Sí bien la que suscribe no cree, no deposita un acto de fe en el sistema de democracia representativa burguesa, las últimas elecciones internas de los partidos ameritan algunas reflexiones.
Contrariamente a lo que algunos anotan como una victoria del abstencionismo o sea: la baja concurrencia a votar, esto nos está mostrando varias otras cosas más que convendría tener en cuenta.
Los índices de votación y el no voto nos permiten hacer algunas aproximaciones de los porque. Esto nos despliega antes nuestros ojos un tablero del juego político en su realidad y también nos muestran un cierto estado subjetivo y objetivo de conciencia, de inconciencia o de confusión del conjunto de la sociedad.
Los votos anulados o en blanco por rechazo al sistema todavía está por verse si alcanzan a un dos por ciento.
Los votos por la “renovación” Frenteamplista apenas alcanzaron un 16 por ciento en su interna.
Los votos a grupos más chicos son insignificantes y en algunos casos no llegan ni al dos por ciento.
El descontento con muchas cosas de este gobierno no drena necesariamente gente hacia otras alternativas como podría ser la AP.
Los "votos prestados" en las últimas elecciones que fueron al FA, vuelven a su cauce, o sea a los partidos blanco y colorado, en especial retornan al Partido Nacional.
Esto nos da una mapeo de cual es el piso sobre el que caminamos; los límites del progresismo y la recuperación de los sectores tradicionales oligárquicos.
Pero sobretodo nos muestra el estado actual de la conciencia política de nuestra sociedad que para calificarla de algún modo podríamos decir que es al menos inmadura.
Todo indica que las opciones de cambio dentro del sistema se agotaron y que no hay lugar ni siquiera para planteos progresistas.
Lo que tenemos entonces son distintas opciones reales de derechas; unas tradicionales y otras un poco más agiornadas.
Esto nos lleva a pensar que en el campo popular solo tenemos tierra árida, a la cuál le falta nutrientes para alcanzar las buenas condiciones de siembra. Ni que hablar del poder popular ¡ por ese lado, es el vacío más absoluto ; solo hay puñaditos de personas que aun sueñan con ello o que oponen dignamente alguna resistencia.
El no voto, anulado o blanco no es necesariamente signo de mayor conciencia y tampoco está acompañado de una alternativa visible y bien plantada ante la actuál coyuntura.
Estos son factores a tener en cuenta porque es sobre esta realidad que debemos actuar dentro del campo popular. Vale decir lo adversa de la situación y la energía necesaria para seguir un camino de construcción de cualquier herramienta más o menos de importancia dentro de nuestro pueblo.
El adormecimiento de la gran mayoría ha crecido de la mano del progresismo y ahora estamos ante el triste constato de sus efectos. Más allá de que las elecciones representan hoy una nueva industria que mucho tiene que ver con las grandes empresas de publicidad.
En ese campo también estamos totalmente en cero, porque entre otras cosas faltaría analizar por ejemplo: el poder de la imagen y como manipula el sistema esos conocimientos para manipular, adormecer y perpetuar su dominio. Lo otro es la no visibilidad de la voz de los de abajo y del pensamiento crítico y aquí, en este aspecto también toca ver cuales son los canales que podrían contribuir a quebrar el cerco.
Para terminar debemos decir que el analfabetismo político no es fácil de revertirlo, tenemos la impresión de que las mentes han mutado. Quien dice mutación dice cambio en la sustancia constitutiva, en este caso del ser.
Estas son algunas de las reflexiones en estos tiempos, por supuesto sujetas a otras elaboraciones posibles y por lo tanto abiertas.
Interesante momento para instalar temas de debate como: el estado, la democracia, el capitalismo, el sistema electoral, las repúblicas, las alternativas socialistas, las comunidades y otras identidades ideológicas ,
Bienvenidos a nuestras páginas todos aquellos aportes que puedan contribuir a un mayor entendimiento de los procesos políticos desde el conocimiento.
Luna
03 06 2014