Partiendo de la base de que la vida no es mercancía y considerando que extendemos nuestro respeto y nuestra solidaridad más allá de cualquier especie, anteponiendonos a los valores antropocentristas que entienden al ser humano como medida y centro de todo es que se desarrolla esta campaña.
Con toda una lucha por delante es que consideramos necesario aclarar ciertos puntos, ciertos objetivos por los que nos movilizamos:
1. Que dejen de ingresar de inmediato animales al zoológico Villa Dolores, ya sean autóctonos o de otros territorios. Entendemos un zoológico como un espacio en el que no sólo se niega la libertad, sino que también se niega la vida, ya que a una vida vivida sin libertad no se le puede llamar vida. Ningún animal, sea cual sea su hábitat es herramienta de nadie.
Que la comercialización (legal e ilegal), el canje y el intercambio de animales como si fueran piezas de una colección sean frenados de inmediato.
2. Que el predio del zoológico Villa Dolores cierre sus puertas y deje de utilizar a los animales como medio de explotación.
Es una justificación que algunos utilizan la de que como el predio fue una donación que Alejo Rossell y Rius y Dolores Pereira realizaron al Estado el 28 de Octubre de 1912 con la condición de que se destinara a zoológico tenga que seguir actualmente funcionando lo mismo en el espacio y que cualquier intención de modificarlo se vería impedida por el testamento. Es más que claro que las leyes son constantemente modificadas a antojo y conveniencia de los políticos y que por lo tanto si no se cierran las puertas del zoológico y el espacio se utiliza para otra cosa es porque hay determinados intereses en juego.
3. Que los animales se reintegren a su hábitat natural y que los que no puedan, debido a su costumbre al cautiverio, sean trasladados a reservas donde realmente exista un hacer constante para que día a día vayan desarrollándose hasta ser reinsertados en sus respectivos hábitats.
Conociendo la complejitud del tema y sabiendo que algunos animales ya han sido perjudicados por el encierro es que consideramos que sean trasladados definitivamente a reservas donde culminen sus días de la forma más tranquila, lo más posible alejados del contacto humano.
Reconociendo a la I.M.M. y la DINARA (animales acuáticos) como principales responsables de que funcione el zoológico, decímos: ellos son los responsables, ellos son los responsables de sacar los animales de ahí.
Es necesario aclarar que no son sus condiciones la razón por la que nos movilizamos, sino la falta de libertad, las jaulas siguen siendo jaulas por más que sean más grandes y el encierro sigue siendo encierro por más que se lo adorne. Un zoológico, sea del tamaño que sea, siempre será la total negación de la libertad.
El logro de un mundo más libre es un camino que comienza ahora.
¡Este año cierra el zoológico!
Coordinación contra el zoológico.