domingo, 3 de junio de 2012

SALÚ!! POCHO MECHOSO*


Un Revolucionario, Un Rebelde...
Para  Beatriz, “Negrita”, “Lolo”, Anaclara y Camilo, Ezequiel y Facundo, Juan Carlos.


Escuché al “Lolo”, su hijo, en una radio.
Una periodista le preguntó:


“¿Cómo recibió la noticia?”
“Como la voy a recibir...!  Me dicen que encontraron los restos de mi padre en un tanque y que los habían tirado al río... ¡Qué le parece!
Otra vez la periodista, que es una buena tipa pero que está en otra dimensión “
¿Siente que terminó una etapa?

El Lolo más caliente:

 “Lo que siento es más bronca que nunca. Lo torturaron y lo mataron por ser libertario, por querer un mundo mejor para los pobres, no la porquería que tenemos hoy!! 

¿Y se acabó todo?  ¿A Gavazzo y a Cordero no los van a juzgar?

Hablemos de Alberto, el de los mil apodos.
Pocho y Pata Cruzada (por su forma de sentarse cruzando las piernas, cuidando la raya del pantalón) como lo conocían sus amigos de La Teja.
Más tarde fue el Abuelo.
Y su apodo más querido como clandestino: Martín,  que también era Aquino, el matrero,  el héroe de los pibes del oeste montevideano.

“Qué abuelo se perdieron los nietos.
Un Pocho cariñoso, lleno de humor, cantando con su voz grave las canciones de amor de Zitarroza” dijo hace un tiempo Beatriz, su esposa.

Un pibe de barrio.


  Primero fue La Teja y luego el Cerro que lo vieron crecer. Obrero de la Carne, se fogueó en todas las luchas y en la práctica de la acción directa a todos los niveles...

El Ateneo del Cerro recibió a la barra de jóvenes de La Teja comandados por Pocho.
Teatro, boxeo, lectura de buenos libros, completaron su formación.

En 1958 la tal crisis

Los frigoríficos cierran o mandan a los obreros al seguro de paro.
El Pocho queda sin trabajo y comienza a cranear una salida diferente, con dos de sus amigos del boliche de Carlos M. Ramírez y Heredia. 


Los tres tienen veintidós años. 
Pocho los va convenciendo de hacer “algo grande” que serviría para instalar un criadero de pollos o algo parecido, que funcionara como cooperativa. También ayudar económicamente a cooperativas barriales y al Ateneo.

Hacía treinta años que no había asaltos en Montevideo y durante meses avanzaron dificultosamente en la planificación del robo de la Caja Obrera del Paso Molino, uno de los Bancos con más movimiento. Como no existía el viaducto, al pasar el tren se bajaban las barreras y quedaba todo bloqueado.


Tenían cuatro minutos de tiempo y lo hicieron en tres.
Fueron cuatro participantes de veintidós años y uno de diecisiete. El botín fue enorme.
Durante un año la policía buscó a “los peligrosos pistoleros argentinos” acusados por la prensa.
La sorpresa fue mayúscula.


Cuatro jóvenes de la Teja sin antecedentes policiales.

En el libro “Historia de una pasión política”, Ariel Collazo fundador del MRO, dice “los anarcos de La Teja cercanos a la FAU, son los decanos de la expropiación a los bancos al hacer el del Paso Molino”.  


Agrega que cayeron presos pues la policía siguió una pista que condujo a varias familias del barrio muy necesitadas, que habían recibido ayudas económicas sospechosas.

Unos meses en Miguelete y en mil novecientos sesenta, el Penal de Punta Carretas.
Seis años preso. Salió con la llegada de los primeros Tupamaros...
Preso leyó mucho y perfeccionó el ajedrez.
Hizo tablas con el campeón nacional que visitó el Penal,  relató orgullosa su hermana Nila, la maestra.

Lo más reciente es conocido.


Llegó al Quinto de Artillería en setiembre de mil novecientos setenta y dos procedente de una unidad de Caballería. Yo estaba ahí.
Un detenido me dijo señalándolo:
“Ese es Mechoso. Es el uno. Lo torturan y se burla de los oficiales”.
Hizo lo imposible. Mal físicamente, se escapó estando Manuel Cordero a cargo de la Unidad.


Cuatro años después se cobró la deuda...

Terminemos por ahora, con alguna frase de “El hombre sublevado” de Albert Camus, el libro preferido del Pocho en la cana, “con muchas frases subrayadas de puño y letra”, dice Nila, la hermana mayor.

Mientras releo el libro, pienso que son los ojos y la mente del Pocho, que sin apuro, en la soledad de la celda, reflexiona sobre temas capitales.
Es de total actualidad la preocupación de Camus sobre el poder y sobre el uso del poder.
Cita a Sade: “la soledad, es el poder”.
Se inquieta por la contradicción sin solución visible, entre rebelde y revolucionario.


“...El revolucionario debe ser al mismo tiempo un rebelde. Si deja de serlo, se convierte en funcionario o policía. No puede seguir siendo rebelde en un régimen opresivo...” 


SALÚ! y R.S. 
   
Chacho.**


* Los restos de Alberto "Pocho" Mechoso, desaparecido en Buenos Aires el 26 de setiembre de 1976, fueron encontrados en  un tanque relleno con hormigón, en el canal de San Fernando en Buenos Aires

**  Augusto "Chacho" Andrés es autor del libro "Estafar un banco... ¡qué placer! y otras historias editado por Alter Ediciones 2009  . Que es un espléndido testimonio de un veterano luchador social, esta es una historia de movimientos de hormigas, colectivos barriales que resistían día a día al autoritarismo sin hacer alharaca por las acciones que llevaban adelante. 

Al detenerse en varios episodios pequeños, Estafar un banco llega a momentos altos, ya que logra generar la atmósfera vivida en lo previo al golpe de Estado de 1973.