domingo, 3 de junio de 2012

Carta leída en la manifestación del 31 de Mayo por la libertad de David:


Compañeros:

Primero que nada, gracias nuevamente a todos y todas.
Sigo entero y no han podido quebrarme, y en esto ustedes han sido un factor fundamental.

Como obrero, como padre y como militante, quiero decir que no me extraña que la justicia burguesa me haya encerrado, porque todos quienes estamos presos somos presos de un sistema injusto, y en la cárcel lo que abundan son pobres, y esto no es mera casualidad.
Tampoco es casualidad que como trabajador esté preso, mientras que quienes roban cotidianamente a los trabajadores sean catalogados como señores empresarios. Los que viven rodeados de lujo a costillas del sudor del obrero, obreros que cada día tendemos a ser más pobres.

También me es muy necesario pedir que los medios de comunicación, los que cotidianamente generan opinión, dejen de mentir y aclaren que la señora que carnereó el 1° de Mayo declaró en primera instancia ante las cámaras, que nadie le pegó.

También quiero denunciar que la patota de carneros de la patronal no solo insiste en provocaciones, sino que incluso han golpeado e insultado compañeras y compañeros, y que en más de una oportunidad nos han agredido con disparos de arma de fuego, incluso en un cortejo fúnebre de un obrero del volante. ¿Quiénes son los violentos?

¿Somos violentos quienes luchamos cotidianamente por los derechos de los trabajadores?
¿Somos violentes quienes paramos perdiendo jornales ante la muerte de un trabajador del sector, sea o no sea afiliado a nuestro sindicato?
¿Somos violentos quienes impulsamos la solidaridad obrera, haciendo colectas a las viudas o colectas en las paradas cuando un trabajador está enfermo?
¿Somos violentos quienes pretendemos un mundo solidario, sin explotados ni explotadores?

Violentos son quienes viven y se enriquecen con el trabajo de los demás, es decir, la burguesía patronal.
Violentos son quienes reciben los beneficios de la lucha, sin haber parado un solo día, mientras los obreros organizados perdemos jirnales y dejamos tiempo e inclcuso sangre en la lucha por las mejoras de todos.
Violentos son quienes salen a trabajar cuando un compañero del sector es asesinado, mientras nosotros los obreros organizados acompañamos el féretro y activamos la soldiaridad obrera para la familia más directa.
Violentos son los que mediante su dinero e influencias políticas me han hecho encerrar.

Compañeros: las batallas no se ganan sólo con valentía, y no siempre con la fuerza, muchas veces la pacienciam y sobre todo la inteligencia, marcan la diferencia.
Les pido sigan juntos y dejen diferencias de lado, porque los preciso a todos y todas más que nunca. Nuestra unidad no debe ser un concepto vacío, debe ser por y para la lucha, manteniendo nuestra solidaridad de clase sobre toda diferencia.

Hoy los obreros que no se pronuncian, se hacen cómplices directos de mi prisión, y esto me preocupa por la simple razón de que yo no podría concebir la represión a un hermano de clase, y quienes hoy justifican la represión, ¿cómo podrpan mañana condenarla?

FUERZA Y ADELANTE

SALÚ COMPAÑEROS

ARRIBA LOS QUE LUCHAN Y UNIDAD PARA LUCHAR!!!

David Perro Lamarthée