El colectivo del Semanario Alternativas, adhiere a la campaña en reclamo por la libertad inmediata del trabajador del taxi David Lamarthée; preso rehén, de la mafiosa patronal del taxi y del estado.
Hablamos para quienes no quieran ver, que las grandes mayorías hoy día son manipuladas desde los grandes medios de información y por ello dicen lo que dicen o sea condenan en muchos casos a los luchadores sociales, porque no podemos afirmar de que se piense hoy por hoy con cabeza propia.
Parece que hay una violencia que no molestara y que no amerita que se la condene y es la explotación de los trabajadores, la depredación del medio ambiente en pos de intereses de acumulación capitalista, la extrema pobreza moral y física que sufren grandes sectores de nuestra sociedad, la impunidad, la corrupción, el abuso de poder, la falta de valores, la cultura del todo vale, las exclusiones de todo tipo.
Todas estas violencias están legitimadas y no se permite su cuestionamiento pero cuando ocurre lo contrario, cuando a alguien se le ocurre cuestionar el actual caos de cosas u “orden” para otros ello es castigado.
Las luchas sociales se van borrando del imaginario colectivo para dar paso a la figura del delito común y por ende por este medio lograr la condena social de quienes luchan.
El hecho de que a David se le hayan formulado preguntas políticas en su interrogatorio, lo convierte en un prisionero por sus ideas, dado que en lo concreto además no se lo acusa de nada, que la agresión no existió y que el pinchar unas gomas es una pena excarcelable.
El 1 de mayo es un día de lucha y no de fiesta, la fiesta sólo la desean los patrones justamente porque quieren borrar la historia, así es que todo se convierte en un espectáculo, forma esta de narcotizar a las grandes masas y desmovilizarlas.
Las estructuras del actual sistema son violentas y por ende generan y generarán violencia; son fomentadoras del odio y de la exclusión.
El carneraje es la peor especie que existe, son los ladrones de las luchas de otros, aprovechadores también de las muertes de otros. Históricamente los sindicatos no nacieron para adoptar medidas simpáticas, si no para defender los intereses de los trabajadores.
El consenso social es impensable sobre la base de las injusticias sociales.
Pero estamos en Uruguay, país que va cerrando el anillo de la entrega total a los intereses del gran capital y de las grandes potencias económicas.
Las respuestas instrumentalizadas por el actual gobierno es garantizar la paz social desatando justamente la guerra de pobres contra pobres, sacando el ejército a la calle y como si fuera poco ahora el PIT CNT obedeciendo las exigencias del mundo empresarial, pedirá permiso antes de declarar una huelga.
Hace pocos días quedó al descubierto que esta central sindical estaba ¡en buena parte financiada por el estado español! ¿Que bonito verdad? Que se sepa en todos los rincones de la tierra.
Por todo ello nos sumamos a las voces que reclaman por la inmediata ¡libertad de David!
Colectivo del Semanario Alternativas
30/ 05/ 2012