En América Latina en realidad no se están viviendo nuevos tiempos de cambios estructurales, si no que a lo que estamos asistiendo es a un reordenamiento de los poderes hegemónicos, tanto de las burguesías locales, como de los capitales transnacionales y de la hegemonía de los EEUU.
Los distintos gobiernos progresistas en el continente llegaron a ser gobiernos tan solo para perpetuar las formas clásicas de explotación capitalista, introduciendo algunas reformas más o menos socializantes pero sobre todo, lo que hemos visto es la implementación de políticas asistencialistas desde los estados, en el mayor de los casos con préstamos de los organismos financieros internacionales, tales como el BID.
En el discurso el gran combate es a la pobreza, pero en realidad a quien se combate es a los pobres.
Desde América del norte hasta el sur, lo que se han agudizado son las pésimas condiciones de trabajo, el desplazamiento de las poblaciones campesinas e indígenas y como resultado de ellos han crecido las periferias de las grandes ciudades.
Esto conlleva un aumento de las tensiones sociales.
La respuesta que se repite en todos los países es la creciente criminalización de la pobreza y también de la protesta.; uno de los grandes artífices de esta “obra” son los grandes medios de comunicación.
A ellos les corresponde el triste rol de señalar, deformar, mentir, omitir para finalmente ir instalando la figura del delincuente social o del radical inadaptado o infantilista. En buena parte de la opinión pública.
Los partidos políticos o coaliciones de izquierda en un largo proceso de “actualizaciones “ideológicas, fueron mutando a algo que no llega a ser ni socialdemocracia y menos socialismo, sino más bien una nueva gestión del capitalismo.
A esto se le llama izquierda responsable o pragmática.
¿Quienes necesitaban gobiernos así?
Las grandes corporaciones financieras y el o los imperialismo hegemónicos en especial los EEUU.
Otro componente importante en el nuevo mapa de América Latina son las multinacionales, que desembarcan para apropiarse de los recursos naturales con sus sicarios, matones a sueldo para actuar ahí en donde nos les resulte tan fácil hacerlo con total impunidad.
A ello se suma el interés por parte de los EEUU de recuperar el protagonismo hegemónico en el continente.
¿Cuál es el pretexto esgrimido para entrar en distintos puntos del continente?
Una es la guerra contra el narcotráfico y la otra es la asistencia a los distintos ejércitos nacionales para combatir al terrorismo.
En este panorama los gobiernos progresistas llevados al poder para ser articuladores de cambios sociales, deben moverse con muy poco margen para mantener un equilibrio a largo plazo.
En el transcurrir de los distintos mandatos, han ido perdiendo perfil ideológico, han desmovilizado o desarticulado a los movimientos sociales y por último ya han entrado en un momento de franca pérdida de confianza por parte de quienes los votaron.
En Uruguay podemos constatar como los propios dirigentes Frenteamplistas se muestran preocupados por la escasa participación de sus propios militantes.
Llegado a este punto se puede constatar el creciente debilitamiento de estos gobiernos y cuando se llega a ello lo que se produce es que las derechas, levantan cabeza y atacan.
Lo que ha sucedido con el presidente Lugo en Paraguay es algo parecido, en este caso los mismos con quienes pactó son los que le retiran el apoyo.
¿Que pasa con el pueblo paraguayo?
Aparentemente el mismo se encuentra entre la indiferencia y la resignación.
Este es el resultado natural se podría decir al cuál llegan todos estos procesos de “cambios” que en realidad no han sido más que de recambios temporales en la conducción política, que en un cierto momento es la que mejor le sirve al sistema capitalista imperante.
Ahora en nuestro país algunos sectores salen a apoyar a Lugo en la calle, justo el mismo día 27 de junio, fecha del 39 aniversario del golpe cívico militar del año 1973.
¿Casualidad? … Se sale apoyar a Lugo pero lo que resta invisible es la masacre a los campesinos, y nada se habla de los muertos que se siguen encontrado en Paraguay en los campos de soja; como tampoco nadie evoca tan siquiera la huelga de los trabajadores en el 73, en resistencia al golpe de estado en nuestro país.
El 27 de junio también había una convocatoria a manifestar condenando el golpe del 73, pero ello no mereció ni la más mínima mención por parte de los medios.
Resulta clarísima la intención de aislar y criminalizar a los sectores de luchadores sociales más comprometidos en nuestra sociedad.
Se puede constatar la estricta vigilancia y fichaje por parte de policías de particular que estas marchas tienen.
¿De dónde emanan las órdenes? Del ministerio del interior ¿verdad? ¿De este gobierno “progresista “verdad?
Que la cortina de humo que se ha creado ahora con el tema de la marihuana, no entierre a compañeros trabajadores presos políticos de este gobierno por ejemplo, y decimos presos políticos porque no están presos por ningún delito y porque en sus interrogatorios se les han formulado preguntas de orden político; nos estamos refiriendo a David, y al compañero Héctor Lacuesta ambos trabajadores del taxi.
Si citamos este ejemplo es porque son demasiados los acontecimientos que se van sucediendo, pero todo parece evaporarse rápidamente a la vez, de tal manera que al fin lo que se produce es la invisibilidad de lo que realmente está sucediendo.
Estos elementos son los ingredientes peligrosos, que suman fracturas y aislamientos en distintos sectores de la población.
No vamos a comparar el gobierno de Lugo con el de Mujica, pero ya mismo se puede ver como quienes pretenden capitalizar el momento de debilitamiento de la fuerza política del Frete amplio, es la derecha.
Ahora es que nos surge una pregunta; ¿cómo salir del pantano?, ¿cómo correrse de la lógica para la cual se preparan las fuerzas regresivas, o dentro de las cuales nos quieren hacer jugar?
Las respuestas a ensayar no son evidentes, en todo caso nada se debe hacer de lo que entre dentro de las lógicas previsibles del sistema.
En todo caso no hay que darle de comer a las fieras.
Como tampoco saldremos del pantano si las respuestas a los golpes “técnicos” solo sirven para reforzar la unidad nacional en pos de “más de lo mismo” es decir perpetuar el sistema capitalista porque lo que está por encima es la defensa institucional de las democracias.
Luna
Crónicas de Luna - Semanario Alternativas 28 06 2012