Golpe, el golpe, ¿qué es un golpe? Un golpe dicen es un cachiporrazo, un porrazo, un garrotazo; pues en definitiva es algo que cae encima de algo, de alguien.de nosotros. Un golpe es un levantamiento militar, una masacre una quita de libertades que ya eran relativas, un poder que se impone por encima de las grandes poblaciones.
Pero se quedan cortos los que definen a la dictadura como un golpe. Y que ella se concreta un día, una hora.
La hora señalada fue la de la resistencia.
Esa, forjada por décadas. Esa, ejercida sin mandatos. Esa genuina y fiel resistencia. Que a las 6 de la mañana, aquel miércoles 27 ocupó fábricas y liceos, oficinas y hospitales sin esperar a ningún dirigente. Porque la resolución de huelga estaba tomada.
Hay una memoria que no acepta la versión oficial de que la dictadura empezó solo con la disolución de las cámaras. Esa memoria que sabe que la tortura no empezó cuando me tocaron a mí. Que la cárcel, no solo fue cárcel cuando caí yo. Que la dictadura no solo fue dictadura cuando me ilegalizó. La visión de los vencedores de hoy, estos vencedores vencidos, hoy ensamblados en estos gobiernos del capital; pretenden reducir el rol de la represión. La escalada represiva fue hacia toda la sociedad aunque al principio se centró en los revolucionarios llegaron a todos los que reaccionaron.
Lo que sufrimos ayer y hoy es una Dictadura de Clase. Ayer durante el militarismo en el Estado, antes de él -como gobierno electo- organizó la dominación con escuadrones, asesinatos, estados de sitio, congelamientos salariales, hambrunas varias, torturas sistemáticas.
Y la dictadura es su después: como democracia recortada pero elegida, aclamada como salida. No derrotada, no, solo por contraponerla al terrorismo extremo del Estado con la dictadura militar, pasa a ser atractiva la demodura del después. Donde te venden la restauración de un estado de derecho mentiroso ignominioso que va a mantener lo que la dictadura recalcitrante logró.
El modelo reacomodado, la venta de las tierras, las multinacionales dueñas y señoras de nuestras vidas. La educación acorde, las leyes acordes…el pacto del Club Naval, la concertación, la ley de impunidad…
El sistema se reestructuró, no solo se produjo un desmantelamiento del movimiento popular, sino que se consolidó la violencia económica, social, carcelaria.
El mecanismo de dominación es otro: en 1984-85 mantienen la impunidad con el apoyo de las grandes mayorías. Con la libertad de presas y presos políticos, con la vuelta al país de miles de exiliados. Con la posibilidad de elecciones y más elecciones, con la tolerancia por parte de todo el movimiento popular de la obediencia debida, de la teoría del disciplinamiento, de no hacer nada que desestabilice y haga que vuelvan las botas.
Porque según la conciliación: “es lo que hay valor”. Con los desaparecidos-desaparecidos, con los ricos más ricos y los pobres más pobres. Con los represores absolutamente impunes. Con las FFAA fortalecidas y más tecnificadas, con una garrafal política de legitimar a la policía…
Para que nadie se salga de las leyes del sistema. Nadie. Así, campantemente al proceso de militarismo e instauración de la impunidad le siguió la dictadura del silencio. Se dio el salvoconducto a los viejos y actuales dueños del país y sus guardianes mercenarios: las FFAA con sus corazas, sus esbirros, sus secuestradores y torturadores.
¿Qué podemos decir? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos anunciar?
Que quieren invisibilizar los aparatos represivos
Que siguen siendo secuestrados los desaparecidos
Que los archivos de la represión siguen en sus manos cubriendo a los represores. Que en manos de los más de 400 terroristas de estado identificados está la verdad y la guita que se robaron y siguen gozándola
Que el saqueo continúa y continúa la formación de terroristas represores por el mundo. Cerraron la escuela de las Américas y sembraron, guerras, conflictos y otros centros para formar sus tropas asesinas
Que todos los partidos que se han sucedido en el gobierno desde 1984 a la fecha han fomentado la represión con el voto de las mayorías y minorías parlamentarias
Que hay crímenes que no tienen ni tendrán ni olvido ni perdón
Que la salida real es la caída del sistema; el sistema que necesita de la exclusión como caldo de cultivo de la violencia, para sostener el negocio de las cárceles; el sistema que construye un nuevo enemigo interno para justificar la represión, el sistema que nos fragmenta y nos encadena, para no vernos en los otros para no encontrarnos y así unidos ¡derrumbarlo!
¿Acaso es yendo a buscar a los vecinos? Acaso hay que dejar los teléfonos…Tal vez opinar con ellos, resolver junto a ellos, soñar con ellos tejer redes con ellos…Tal vez… para que haya salida debemos tender el abrazo al trabajador que tenemos al lado, y con él idear, conjeturar un mejor día, un mejor amanecer y eso no cabe en un mensaje de texto ni en un mail
Tal vez…debamos inventar un repudio y una condena para los que condenan a los que andan en las malas ¡para ellos ninguna condena más! ¡Ninguna!
O acaso ¡no soñamos con que no haya ninguna agresión más al vecino, al trabajador, al estudiante, al jubilado, ninguna! ¡Acaso no imaginamos que si alguien nos cortó las redes las reconstruimos, las volvemos a enhebrar! No más pobres contra pobres
No más teléfonos que llamen a la policía, organicémonos para difundir otra ética llena de solidaridad.
No más empresas de seguridad para hacer de nuestras vidas un miedo lleno de rejas
No más cárceles para nuestros hijos, porque mientras Bordaberry (el hijo con apellido de latifundista e historia golpista) pide la baja, todos, todos lo amparan, aprobando leyes cada vez más represivas. ¡Claro que no queremos ninguna baja! ¡Claro que no! El sistema no tiene salidas, solo se abastece de fusiles y bombas
El sistema no tiene salidas y por eso tortura. Repudio y condena a la tortura en vidriera, para sembrar el miedo en toda la sociedad. Antigua, muy antigua técnica contra los esclavos de todos los tiempos. Antes te colgaban en las plazas, te quemaban en la hoguera, anunciaban día y hora de las ejecuciones, mostraban las cabezas sangrantes, los cuerpos mutilados por la torturas.
Y no vayamos tan lejos el cuerpo de Ibero, de los fusilados de Soca, los gritos de la casa de Punta Gorda, las Comisarías, la 1ra, el DOE, la 5ta., la Colonia Berro, el Hogar Puertas, los siquiátricos…toda la sociedad lo sabe. No más negación de la tortura que todos, todas sabemos que existe y nos puede tocar. No más torturas ella denigra a la humanidad toda, con ellas paralizan, ahogan los gritos, instalan el terror. Alimentan la indiferencia, el no te metás.
¿Por qué si desde hace décadas quisimos y buscamos el nombre, el apellido, la dirección de los torturadores bajo el terrorismo de estado, y los escrachamos, no vamos a hacerlo hoy? ¿Cómo se llama el que colgó a un niño?
¿Cómo el que violó o prostituyó a una niña en un hogar? ¿Qué hicieron?
¿Por qué lo hicieron? ¿Dónde viven? Los que los oyeron o los vieron, los que saben ¿qué hicieron?
¡No más sindicatos, ni dirigentes alcahuetes y cómplices de la tortura a los más desamparados!
El sistema no tiene salida, está lleno de cámaras para registrar nuestros pasos y rostros. Que la última toma no sea la de ellos, sea la nuestra recuperando las ganas de soñar, el compromiso para hacer y la valentía para desafiar a los verdaderos responsables.
Si tenemos hambre ¿no será atacando a los culpables del hambre que encontraremos la humanidad perdida? Si tenemos frío ¿no está el enemigo; allí en los Bancos, allí en las grandes empresas multinacionales, allí en sus embajadas –garantes del saqueo- allí en sus lujosas oficinas reguladoras? Hacia allí miramos. Hacia allí el odio organizado.
Si no tenemos techo, miremos sus mansiones, apuntemos a la riqueza.
Si tenemos enfermedades sin curas ¿no es hacia los mercaderes de la salud, a los delincuentes de las grandes tecnologías médicas y laboratorios que debemos apuntar?
Si la soledad nos invade, ¿no tendríamos que rechazar el mundo consumista e inhumano que nos venden? Busquemos los abrazos, busquemos ese amor humano que mueve montañas que llega a las raíces.
Preparemos una irrestricta y efectiva insurrección
Juicio y castigo para los dictadores de ayer y explotadores siempre
Juicio y castigo a los que piden votos y sueltan botas
Adonde vaya Ricardo Zabala lo iremos a buscar. Por Julio Castro por todas y todos.
Juicio y castigos a los actuales torturadores del estado en comisarías y las cárceles del INAU.
Juicio y castigo a los violadores y asesinos que andan reprimiendo en el Congo y Haití. ¡Fuera la MINUSTAH!
¡Ahora Justicia!
Viernes 27 de junio 2014
Proclama de Plenaria Memoria y Justicia