"No olvide que los obreros son
los únicos productores de riqueza.
Somos nosotros, los obreros, los que
hacemos marchar las máquinas en las industrias,
los que extraemos el carbón y los
minerales de las minas,
los que construimos ciudades…
¿Por qué no vamos, pues, a construir y
aún en mejores condiciones
para remplazar lo destruido? (…)
a nosotros no nos dan miedo las
ruinas,
porque llevamos un mundo nuevo en
nuestros corazones.
Ese mundo está creciendo en este
instante"
Buenaventura Durruti
La
lucha continúa, porque la injusticia también lo hace. Y aunque en el Uruguay de
hoy la torta crezca, son poquitos los que se están llevando lo más grande. Para
el pueblo, las migajas, mentiras y por las dudas, represión. Y mientras las
desigualdades se profundizan, el discurso político y mediático se vuelve cada vez
más reaccionario y policíaco. Van al seguro de paro cientos de compañeros de la
industria textil, también van cientos de Pluna, pero el inversionista, aunque
la empresa se funda, siempre sale bien parado, sobretodo si tiene amigos en el
gobierno. La tierra se concentra en pocas manos y los agrotóxicos campean, pero
a los cañeros se les niega. Al pobre se lo criminaliza y margina, y se lo reprime
sin miramientos por ser pobre, y si además es joven, con más saña se le da. A
los que nos sirven basura a diario a través de las frecuencias de televisión se
les premia con privilegios legales frente a la competencia, pero a los compas
que laburan de sol a sol con su carrito, reciclando para llevarle algo de comer
a sus familias se los persigue... Por todas estas cosas seguimos en la lucha, y
luchando recordamos a los que nos precedieron y señalaron el rumbo, a pesar de
sacrificios y derrotas.