Mumia Abu-Jamal
Por Amig@s de Mumia de México-14/09/14
Con los rápidos golpes y tomas de territorios iraquíes por parte del Estado Islámico, mejor conocido como ISIS, Occidente –que ha tenido un espléndido pretexto con las decapitaciones de dos periodistas– prepara un contraataque por aire.
Hasta la fecha, ningún estado occidental ha anunciado el despliegue de tropas terrestres.
¿Por qué participan en el ataque? Insisten en que ISIS es una amenaza para sus patrias –una gran exageración, sea cual sea su criterio. Se estima que ISIS tiene un máximo de 20 mil tropas, y según algunas fuentes, sólo 10 mil.
Iraq, por otro lado, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, tiene 247 mil tropas activas, diez o veinte veces más que ISIS. ISIS no tiene fuerza aérea, ni armada, ni tanques, excepto los que fueron abandonados en bases iraquíes por las tropas que huyeron.
Entonces, ¿cómo es posible decir que ISIS representa una amenaza inminente a Estados Unidos, o aún más absurdo, a todo Occidente?
Sus fuerzas armadas son agresivas y capaces, pero ¿cómo lograron correr a las tropas iraquíes con tanta facilidad, a menos que éstas tuvieran muy poco por qué luchar?
A decir verdad, es difícil luchar por un títere. Y aunque el primer ministro anterior, Nouri Al-Maliki, ya no está en el poder, otro títere de Estados Unidos gobierna Iraq.
La verdadera razón por la que las tropas estadounidenses se retiraron de Iraq poco tuvo que ver con la gente iraquí. Se retiraron porque Al-Maliki se negó a firmar el llamado «Acuerdo del status de fuerza», un pacto que concedió a las fuerzas armadas de Estados Unidos la inmunidad total por cualquier acción cometida en tierras iraquíes.
¿Cualquier acción? La idea es impensable. Ni un títere pudo aceptar esto.
Y ahora, para proteger su estado títere, Estados Unidos bombardea objetivos iraquíes descritos como lugares peligrosos.
Pero las bombas son armas de guerra, no herramientas de paz. Llámenla como quieran, sigue siendo guerra.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.