Como la fiebre, irrumpió la noticia. Pero, a diferencia de la fiebre, después no hubo ningún alivio. La noticia, desde la perspectiva de la comunidad negra, no fue buena. Los doce miembros del gran jurado en Ferguson, que investigaba el asesinato del adolescente negro Mike Brown, decidieron que no habría cargos ni acusación, a pesar del hecho de que Brown estaba desarmado. ¡No hay cargos!
El nombre Ferguson se suma a una vieja lista de lugares con nombres dolorosos, pérdidas y muertes de afroamericanos. Lugares como Birmingham, Philadelphia, y ahora Ferguson. Tendrá un significado en sí mismo.
Para los jóvenes, muchos de los cuales nacen al activismo, y se sinitieron obligados a salir a las calles a protestar contra el poder descontrolado de la policia y contra la impunidad legalizada, el desafío será cómo continuar, cómo seguir peleando e incluso cuál es la pelea.
Algunos, con el corazón roto, huirán de este feo episodio e intentarán, tal vez sin éxito, borrar estos recuerdos. Otros, se radicalizarán, convencidos de que este caso es la síntesis misma de la injusticia racista.
Pero Ferguson puede ser un punto de inflexión. Un punto de inflexión en un momento en que la nación eligió un camino equivocado.
Mumia Abu-Jamal es un activista y periodista afroamericano estadounidense, fue acusado por el asesinato de un policía y sentenciado a muerte en 1982. Desde ese momento está preso, y existe