praxis lo más posible eso sí, y que tiene que ver con la ética; un faltante importante en todos los ámbitos de las sociedades, en especial en lo político.
El nuevo paradigma es entonces tal cuál se lo promueve: el modelo a imponer, el nuevo orden, el pensamiento único, entonces todo lo que se le oponga representa el mal y hay que eliminarlo.
Estaríamos entonces en nuevos preámbulos fascistas; el nuevo paradigma de no saber, de no pensar genera incertidumbre y con ella se instauran las formas binarias de pensamiento o de no pensamiento. Algunos dirán la eterna lucha entre lo que representa el bien y lo que representa el mal.
Si nos ponemos a problematizar hoy sobre este concepto es porque esta idea se ha extendido mucho en estos tiempos en los movimientos sociales; como que todos podemos estar o debemos estar juntos, unidos o aglomerados en torno a unos objetivos que si no son de todos mejor que ni se nombre o que no se piensen, o sea el famoso consenso que nos conduce a la nada.
Aquí es en donde vemos el logro de esta forma de imponer un solo modelo que baja directamente desde aquellos centros de poder a los que no les interesa que exista pensamiento. Conste que compartimos enteramente la horizontalidad como modalidad de funcionamiento, pero no al punto de volvernos inoperantes; conste también que compartimos la idea de tener algunas ideas guías con las cuales transitar dentro de las luchas sociales.
Sin ello nos parece que arriesgamos adentrarnos en una zona nebulosa que impide absolutamente todo logro, todo avance o madurez. Obviamente se pueden hacer distintas lecturas de los movimientos u organizaciones sociales o de las rebeliones actuales, pero en todo caso podemos constatar que los movimientos o estallidos se producen con mucha fuerza, pero duran poco y terminan por desaparecer. Son puntuales, casi espasmódicos.
Se puede ver en todo caso que la acumulación de tensiones puede terminar en un estallido "en contra" de algo, pero lo que no se ve son las propuestas, los proyectos de nuevas construcciones de sociedad. ¿Por qué? tal vez por esto de que las indefiniciones son la conducta más adecuada en la era del "nuevo paradigma". Esto justamente termina matando toda posibilidad de cambio.
El nuevo paradigma es esto y nada más que esto: la era del vacío, de la nada. ¿Porqué decíamos más arriba que ello nos lleva de la mano a una sociedad fascista?
Justamente por lo que vemos que se produce cuando no hay ideas, no hay propuestas, no hay construcciones; es la derecha que termina embanderándose con los descontentos pero no para el cambio de sociedad, si no para perpetuar la dominación de clase.
Sí, tocamos acá el viejo tema de las alianzas de clases y sus consecuencias que lamentablemente se siguen reproduciendo. El que defendamos la tierra por ejemplo puede ser de coincidencia pluri clasista, mientras no se aclare ¿qué tierra defendemos: a la Pachamama no alambrada o a la tierra del latifundio y la propiedad privada?
De todo esto debería surgir la inquietud de arriesgar propuestas y proyectos de sociedad, dado que ningún movimiento se construye en torno a la nada. Esto implica pensar y no solo actuar, no es una cuestión de métodos; si es por ello hoy es lo que menos confiere un carácter revolucionario a una revuelta
. Ahí tenemos el ejemplo de Ucrania por citar uno; hoy las derechas se movilizan mientras las izquierdas o los movimientos sociales quedan sin respuestas.
Peligroso el nuevo paradigma, todo como en botica; no se pueden trasladar de forma mecánica las teorías del caos y el pensamiento complejo a lo político y lo social por que son planos distintos.
La horizontalidad, la comunidad, la libertad concebida para el colectivo están planteadas desde hace mucho tiempo y antes que las teoría complejas está por ejemplo el pensamiento libertario abierto y cuyo eje es la libertad o el marxismo como teoría de análisis económico aun vigente.
Una cosa es la diversidad del todo vale y otra cosa es la diversidad dentro de las afinidades de pensamiento.