jueves, 13 de febrero de 2014

Unabomber: David contra el Goliat tecnocrático


Roberto Menor Román
Libertad significa tener poder, no el
poder de controlar a otra gente sino el poder de controlar la propia vida
(Manifiesto de Unabomber)



  • • Tras el artesano de la muerte







Los agentes del F.B.I. no llamaron a la puerta de madera antes de entrar, uno de ellos se adentró en la cabaña y  dijo educadamente: “Ted tenemos cosas que hablar”. Ese día, el 3 de abril de 1996, terminaba la más larga de las búsquedas de la historia de los EEUU, atrapando al asesino en serie que América conocía con el sobrenombre de Unabomber, versión reducida de University Airlines Bomber.

El proceso contra Theodore John Kaczynski se abre en Sacramento, California; contaba con la edad de cincuenta y cinco años cuando fue acusado de haber matado a tres personas y haber herido a otras veintitrés mediante el envío de cartas postales por correo. Aparecía ante los medios un hombre con barba y mirada ausente declarándose inocente y encarando la pena de muerte.

Corría el año 1969, la universidad de Berkeley bullía en manifestaciones contra la guerra de Vietnam, a favor del tercer mundo y en contra del entonces gobernador de California Ronald Reagan. En medio de todo esto un joven profesor de matemáticas dimitía y desaparecía del mapa sin dar ninguna explicación.

Proveniente de una familia de clase media de Chicago, Ted Kaczynski se revela como un niño prodigio con coeficiente intelectual fuera de lo normal, aunque poco sociable. A los dieciséis años ingresa en Harvard y a los veinte se diploma, seguidamente se hace profesor de matemáticas en la Universidad de Michigan donde ejercerá durante cinco años. En el año 1967 despuntaría con su tesis siendo de inmediato reclutado por la Universidad de Berkeley, que disponía del mejor departamento de matemáticas del país.

Nadie entendería sus actos, pero ajeno a todo acontecimiento del campus cruzaría la universidad como un fantasma para presentar su dimisión sin dar explicación y esfumarse sin dejar rastro alguno, ninguna foto ni firma que lo identificase en ningún registro. No obstante, realiza varios trabajos antes de asentarse definitivamente en Lincoln, Montana. Había comprado un pequeño terreno donde se construye una cabaña de madera y decide vivir de la caza, sin ninguna ventaja del mundo civilizado, nada de agua corriente ni electricidad, para desplazarse usaría una vieja bicicleta, y la única comunicación con el mundo vendría de sus padres, que cuando querían verle debían mandar las cartas con una marca roja indicando así que se trataba de algo importante. Allí se refugiaría durante más de veinte años en el más completo anonimato (Chase,  2000).
Mientras tanto, en el mundo del hormigón y del tubo de escape, y pronto de Internet, la vida seguía su curso. Pero en mayo de 1978 dos paquetes explotaban sin causar ninguna víctima, comenzaba así una serie de atentados que se espaciarían en el tiempo llegando a cobrarse la vida de  tres personas y  herir a otras veintinueve, Kaczynski encaraba una campaña bomba que duraría diecisiete años. La mayoría de los atentados fueron a centros de experimentación tecnológica de universidades. Por esto, y habiendo herido al presidente de United Airlines con un libro bomba, el FBI lo denominó con el término policial Unabomber.

En 1995 nuestro protagonista contacta con el New York Times y el Washington Post para proponerles  el fin de los atentados a cambio de publicar su manifiesto, a lo que finalmente acceden presionados por las autoridades que ven una posibilidad de que alguien reconozca su estilo, como ocurriría posteriormente, cuando David Kaczynski lee esto en el periódico encontrándolo muy similar a las cartas que enviaba su hermano. Es entonces cuando decide entrar en contacto con el FBI, que comienza una campaña de seguimiento hasta que en el mes de abril encuentran la guarida de quien tantos años había conseguido burlarlos; en ella dos bombas en construcción, tres máquinas de escribir con textos sobre el declive de la Revolución Industrial y algún manual de Shakespeare. Tras esto su hermano David Kaczynski recibía la recompensa de un millón de dólares, que es lo que valía la cabeza de su hermano, de la cual entregó la mitad a los familiares de las víctimas.

A la postre, Theodore Kaczynski se declararía culpable de ser Unabomber, el ermitaño ponebombas, a cambio de una condena a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional (Waits y Shorts, 1999)


  • • El manifiesto


El manifiesto, de estilo seco y directo, se publicaba con el nombre de  La sociedad industrial y su futuro. Según los expertos, parte de una perspectiva catastrofista que continúa  la línea crítica contra la tecnología del sociólogo francés Jacques Elull. Desde luego, esto es patente ya en el comienzo del escrito: “La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana” (Kaczynski 1994, Párrafo 1) Tras este axioma inicial Kaczynski desarrolla la idea de una lucha contra el sistema económico-tecnológico y no tanto una lucha política ya que esta sería una consecuencia más que una causa. Las máquinas deben ser destruidas y los manuales quemados, sea cual sea la sociedad que resulte estará próxima a la naturaleza, porque ante la ausencia de tecnología no cabe otra forma de existencia. 

Sostiene más tarde que no hay ninguna ley que nos imponga ir a trabajar todos los días y que nos someta a las órdenes de un patrón, legalmente no hay nada que nos impida ir a vivir a la naturaleza como los animales primitivos. Comienza también analizando lo que denomina el izquierdismo moderno y cómo se encuentra fragmentado en una amalgama heterogénea: “Pensamos principalmente en socialistas, colectivistas, políticamente correctos, feministas, activistas por los homosexuales y los discapacitados, activistas por los derechos de los animales. Pero no todos los que están asociados en uno de estos movimientos es un izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto un movimiento o una ideología como un tipo psicológico”(Párrafo 7) A grandes rasgos, lo que viene a decir es que el edificio del izquierdismo moderno se apoya sobre dos columnas psicológicas: un sentimiento profundo de inferioridad y la sobresocialización, a los que son sometidos los individuos. Al modo de ver de Kaczynski, un  izquierdista arremete contra todo lo que parezca exitoso o fuerte debido a su complejo de inferioridad y de ahí proviene su identificación con las minorías. Además los supuestos rebeldes de izquierdas están tan socializados que sienten una pulsión a subvertir el exigente código moral ya que es una forma más de crueldad infligida por la sociedad: “La violencia es para ellos una forma de liberación. En otras palabras, cometiendo violencia atraviesan las restricciones psicológicas que han sido experimentadas en su interior” (Párrafo 30).  Para poder alcanzar los deseos de nuestra libido todo hombre o mujer debe atravesar por un “proceso de poder” que tiene cuatro elementos: finalidad, esfuerzo, logro de la finalidad y autonomía. La historia nos enseña que los aristócratas ociosos tendían a ser decadentes, “normalmente se convertían en aburridos, hedonistas y desmoralizados, incluso aunque tuvieran poder”(Párrafo 34). En la sociedad industrial moderna el hecho de cubrir las necesidades básicas requiere un esfuerzo tan mínimo que la vida se ha llenado de actividades sustitutorias, tales como coleccionar sellos, hinchar los músculos e incluso el trabajo científico, de ahí la insatisfacción constante. La mayoría de la gente pasa a través del proceso de poder teniendo una finalidad y alcanzándola adquiere autoestima , mientras que cuando uno no tiene las oportunidades adecuadas para pasar a través del proceso de poder aparecen síntomas como aburrimiento, desmoralización, sentimientos de inferioridad, derrotismo, frustración, hostilidad... En este sentido, se nos advierte como la sociedad de consumo desordena nuestro proceso de poder:“Dividimos los impulsos humanos en tres grupos: (1) aquellos impulsos que pueden ser satisfechos con un esfuerzo mínimo; (2) aquellos que pueden ser satisfechos pero sólo con el coste de un esfuerzo serio; (3) aquellos que no pueden ser satisfechos adecuadamente, sin importar cuanto esfuerzo hagamos. Cuantos más impulsos haya en el tercer grupo habrá más frustración.” (Párrafo 59).  El ciudadano ejemplar debe perseguir toda un abanico de necesidades creadas por la publicidad para poder atravesar el proceso de poder, pero la cuestión es la siguiente:  ¿Es un proceso exclusivo de la sociedad de mercado o podríamos remontarnos en el tiempo? Ciertamente no se puede aseverar que la acumulación de riquezas sea una condición propia del ser humano, ya que han existido muchas culturas en las que los bienes materiales tenían un valor simbólico y otras en las que las adquisiciones materiales eran  más importantes, por lo que seguramente no es un fenómeno exclusivo de nuestra sociedad, aunque sí está claro que la industria ha jugado un papel importante en el desarrollo de esta cultura. Uno de los problemas del mundo postmoderno es la falta de verdades, de objetivos, que está provocando que las sociedades de bienestar no consigan llenar el vacío intelectual y existencial en que se encuentran. Vivimos inmersos en una crisis de identidad que impide saber con certeza donde ubicar los verdaderos peligros del mundo, lo que Unabomber achaca a que mucha gente satisface su necesidad por el proceso de poder identificándose con una organización poderosa o con un movimiento de masas, acogiendo sus finalidades como propias, algo que por ejemplo supieron aprovechar en su momento nazis y comunistas. Pero para atravesar el proceso de poder con finalidades reales hace falta tener poder sobre la propia vida, siendo esos los parámetros principales en los que Unabomber concibe la libertad. Nuestra sociedad tecnocrática y la lógica que la envuelve es más proclive a pensar en términos de rentabilidad: “El grado de libertad personal que existe en una sociedad está más determinado por la estructura económica y tecnológica de la sociedad que por sus leyes o por su forma de gobierno” (Párrafo 95), lo que indica que no se puede cambiar profundamente el sistema si no se destruyen sus cimientos, la lucha entonces debe encararse contra el sistema tecnológico y el cambio político, por tanto, será una consecuencia. Además, el poder político y la prensa se encuentran mediatizados por los intereses de la industria, por los intereses particulares, donde se ejerce todo tipo de censuras, bien mediante el exceso de información o mediante métodos tradicionales. Así, en caso de que algún elemento disidente fuera publicado no atraería a muchos lectores debido a la sobriedad característica de este tipo de literatura: “A fin de presentar nuestro mensaje ante el público con alguna oportunidad de crear una impresión duradera, tuvimos que matar gente”(Párrafo 96)

En efecto, bien resulta pensar que la tecnología no puede ni debe ser un fin en sí mismo sino un medio de progreso social, las sociedades deben aprender de los errores del pasado para no degenerar, pero para Unabomber, aún estando en la mejor de las sociedades posibles el grado de complejidad que alcanzará la tecnología impedirá que sean gobernadas por humanos, y si lo fueran sería el privilegio de una minoría, el resto serán domesticados o eliminados, nadie sabe, tal y como se explica en el manifiesto no se puede hacer una separación entre una parte buena y una parte mala de la tecnología, pues se trata de un sistema complejo en el que todas las partes están interrelacionadas. Por tanto, el sistema nunca avanzará a favor de la libertad debido a que la tecnología  es una fuerza social más poderosa que la aspiración de libertad, de tal modo que la esfera de la libertad se irá reduciendo cada vez más, de ahí la necesidad de acabar con el sistema tecnológico. Además, se impone una idea de la libertad basada en convenciones sociales que la mayoría usamos de manera inconsciente, una concepción de la libertad basada en el progreso o en finalidades colectivas, pero que en cualquier caso no se trata más que de la manipulación de unos frente a otros: “¿Qué libertad tiene uno si sólo puede ser usada como algún otro prescribe? La concepción de libertad de FC (Unabomber) no es como la de Bolívar, Hu Chang u otros teóricos burgueses. El problema con tales teóricos es que han hecho del desarrollo y la aplicación de teorías sociales su actividad sustitutoria” (Párrafo 97) Digamos que la libertad debe ser restringida en una sociedad industrial, el comportamiento de los individuos debe ser ajustado a las necesidades del sistema, no hay ninguna ideología, simplemente nos amoldamos a necesidades técnicas. Es un hecho evidente que las sociedades actuales tienden a homogeneizarse, poco importa tu religión o tus costumbres cuando enciendes un ordenador, vas a un banco o a un supermercado, en ese caso todos somos iguales. De este modo la presión del sistema sobre el individuo irá en aumento según sus necesidades incluso modificando su comportamiento o estructura genética. Para ello el sistema se servirá de drogas, videocámaras, ordenadores e incluso el sistema educativo…  

Al finalizar el manifiesto Kaczynski presenta el esbozo de una posible sociedad futura en la que las máquinas toman el poder debido a la gran dependencia adquirida hacia ellas. En el mejor de los casos los hombres dominarían las máquinas propias, si bien los grandes sistemas estarían en manos de elites que podrían usarlos para exterminar o manipular a las masas. Como mucho terminaríamos desarrollando inmensamente la industria del sector servicios debido a una mano de obra liberada por la creciente maquinización del sistema productivo, lo que devendría en una humanidad domesticada sin ninguna posibilidad de atravesar por el proceso de poder. Para evitarlo se arguye una estrategia revolucionaria contra la sociedad industrial que incluye dos premisas básicas, promover por un lado la tensión social para inestabilizar el sistema y propagar por otro una ideología contra éste. Como contrapuesta a la tecnología se postula la naturaleza salvaje, una mixtura de ideología y religión para conseguir las finalidades del movimiento. Una vez que el mundo y sus grandes corporaciones entren en tensión, los revolucionarios, una minoría decidida, deben precipitar los cimientos de este mundo y crear uno nuevo sin seguir ningún modelo ideal. Por último, concluye que toda la sociedad moderna debe ser abatida, consciente por otro lado de que un derrumbamiento súbito sumiría a la humanidad en un cataclismo que haría perecer a mucha gente, lo cual justifica diciendo: “No puedes comerte el pastel y al mismo tiempo tenerlo”(Párrafo 185).

Además del manifiesto, Kaczynski ha escrito otros textos. Uno de ellos es Golpear donde duele, artículo publicado por Green Anarchy, un periódico medioambiental radical,  donde llama a los revolucionarios a atacar la biotecnología, a eliminar por entero el sistema tecno-industrial, tachando de inútil las actividades de la mayoría de los radicales. En otro artículo, El buque de los necios, una parábola políticamente incorrecta donde a través de un alegoría en forma de relato da cuenta del problema del reformismo, representa un barco que va a chocar contra un iceberg, y mientras el capitán del barco advierte a la tripulación de su hundimiento y de la inminente necesidad de virar, éstos, cegados por su actividad reivindicativa, precipitan el barco hacia el desastre.


  • • Primitivismo, salvajismo y domesticación.

La verdadera y única libertad está en retomar el control individualmente o en el seno de un grupo pequeño, de los problemas fundamentales de la existencia: alimentarse, abrigarse y protegerse de las amenazas del medioambiente en el que se vive. (Unabomber)

La nostalgia de la barbarie como antiglobalización.  
(Gustavo Bueno)


Antes de adentrarnos en estos conceptos, cabría preguntarse: ¿Qué podemos delimitar como natural y qué como artificial? ¿Por qué demonizar lo uno y santificar lo otro?
Los primitivistas salieron a la palestra mediática tras la masiva protesta en contra de la Organización Mundial del Comercio en  Seattle. Se caracterizan por el insurreccionalismo y la acción directa. Su máximo exponente teórico sería John Zerzan (1994), que en su obra lleva a cabo una reescritura ideológica de la historia de la humanidad sirviéndose de los trabajos de algunos prehistoriadores, antropólogos y de filósofos con el fin de establecer una idea de qué es la humanidad. A decir verdad, utiliza los descubrimientos científicos para desarrollar su propia ideología; en ella establece que en realidad la caída de la humanidad comienza antes de la revolución industrial, es decir, con la asunción de la cultura simbólica, el lenguaje, el arte y la cifra, y hace una evaluación positiva de los cazadores recolectores paleolíticos apoyándose en autores como Bindford.

El salvajismo, por su parte, es más bien una actitud de oposición a la domesticación a la que nos somete la sociedad moderna, pero no difiere mucho de los postulados del primitivismo.

Por último tenemos el concepto de domesticación, que es ejercer un poder sobre el ciclo vital de cualquier especie, siendo el hombre el único animal que se ha autodomesticado, en el sentido de que controla todas las actividades relacionadas con las propias necesidades humanas: “Nuestras necesidades alimenticias son controladas por un sistema económico (por la producción y su comercio). Nuestra necesidad de hábitat es controlada a través del diseño de la vivienda y la ciudad. Nuestras necesidades sexuales son controladas por la moral, las políticas de población, las necesidades artificiales de la economía, anticonceptivos, etcétera” (Secuaces de la anarquía, 2005)

Al calor de estas ideas surge el anarco-primitivismo, un movimiento sustentado en el rechazo radical de la civilización industrial, a la que acusan de principal responsable de la alienación que pesa sobre la libertad humana. Entre sus principales enemigos está la cultura simbólica, la domesticación del medioambiente, cuya consecuencia es la formación del poder patriarcal, la división del trabajo y la especialización de las tareas. Critican además la ciencia moderna y rechazan la producción y la industrialización, así como la sociedad de masas.


  • Luddismo, neoluddismo y ecoterrorismo


En pleno siglo XIX unos cuantos grupos de trabajadores se rebelan contra las nuevas máquinas de tejer que estaban reduciendo la necesidad de mano de obra y  abarataban los salarios debido a que podían ser usadas por niños, de ahí su resistencia a las máquinas cuya existencia era la causa inmediata de su miseria. En medio de esta lucha se hicieron evidentes muchas de las limitaciones de la autogestión debido a la propia lógica interna de las sociedades basadas en la eficiencia y el progreso. Sin embargo, algunos activistas de un ecologismo radical y neoluddita han abierto una vía crítica a la sociedad patriarcal vinculada con la sociedad tecnológica que ha desnaturalizado nuestras vidas y ha supuesto un desastre ecológico. Rescatan por tanto a los viejos ludditas como precursores de la lucha contra la sociedad capitalista emergente.

De hecho la fabricación de tecnología necesita contaminar y explotar de forma internacional para vivir. Quiere decirse que en una sociedad anarquista no se podrá producir tecnologías complejas sin comprometer sus principios, y hay quien argumenta la inviabilidad de producción de tecnología compleja fuera de una organización que no contamine y explote: El corazón de un ordenador es el chip semiconductor que lleva dentro. Manufacturar estos chips requiere aproximadamente 400 pasos en un complicado proceso que empieza extrayendo el dióxido de silicio (silica). La silica es entonces calentada con carbón para formar dióxido de carbono y silicio (…)” (Castrado, 2006)  Efectivamente, hay quien sostiene que la división del trabajo puede sustituirse por la rotación, pero eso es porque no se han parado a pensar lo que eso supone, si lográramos coordinar un esfuerzo colectivo de ese calibre, tendríamos que cambiar de continentes constantemente dada la extrema complejidad del sistema productivo. En caso que así fuera, el coste de un simple ordenador sería muy alto debido a que el sistema productivo sería menos eficiente, mientras que de otro lado, cabría preguntarse si el hecho de poseer un teléfono móvil o un ordenador podrá compensar el día que el agua que bebes o el aire que respiras estén tan contaminados que no puedas usarlos.


  • •Un nuevo mito: el animal contra la máquina

Un libro publicado en diciembre de 1999, escrito por Dave Shors y Chris Waits, arguye que la persona escondida tras el seudónimo de Unabomber pudo haber estado motivado por el odio y la venganza, más que por afanes ecológicos. Sea como fuere, su manifiesto es ya todo un referente del ecoterrorismo y un elemento clave para comprender sus tendencias, además de ser uno de los textos fundadores de la cibercultura, junto al manifiesto cyborg de Donna Haraway. Lo cierto es que Ted Kaczynski se ha convertido en todo un ecomártir y está dispuesto a continuar su lucha contra el sistema en la cárcel, desde donde sigue colaborando con revistas como Earth First, Gear o Green Anarchy. Algunos incluso han decidido seguir sus tácticas de guerra de guerrillas como Italian Unabomber, apelativo dado por la prensa internacional a una serie de atentados acaecidos en el norte de Italia a lo largo de varios años.
  
Tecnofilia y tecnofobia son, por tanto, las dos actitudes sociales que se suscitan ante la ciencia y la tecnología. Y no cabe duda que Kaczynski es el típico caso de eremita tecnofóbico capaz de vivir al margen de forma silvestre. Pero su oposición a la tecnología no se debe a una fe ciega en las bondades innatas del hombre como Rousseau sino todo lo contrario. Unabomber busca la libertad absoluta mediante una revolución natural porque cree en la maldad y la violencia humanas como parte inalienable, de ahí su odio a la socialización y a los izquierdistas, uno de los mayores peligros de nuestro mundo. Su filosofía supone un retorno a las cavernas donde los seres humanos abrazan su estado de libertad natural sin complejos sistemas que lo atenacen y con capacidad de decisión sobre su propia existencia, un regreso al lirismo prístino, un nuevo comienzo para la raza humana que una vez se deshaga de la maquinización podrá encarar un futuro que contemple el sueño eterno de la libertad.
   
De alguna manera, Unabomber representa el mito bíblico de David contra Goliat, el solitario salvaje que decide enfrentarse al mundo entero; el antihéroe al que le diagnosticaron esquizofrenia paranoide se trasforma en referente de lucha contra un sistema depredador y futuro grillete de la raza humana, tema recurrente de la literatura fantástica y la novela de anticipación o en nuestro cine más contemporáneo, donde se adivina un desenlace poco halagüeño para los sapiens sapiens. Hay quien sostiene que el hombre del futuro será una mezcla entre animal y máquina; quizás ese futuro no esté tan lejano…


BIBLIOGRAFIA

Castrado, Infidel (2006). Producción improductiva. Obtenida el 15 de noviembre de http://caosmosis.acracia.net/?p=119
Chase, Alston (2000). "Harvard and the Making of the Unabomber." The Atlantic Monthly, 285, pp. 41-65.
Eggen, Dan y Dominic Gates (17 july 2002). “From the jail, unabomber finds a forum essay in newsletter pits prison rules vs. First amenamente claims”. The Washington post company.
Kaczynski, Theodore (1994) La sociedad industrial y su futuro. Obtenida el 10 de octubre de 2006 de http://sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html

Kaczynski, Theodore (1999) El barco de los locos. Obtenida el 2 de noviembre de 2006 de http://www.angelfire.com/folk/celtiberia/barcolocos.html

Kaczynski, Theodore (2002) Hit where it hurts. Obtenida el 10 de noviembre de 2006  de http://groups.google.com/group/alt.fan.unabomber/msg/2b4996916242a629?rnum=1

Publicación Secuaces de la Anarquía (2005) Salvajismo. Obtenida el 10 de octubre de 2006 de http://mx.geocities.com/cmlna/descargas/secuaces11.pdf
Ryan, John y Alan During (2003) Stuff: the Secret Lives of Everyday Things. Northwest Enviromental Watch.

Waits, Chris and Dave Shorts (1999). Unabomber: the secret life of Ted Kaczynski (his 25 years in Montana). Farcountry Press.

Zerzan, John (1994,) Futuro primitivo. Obtenida el 2 de octubre de 2006 de http://web.archive.org/web/20050307211155/http://es.geocities.com/anticivilizacion/zerzan_futuroprimit.htm