viernes, 13 de noviembre de 2015

[Rojava] Entrevista con un compañero anarquista internacional


Entrevista extraída de la publicación anarquista 'Rojava no está sola Nº1'. Descarga la revista completa aquí.
Septiembre 2015. A continuación presentamos la traducción al castellano de la entrevista que realizamos vía Internet con un compañero anarquista internacional que se encuentra luchando y participación en el proyecto revolucionario de Rojava. Agradecemos al compañero que haya dedicado su tiempo en responder a nuestras preguntas y darnos la oportunidad con su relato de acercarnos a la realidad en Rojava y conocer un poquito más los logros y los límites de esta revolución.

- ¿Por qué has ido allí y has decidido apoyar como anarquista? ¿Qué similitudes te has encontrado con el anarquismo?
Por afinidad con las ideas revolucionarias libertarias presentes en la guerrilla kurda y la revolución siria, y por compromiso antifascista. Para influir como anarquista y precisamente ayudar a la extensión de estas ideas, y para aprender y tomar experiencia de la lucha del pueblo kurdo.
Creo que es imperativo para nosotros y nosotras como anarquistas apoyar la resistencia contra el fascismo en todas sus formas. El fascismo islámico es especialmente doloroso por la aniquilación de resistencias comunitarias periféricas, y por su especial ostentación y propaganda del dolor y sufrimiento, de los que hace bandera y espectáculo. Su programa incluye la más salvaje dominación de la mujer (de las personas) que la humanidad probablemente haya visto. Ha legislado la ablación, ritualizado la violación, ha creado un nuevo sector económico en base a la esclavitud sexual de mujeres y niñas... La propia mujer árabe suní religiosa y conservadora que mira para otro lado cuando no colabora en esta barbarie está destinada a ser un mero instrumento de producción de trabajadores y soldados, a sostener el hogar del hombre y servir a su desfogue. El genocidio, la tortura, la eliminación de toda oposición... los programas de fundación y defensa de los estados, de las religiones y del capitalismo, son sus herramientas de dominación, el fascismo es la más alta exaltación de todas ellas. Participar en esta resistencia es principalmente acerca de lo que está Bien y lo que está Mal, de lo que debemos defender y lo que no debemos permitir. Esto para mí está por encima de cualquier planteamiento político.
Por lo demás el anarquismo, comunismo libertario o socialismo antiautoritario históricamente se ha caracterizado por un profundo internacionalismo. El echarse el atillo al hombro y recorrer el mundo para mezclarse con las luchas sociales, huelgas, insurrecciones,... está bien grabado en la tradición revolucionaria. Pensadores anarquistas durante todo el siglo XIX han estudiado las diferentes características de los pueblos, han extraído experiencias comunitarias que han enriquecido el legado cultural libertario y han propuesto modelos sociales basados en la igualdad, la cooperación y la libertad. No lo han hecho desde la comodidad de su sofá, se han manchado las manos en conflictos en los que no siempre todo era tan idílico y junto a personas que no habían tenido ningún acceso a la cultura. Muchos compañeros seguramente se sorprendan al oír que el mismo Bakunin participó en diferentes revoluciones federalistas europeas. En el siglo XX revolucionarios internacionalistas de todo el mundo han abandonado todo y marchado allá donde había que combatir al fascismo.
Las anarquistas hemos heredado algo de pólvora en nuestra sangre...
Por último el modelo político y social que defienden los y las revolucionarias de la Confederación de Comunidades del Kurdistán (KCK «PKK») está influenciado entre otras cosas por los movimientos libertarios y socialistas de nuestro contexto cultural. El sistema confederal y cantonal tiene un gran arraigo en la historia de las luchas de los pueblos de Europa. La descentralización política y la autonomía puesta en práctica en Rojava y en algunos municipios y barrios del estado turco es una gran esperanza para quienes anhelamos la desaparición de los estados. Sus posicionamientos en torno a la igualdad entre hombres y mujeres y entre razas, el ateísmo o laicismo, la asamblea como base de la participación política y como resolución de conflictos, la crítica a la sociedad industrial y la modernidad capitalista... son ideas libertarias que además se están extendiendo entre los pueblos del Medio Oriente, donde se asientan los pilares del sistema capitalista global. Todo esto nos lleva a querer estar ahí, aprender, forjar lazos, aportar. Toda mi vida me he preguntado cómo sería participar en una revolución, que se sentiría, que lazos y relaciones se generarían... Aquí lo estamos haciendo, aquí está el pueblo en armas y con dignidad tiene la vista más allá de su propia vida y su propia comodidad. Esto es un proceso y estamos a medio camino, hay muchas contradicciones pero creo que este es un gran paso hacia la Revolución Social, hacia la extensión de la conciencia libertaria, la autodeterminación de los pueblos... Es un ejemplo de lucha para todo el mundo.

- ¿Con qué contradicciones te has encontrado?
No todo el mundo tiene la misma formación política y cultural. En el norte de Siria especialmente los kurdos son un pueblo pobre, desculturalizado. El sistema educativo se ha encargado de mantenerles en la ignorancia. La industrialización agrícola ha devastado social y ecológicamente estos territorios. La modernidad capitalista ha llegado a través de las antenas parabólicas y los teléfonos móviles, y ha generado unas espectativas culturales pro-occidentales. Desde el movimiento revolucionario que ha defendido la guerrilla del «PKK» han llegado ideas políticas y formación histórica, pero más allá del concepto de liberación del pueblo kurdo, estas ideas libertarias no están todavía arraigadas en la población. Con esto hay que entender que este proceso no tenga unas bases firmes y deje bastante que desear en cuanto a participación y reivindicaciones respecto a la propiedad, la justicia, etc. El propio KCK no está imponiendo una revolución, está proponiendo un modelo, pero en cualquier caso se comporta con moderación, sin imponer excepto en asuntos evidentemente estratégicos, como al impedir que otros partidos formen sus grupos armados. El PYD es un partido político que apoya este proceso pero tiene mucha influencia de la forma de funcionar de los partidos convencionales. La falta de crítica a los partidos políticos es una carencia de este movimiento. La propia moderación en cuanto a los medios de producción, la propiedad y la economía, si bien ha logrado parecer más simpáticos a ojos de los estados occientales que les están salvando la vida, ha dejado abierto el camino para la renovación capitalista. Cuesta ver ese «socialismo» originario que afirmaban iba a ser el objetivo y cada vez se perfila más un modelo socialdemócrata confederal, y los compañeros y compañeras con ideas revolucionarias, toda la juventud más comprometida, está en el frente dejándose la vida...
A todo esto hay que tener en cuenta que en Rojava no hay una sola fuerza política, hay más partidos que presionan hacia un modelo democrático más «convencional», hay una policía «Asayís» y otras instituciones que todavía no acaban de delimitar bien su función y que en cierta forma son autónomas entre sí y tienen sus propios intereses. En el cantón de Jazeera se colabora con el estado sirio que todavía no ha desaparecido para evitar perder la región más estratégica y con producción petrolera.
También hay muchas prácticas antiecológicas y de mala gestión de los residuos, el concepto de ecología no se llega a comprender del todo... Por supuesto que tampoco tengo una opinión firme respecto a cómo se deberían hacer ciertas cosas en este tipo de situaciones.

- ¿Hasta qué punto se está aplicando y llevando acabo el Confederalismo Democrático en Rojava que tú hayas podido observar? ¿Cuál es el grado de implicación en este proceso de la gente local?
El Confederalismo Democrático llega a la Rojava a través del KCK («PKK») y la guerrilla. Es éste movimiento revolucionario con larga trayectoria de lucha el que permite organizar el caos tras la desintegración del Estado Sirio e impulsar un sistema de autogobierno descentralizado con sus unidades de defensa popular, las YPG/YPJ, expulsando a otras facciones kurdas islamistas o nacionalistas/capitalistas. Es en este proceso y después de ya estallada la guerra, cuando el pueblo de la Rojava está tomando conciencia de que la liberación vendrá de su propia mano. La resistencia está formada principalmente por jóvenes, hombres y mujeres, y son éstos quienes portan las ideas más avanzadas y revolucionarias. Es dentro de las YPG/YPJ donde se está asimilando y extendiendo esta conciencia revolucionaria.
Existen asambleas de participación en el autogobierno, como el «Tev-Dem», asambleas de poblado, asambleas de mujeres, asambleas para resolver conflictos y de justicia, hay control de la economía... hay proyectos en marcha en torno a otros modelos de educación, de producción agrícola cooperativa y comunal, las YPG están colectivizando algunas tierras recientemente liberadas... El devenir de la guerra ha hecho vital para la supervivencia de la población y de la autonomía territorial el apoyo de las democracias occidentales, por lo que en el campo civil todo se muestra como un proceso moderado y democrático que ofrece una alternativa participativa para los ciudadanos y de igualdad entre géneros y razas. Todo esto en el contexto en el que estamos, donde hasta hace sólo unos años estaba prohibido reunirse más de cuatro personas y hablar tu propio idioma, había tortura y desapariciones y la economía y las instituciones estaban en manos de familias oligarcas, donde el genocidio y la limpieza étnica es el programa de todo el resto de fuerzas políticas y estados de la región... El sistema político en Rojava pretende ser una democracia asamblearia en la que se defiende las libertades civiles y opuesto a la centralización estatal. En este sentido es una gran esperanza para los movimientos sociales y para la extensión de la conciencia revolucionaria, para la formación política y cultural de la sociedad. Se trata de un proceso que se encuentra en una situación muy delicada, en donde coexisten poderes e intereses muy diversos, con muchas barreras culturales e informativas que nos impiden llegar a comprender realmente la situación. Debemos comprender Rojava como un espacio fragmentado donde se abren oportunidades y se ponen en marcha proyectos, donde diferentes grupos sociales e instituciones mas o menos se coordinan entre sí para defender la autonomía territorial en la región con el conflicto armado más salvaje del planeta. Entender Rojava como un territorio homogéneo bajo una dirección política determinada que arrastra grandes incoherencias y diseccionar y señalar las diferentes y muchas veces contradictorias vías políticas como si se tratara de descubrir un engaño es un gran error. Debemos ver las potencialidades y mostrarnos comprensivas con los y las revolucionarias kurdas gracias a las cuales es posible este proceso, esta apertura.

- Hablanos de las mujeres y de su papel en el proceso revolucionario.
La conceptualización de la Mujer como principal sujeto revolucionario, entendiendo Revolución como destrucción del Estado, de la autoridad y de la civilización industrial/capitalista, es la base teórica del movimiento revolucionario comunitarista kurdo. Obviamente esta crítica radical al Patriarcado como origen de la Autoridad y del capitalismo es un concepto demasiado profundo para ser comprendido en su totalidad por la mayor parte de la sociedad en el Medio Oriente, pero las mujeres revolucionarias han comprendido su responsabilidad y han tomado una profunda conciencia. Las ideas revolucionarias de esta forma han seguido dos caminos distintos, uno a través del hombre y otro a través de la mujer. En general se puede apreciar más cultura política en las mujeres jóvenes que se unen a las YPG/YPJ que en los hombres, comprenden mejor las ideas revolucionarias y se muestran más serias y disciplinadas. Se han implicado en la lucha por conciencia, no han sido arrastradas por ningún sentimiento de «deber guerrero» masculino, y en muchas ocasiones son garantes de estas ideas y dan lecciones y corrigen actitudes de sus compañeros.
Esto también ha sido posible por la separación de roles existente en estas sociedades, pues el hombre ha sido quien ha debido marchar al trabajo asalariado o avasallado (el sistema feudal sigue vigente en gran parte del Kurdistán), donde se ha embrutecido, y la mujer ha sido la mantenedora de la comunidad. Comenzando por la escuela, que ha sido la herramienta de integración estatista del Estado turco, iraní, sirio e iraquí contra el pueblo kurdo, que no ha logrado integrar tanto a la mujer pues ésta desde joven ha debido abandonarla para ayudar en las tareas domésticas y comunales. Otras muchas veces las propias familias por carencias económicas sólo han podido y querido mantener en las escuelas a los varones. Este absentismo de la mujer de la escuela y del trabajo ha permitido no sólo la subsistencia de los lazos comunitarios, sino la propia supervivencia del idioma kurdo que ha estado prohibido y perseguido. El pueblo kurdo siente que su identidad ha sobrevivido gracias a las madres y abuelas. También han sido éstas quienes han mantenido los únicos movimientos sociales y políticos kurdos en las épocas de mayor represión en la forma de asociaciones de madres por la paz, de reivindicación de desaparecidos, mujeres que han mantenido el contacto con los presos, bases de apoyo de la guerrilla, etc.
Como hemos dicho el tránsito de la sociedad feudal todavía no ha sido completado, y la conciencia revolucionaria kurda hoy en día se encuentra luchando en dos frentes. Por un lado contra este «antiguo régimen», la propiedad feudal, el vasallaje y esclavitud infantil; en algunas zonas se practica la ablación, se cometen «asesinatos de honor» (el hombre mata a su mujer para resarcir alguna deuda o limpiar alguna ofensa). Muchas niñas y jóvenes se suicidan para escapar a matrimonios forzados,... Y por el otro la modernidad capitalista que llega de las ciudades y a través de las antenas parabólicas presenta a una mujer moderna que accede a puestos de poder y que actúa como un icono sexual.
Realmente, y a diferencia de otras «revoluciones» o estallidos sociales en las que la mujer «ha participado», aquí la mujer es protagonista. Muchas jóvenes encuentran una forma de liberarse uniéndose a la guerrilla o la milicia. Las mujeres tienen una cultura propia que se traduce en canciones, peinados, formas de relacionarse entre ellas... Es interesante también su crítica al «feminismo», corriente que es vista como fruto de la sociedad moderna occidental. La visión antipatriarcal kurda, a pesar de basarse en unas relaciones entre los géneros llenas de formalidades y normas de educación, tabúes respecto al cuerpo y la sexualidad y existir una clara delimitación y separación de espacios y roles entre hombres y mujeres, la liberación social y la liberación de la mujer son vistas como parejas, nunca como procesos separados o enfrentados. Para las mujeres revolucionarias kurdas, hombres y mujeres deben estar unidos en la liberación social y critican continuamente la idea feminista de empoderación de la mujer, de la mujer escalando en su posición social dentro del sistema, como alejamiento de la vida comunitaria rural a favor de la vida urbana individualista, o la visión de la liberación de la mujer como un enfrentamiento con el hombre o separada de sus intereses. Existe un gran cariño en las relaciones entre hombres y mujeres, parece una gran familia de hermanos y hermanas en la que las mujeres adoptan un papel de hermanas mayores ante sus compañeros, que por norma general actúan de forma mucho más infantil y descuidada.
La participación de la mujer en la lucha y defensa armada es vista como el primer paso fundamental e indispensable para la liberación de la Mujer y por ende para la liberación social.

- Hablemos ahora del conflicto bélico y las unidades de defensa y otros actores de la guerra. ¿En qué unidades has participado?
Formo parte de las YPG/YPJ, (Unidades de Protección del Pueblo/de la Mujer) y he participado, junto a unidades de Burkan al Firat («Volcán Éufrates», que formaron parte del antiguo Free Syrian Army) en el cantón de Kobanê en las operaciones en torno a la liberación de Tel Abyad, con las que conseguimos unir los cantones de Kobane y Jazeera; y posteriormente como francotirador en la ciudad de Sinjar/Sengal, donde combatimos junto a las HPG/YJA-Star (lo que se conoce como «la guerrilla del PKK»), las YBS (Unidades de Resistencia de Sengal) y Peshmergas. En Sengal las posiciones son defensivas, de momento no hay operaciones en marcha, pero se reciben continuamente ataques del Daesh.

- ¿Cómo es la formación que reciben los y las voluntarias de las YPG/YPJ? ¿Cual es su composición social?
Las unidades YPG/YPJ están formadas principalmente por jóvenes, hombres y mujeres, la mayoría de ellos originarios del Kurdistán Occidental (Rojava). Muchos otros combatientes provienen del norte, de territorios bajo el estado turco, y en general de todo el Kurdistán. También hay jóvenes turcos. A nivel de formación se hace mucha insistencia en el estudio de historia, historia de la mujer, filosofía, política,... . Principalmente la idea que subyace a la formación de unidades de protección popular es la de la formación intelectual y política. Durante la academia también se promueve la disciplina en cuanto a madrugar, hacer deporte, guardias nocturnas, la organización de la limpieza, comidas,... se sale a formar al modo militar, lo que habréis visto en muchos videos, con lo que se toma conciencia del grupo como un solo cuerpo y con lo que se intenta dar una seriedad marcial (que en realidad en bastante flexible y casi nunca se consigue, pareciendo muchas veces mas un juego que un verdadero ejercicio militar...). Y quizá lo más importante, nos habituamos a las formas de vida y relaciones en la guerrilla, utilizando el método del «tekmil» o asamblea de crítica y autocrítica para resolver los conflictos y repartir las tareas; así como a mantener unas determinadas formas en el modo de relacionarse, promoviendo la amistad y compañerismo, formalidad y buena presencia.
También se recibe instrucción en la limpieza de las diferentes armas y algún día se hace algún ejercicio militar en forma de juegos, pero en general la formación puramente militar es casi nula, muy elemental, en mi experiencia durante un mes de academia he disparado 4 balas. Esto es así precisamente porque la finalidad de esta formación, siguiendo las recomendaciones de Öcalan, es la formación de las ideas por encima de la formación en el combate. Más adelante, en el frente, se adquirirá experiencia en combate de la mano de otros y otras combatientes mas veteranas. No existe una especialización, todos y todas acabamos aprendiendo a manejar las diferentes armas. La intención final es que toda la población tenga conocimientos políticos e intelectuales, así como que participe en las unidades de protección para que de esta forma la tarea de la autodefensa esté en sus manos y no en la formación de ningún ejército profesional o institución militar.

- ¿Cómo funcionan estas unidades? ¿Hay jerarquías? ¿Cuál es la relación con los comandantes y las relaciones en general dentro de las unidades?
De abajo a arriba se parte del equipo que está formado por 4 a 6 miembros, aunque pueden ser mas; dos equipos, uno de hombres y otro de mujeres, formarían un «taluk»; y un par o mas de «taluk» forman un «tabor». El «tabor» es una unidad operativa bajo un mismo mando con responsabilidad sobre una sección del frente y con su propia logística, y se coordinan con varios «tabores» para formar una YP, una Unidad de Protección. Cada cantón coordina varias YP.
Cada equipo cuenta con fusiles de asalto y bombas de mano y dispone de una o dos ametralladoras ligeras y uno o dos lanzacohetes, y en todo «taluk» suele haber un rifle o dos de precisión. Luego hay «tabores» específicos de francotiradores, fuerzas especiales, armas pesadas y de sabotaje que se distribuyen en las operaciones por los distintos tabores.
En cuanto a la jerarquía, en cada equipo hay un «comutan» de equipo (comandante); y cada «taluk» cuenta con dos «comutan», una mujer y otro hombre que comparten mando. Los «tabores» cuentan con un «tabor comutan» y luego hay un o una «comutan» como última responsable de todas las YP en cada cantón, que los internacionales solemos llamar «general», por la confusión que nos genera que el único rango sea el de «comutan», pero en realidad no tiene tal denominación. En ningún momento son cargos fijos y están sujetos a crítica, lo que puede ocasionar, como he podido observar en varias ocasiones, que un «comutan» deje de estar al mando y sea sustituido tras una asamblea de comutanes que se denomina «comisión». La figura del «comutan» es la de un responsable que en última instancia tiene potestad para dar órdenes pero que siempre procurará hacerlo en forma de recomendaciones, intentando que se funcione en base a la autodisciplina en lugar de un sistema militar convencional en el que simplemente obedeces. Se trata de alguien con experiencia y sobretodo con ideas claras en cuanto a formación política y cultura que siempre va a ser el primero en asumir riesgos en combate y que en la asamblea «tekmil» ejercerá de moderador, estando también sujeto a crítica. En estas asambleas no está permitida la réplica ni la discusión, se trata de escuchar y tener humildad. Siempre se intenta potenciar una relación de compañerismo y amistad, y tanto hacia los otros combatientes como hacia los comandantes uno se debe tratar con la palabra hevol (amigo, compañero) y mostrar respetuoso. No está bien visto en ningún momento el levantar la voz, hablar de alguien a sus espaldas o enfadarse, fanfarronear o destacar de alguna forma ya sea mediante adornos corporales o extravagancias y no se permite ninguna falta de respeto ni gesto de mala educación. El alcohol y las drogas están prohibidos.
Llama la atención el especial respeto que se muestra en las relaciones entre hombres y mujeres, en las que se muestra mucha educación y formalidad, si bien siempre surgen momentos de informalidad en los que se ríe, se conversa, se juega... En todo este tiempo jamás he visto un solo mal comentario entre hombres respecto a las mujeres o acerca de algún tipo de atracción o sobre las características físicas de ninguna mujer, ni ningún gesto de coqueteo o utilización de la feminidad para obtener ningún trato de favor por parte de ninguna mujer. No está permitido mantener relaciones dentro de las YPG/YPJ, aunque hay gente que tiene mujer, marido o compañero en su pueblo o ciudad e incluso casos en que dos combatientes son novios pero están en diferentes unidades.
Obviamente hay que tener en cuenta que las YPG/YPJ son una milicia popular con gente de muy diferente formación cultural y educación y no siempre funciona todo de forma idílica y en casos de problemas graves se puede llegar a recurrir al arresto o la expulsión, y en algunos casos puedes encontrar comandantes con ego, con miedo, que no cumplan sus responsabilidades,... En general, a diferencia de las HPG, y por lo que hemos comentado respecto a las diferencias culturales con unas milicias formadas en poco tiempo sobre un pueblo muy pobre y desculturalizado, en las YPG puedes observar muchos casos de indisciplina en aspectos de seguridad, alguna actitud racista respecto a los árabes, falta de comprensión respecto a los voluntarios internacionales y sus motivaciones, choques culturales... pero todos los conflictos son resueltos de manera colectiva y sin rencor. Las mujeres YPJ por norma general son más disciplinadas.

- ¿Cuál es la dimensión de la participación y el papel de los brigadistas internacionales y anarquistas y de grupos y partidos de la izquierda, así como la de voluntarios americanos ex-militares?
Desde el comienzo de la guerra ha habido participación de anarquistas en la resistencia frente al EI. El colectivo DAF (Federación Anarquista Revolucionaria, de tendencia anarquista revolucionaria) de Estambul oriental participó en las acciones en la frontera de Kobane cuando el EI cercó la ciudad y el estado turco impidió a miles de kurdos y kurdas que acompañaron a sus familias a escapar de la ciudad y quisieron regresar a combatir, o que venían del Kurdistán del Norte. Después participaron en los grupos de control de la frontera desde el lado sirio, formados para evitar la entrada de militantes del EI y permitir rutas de contrabando de suministros para los kurdos que resistían en Kobane. También entraron a las YPG/YPJ algunos y algunas anarquistas turcos y kurdos a título individual.
En todo este tiempo han ido participando voluntarios anarquistas internacionales (o de ideas libertarias, antiautoritarias) de muy diferentes estados de Europa y América, pero siempre a título individual. A esto le tenemos que sumar la presencia de anarquistas, o afines a las ideas anarquistas de Irán, Armenia,... algunos de los cuales ya se encontraban dentro de la guerrilla de las HPG/YJA-Star. En mi experiencia a parte de la afinidad que he encontrado con casi todos los combatientes de las YPG/YPJ que podían tener mas cultura política, y en especial con los y las de las HPG/YJA-Star quienes en los debates siempre se han mostrado defensores de ideas antiautoritarias, libertarias, anti-industriales, etc, y conocedores de la historia y cultura anarquista (gracias a la formación que reciben en las montañas), en concreto y como experiencia personal he tenido el placer de conocer a un comandante de las HPG con 15 años de experiencia en la guerrilla que se identificaba como anarquista, en concreto de la tendencia más cercana a M. Bookchin y N. Chomsky; a un compañero originario de un pequeño pueblo de Rojava, con 6 años en las montañas al que le gustaba Kropotkin y veía necesaria la difusión del ateísmo anarquista en el Kurdistan; a otro compañero de equipo originario de la región de Kars, Georgia, que se identificaba en las ideas anarquistas y llevaba una «a» circulada en su fusil, junto a la inscripción «this machine kills fascists», que le había regalado otro compañero anarquista norteamericano... La afinidad con el pensamiento anarquista y las ideas libertarias, incluyendo en ellas el socialismo libertario, comunismo no autoritario, etc; son ideas muy presentes entre los combatientes.
El atentado de Suruc y la posterior represión también ha marcado un antes y un después en colectivos anarquistas sociales de Turquía que están comenzando a implicarse con el conflicto kurdo y la insurrección en el este. Estos colectivos tienen su origen mas en la influencia de los movimientos antiautoritarios y contraculturales occidentales y son colectivos más similares a lo que podemos reconocer nosotras como «colectivo anarquista» en nuestro contexto cultural. Recordemos que el atentado de Suruc fue un ataque contra un encuentro de jóvenes socialistas y anticapitalistas entre los que se encontraban varios anarquistas. Tras el atentado hubo una fuerte represión y ha sido la excusa del estado turco para iniciar la guerra contra el KCK (PKK) y contra los municipios que gobernaba el partido municipalista «pro-kurdo».
Respecto a voluntarios o grupos de izquierda marxista o marxista-leninista, también de estados europeos y latinoamérica y sobretodo de Turquía, con la importante presencia del MLKP (Partido Marxista-Leninista de los Trabajadores) que promovió la creación de un «tabor» internacional, conocido como «International Freedom Batallion» que ahora es autónomo, no sólo de esta organización, y en el que también participan compañeros anarquistas y de ideas libertarias, y en general muchos jóvenes turcos y estudiantes cercanos al marxismo o maoísmo. Este tabor forma parte de las YPG y tiene su mismo funcionamiento respecto a organización y métodos, se trabaja en asamblea y se respetan y debaten las diferentes posturas.
Recientemente están apareciendo organizaciones marxistas-leninistas de carácter estalinista como lo que hemos podido ver en España, que tuvieron dos militantes un par de meses en Rojava y que se centran en hacer propaganda de su organización incluso en medios de comunicación burgueses, distorsionando la verdadera dimensión de la participación de combatientes internacionales en las YPG, la mayoría de los cuales llevan largo tiempo y han actuado discretamente. Estas organizaciones deben aceptar la crítica y hacer autocrítica, base sobre la que trabajamos en las YPG, pues los medios de comunicación están utilizando el protagonismo de estos grupos para distorsionar las verdaderas ideas del Confederalismo Democrático en Rojava y las intenciones de las YPG/YPJ, que distan mucho de la figura de Stalin y de la creación de un Estado Soviético.
También es importante la presencia de voluntarios internacionales sin adscripción a ninguna idea política, algunos ex-militares, cuyas ideas varían desde un puro sentimiento de justicia, igualdad y defensa de la libertad que les ha llevado a combatir la barbarie del EI, como nuestro amigo y compañero caído Gelhat, originario de una comunidad baptista de EEUU que afirmaba ser también antifascista y resultó ser afín a las ideas libertarias, hasta directamente otros de ideas reaccionarias y racistas y demás aventureros.
La presencia de mujeres occidentales combatiendo junto a las YPJ hasta ahora es casi inexistente, pero no nos podemos olvidar de la alemana de origen africano Ivana Hoffmann, comunista del MLKP caída en combate. Desconozco si en esa organización hay mas mujeres internacionales.

- ¿Cuál es la influencia de la lucha de lxs kurdxs contra el Estado Islámico en regiones no kurdas? ¿Qué opinas de las relaciones con otras fuerzas sirias y la coalición internacional?
No toda la Rojava es un territorio estrictamente kurdo, y actualmente se está combatiendo al daesh fuera de sus límites. La alianza con revolucionarios sirios como Burkan al Firat demuestra que el modelo confederal está convirtiéndose en una alternativa capaz de derrocar al fascismo del Estado Islámico y constituir un modelo democrático participativo, descentralizado y promotor de las libertades civiles e individuales en Siria. Un modelo no sólo para kurdos. Lo que aunque suene raro oírlo en boca de un anarquista, sería un gran avance en la región, pues estamos hablando de millones de personas muertas, torturadas o desplazadas. De momento no se percibe otra solución posible.
La relación con el Ejército Nacional Sirio es un tema complicado, pues el Régimen cuenta con apoyo de ciertos sectores de la población árabe en territorio kurdo, con quienes ha habido tensión histórica y las YPG no tienen intención ni fuerza para entrar en una guerra civil dentro de la guerra civil. Podemos permitirnos tener la esperanza que el modelo confederalista democrático se extienda también a ciertos sectores que apoyan al psicópata Assad y que se produzca una fractura en el Ejército Nacional Sirio. En cuanto a la coalición, el apoyo aéreo internacional es obviamente decisivo, pues el Estado Islámico es una gran fuerza militar con recursos económicos y humanos casi infinitos, y con el apoyo de varios estados y poderes... y hay que recordar que este apoyo aéreo vino gracias a la presión de la opinión pública y movilización ante el genocidio yazidí y la resistencia de Kobanê, que logró presionar ante unos estados occidentales que observaban el crecimiento del Estado Islámico con mirada geoestratégica y pasividad. Por lo tanto tenemos que asumir que el apoyo de la coalición internacional está sujeto a variantes como puede ser que la guerra en Siria deje de ser noticia o a que surjan nuevos pactos o alianzas.
El modelo confederal y la lucha kurda también está influyendo en los movimientos sociales y políticos de oposición en el régimen iraní, a donde esperamos que pronto se extienda la revuelta; y respecto al Kurdistán iraquí, controlado por el petroestado de Barzani, a nivel popular las YPG, y la guerrilla del PKK cuentan con mucha simpatía de la población. En Iraq están surgiendo conflictos confederalistas frente al Estado y frente al Gobierno Regional Autónomo Kurdo, desde Sengal que clama por su propia autonomía confederal hasta ciertas comunidades de cristianos asirios que no se sienten representados por el Estado kurdo y también claman por su autonomía territorial.
Más allá encontramos otros ejemplos esperanzadores, y el anuncio de la KCK de que combatirá al Estado Islámico en cualquier parte del mundo, lo que se traduce en que van a apoyar a los movimientos de resistencia comunitaria sea cual sea su localización en el mundo, y esa es la finalidad del paradigma confederalista. Por supuesto que el confederalismo y cantonalismo son modelos políticos que van a volver a dar mucho que hablar en Occidente, y la experiencia de Rojava y la insurrección en los pueblos y barrios kurdos en Turquía va a tener mucho peso en el devenir de las próximas revueltas sociales.

- Hablas del Estado Islámico como un grupo fascista. Cuéntanos las características fascistas de este grupo, su funcionamiento y su papel en la supresión de los movimientos sociales e insurrecciones.
Bueno el Estado Islámico surge en el contexto de la ocupación norteamericana de Iraq y se trata de una facción nacionalista y reaccionaria suní que sistemáticamente se dedica a atentar contra mezquitas y mercados de población chií. En este contexto debemos comprender lo que significó la insurgencia iraquí contra las tropas estadounidenses tras la caída de Sadam y los diferentes movimientos sociales insurreccionales que se desarrollaron en esos momentos, más cercanos al concepto de intifada y justicia social, organización comunitaria,... que a la defensa del estado totalitario y capitalista. Pronto dentro de estas facciones se impone la reacción suní, que contaba en sus filas con todos los oficiales y soldados nacionalistas del antiguo régimen de Sadam que se fue imponiendo al resto, principalmente gracias a la conveniencia de los poderes del eje Occidente-Arabia Saudí, que veían en ellos una útil herramienta frente a la rebelión social que en el caso de las facciones revolucionarias chiíes se trataba de una amenaza demasiado grave, pues éstas contaban con el apoyo de Irán, muy interesado en extender su influencia sobre el rico territorio iraquí. Las facciones revolucionarias chiíes acabaron también siendo recuperadas por la reacción del fascismo islámico pro-iraní.
En Siria el EI toma fuerza vertiginosamente. A unos grupos que en un principio se dedicaban a atentar contra activistas sirios y a los que todo el mundo allí, incluso la otra reacción islamista que ya empezaba a apoderarse de la revolución árabe, el Frente Islámico, señalaban como agentes de Assad, se les empieza a sumar un apoyo social que al igual que en Iraq, y en todos los movimientos fascistas históricos, es una mezcla de nacionalismo, fanatismo religioso, miseria social, propaganda, racismo,... junto al apoyo de las clases sociales comerciantes, industriales y empresariales (entendiendo dentro de ésta última a todo el amplio espectro de la mafia y el contrabando que en todos estos años en estas regiones ya se puede considerar como una clase social en sí). El Estado Islámico es un proyecto fascista social solvente capaz de garantizar orden y buenos negocios, hace del orgullo herido del imperialismo islámico su bandera y alimenta las mas depravadas pasiones de dominación de los hombres. Es apoyado por otros estados de la región y no sólo, y tiene unos mecanismos de propaganda que dan la vuelta al mundo. En poco tiempo se ha convertido en un fenómeno de masas a nivel global, y jóvenes que vienen de la miseria económica o social, del tercer y primer mundo, corren a unirse a sus filas con promesas de orgullo guerrero, un sueldo, una casa, una mujer y tras la muerte el Paraíso.
El EI está destinado a cumplir la función histórica del fascismo, la reacción, la defensa de los intereses del Estado y el Capital en aquéllos lugares donde éste se fragmenta o desintegra. No es de extrañar que más allá de Siria e Iraq, el fascismo islámico suní bajo la marca Estado Islámico se haya impuesto en las regiones donde los movimientos sociales comunitarios y la resistencia armada han conseguido hacer retroceder precisamente al Estado a favor de modelos organizativos comunitarios. Estamos hablando de regiones que vivieron la Primavera Arabe como Egipto, Túnez,... la Libia revolucionaria que se libraba de su dictador Gadafi, la Cabilia argelina, ejemplo de insurrecciones sociales y asambleas de autogobierno; Somalia y el cuerno de Africa, Nigeria, en donde desde hace varios años se venían desarrollando fuertes movimientos comunitarios antiestatales y un movimiento guerrillero anticapitalista comunitario, África Central, Indonesia, el Caúcaso, la región Uygur de China, Afganistán...
El auge del fascismo islámico paralelo al auge del fascismo europeo (y ambos están diseñados para retroalimentarse) debería ser un tema prioritario en los debates y estrategias de los movimientos antiautoritarios, antifascistas o de izquierda radical... La experiencia de Ucrania y Siria donde de la revuelta social se pasa al fascismo y a la guerra étnica y nacionalista debería ponernos sobre aviso. Realmente hasta ahora ha existido una seria incapacidad para evaluar la amenaza, y desde el mundo «radical» se tiende más a menospreciar el problema o insinuar que no es real, que es efecto de alguna conspiración o un montaje mediático para asustar a la población.

- Volviendo a la cuestión de la participación anarquista en la zona, ¿hay algún proyecto anarquista que se está llevando acabo en Rojava?
He oído alguna idea acerca de la intención de abrir un espacio anarquista, algunos voluntarios internacionales han llevado libros con la idea de intercambiarlos y debatir con otros compañeros. En Reconstruir Kobanê participan anarquistas o de ideas libertarias o antiautoritarias, como pudimos ver en el encuentro de Suruc, y no sólo de Turquía, de diferentes partes del mundo. Supe de un proyecto de educación libertaria en Qamislo...
De momento individualidades anarquistas y antiautoritarias estamos tratando de sacar toda la información y generar debates en nuestros entornos, que haya implicación. También queremos compartir más información acerca de las Unidades de Defensa del Pueblo y de la Mujer, que quienes quieran entrar a formar parte tengan más recursos y no empiecen de cero como nos ha tocado a algunos. Que contemos con herramientas de comunicación para publicar nuestras reflexiones y debates y que se pueda canalizar un apoyo a nuestros compañeros y compañeras milicianas.

- ¿Qué se puede aprender de allí y como se puede adoptar a nuestra lucha anarquista aquí?
Los anarquistas tenemos mucho que aprender del PKK, que no es más que recordar nuestra propia historia. Este movimiento ha conseguido defender barrios y pueblos de la presencia de mafias y fascistas, tiene una amplia red de contactos que le permite manejar mucha información acerca de su enemigo, el Estado, y sus agentes. Tienen fondos, infraestructuras. Sus miembros y simpatizantes trabajan en base al compromiso y la autodisciplina. La lucha, ayudarse entre sí, es la prioridad en sus vidas por encima de bienes personales o aspiraciones sociales. No tienen miedo, no buscan el reconocimiento ni alimentan sus egos ni llevan ninguna pose. Entre sí generan un sentimiento de hermandad, de amistad. La operatividad de este movimiento es impresionante; el ejemplo lo he podido vivir en torno al paso de las fronteras y la resistencia de Kobane. Todo el mundo sabe lo que hay que hacer, desde los jóvenes que cruzan suministros, quienes ayudan a entrar, a salir, quienes vigilan en medio de la noche; siempre hay una casa en la que alguien te acoge si hay algún problema, la gente local que trasmite toda la información de lo que sucede en el área, siempre las patrullas del ejército encuentran alguna distracción... Todo funciona en base al voluntariado, no hay nadie dando órdenes ni nadie que esté demasiado liado con mejores cosas que hacer, el único interés, el objetivo individual, es intentar ser mejor, dar más de uno o una misma, ser una buena o un buen revolucionario...
Tampoco nadie se autodestruye con fiestas alcohólicas y relaciones banales, existe mucho cariño y sinceridad en las relaciones, no consumen drogas,...

- ¿Cómo crees que podemos apoyar como anarquistas y por qué?
La experiencia de Rojava, como hemos dicho, abre un espacio físico y moral de una importancia incalculable para las luchas sociales y para la extensión de la conciencia revolucionaria. Las ideas libertarias, la cultura y ética anarquista deben estar presentes. Ya lo están, pero necesitan afianzarse, tener un peso real sobre los acontecimientos. Existe una enorme afinidad con las ideas antiautoritarias y el hecho de que se reproduzcan ciertas formas de Poder y que se avance al mismo tiempo por ciertas vías políticas institucionales y reformistas no debería ser motivo para negar nuestro apoyo, al contrario, debería impulsarnos a asumir nuestras responsabilidades y apoyar a los sectores y tendencias que apuntan en otras direcciones.
Las Unidades de Defensa del Pueblo y de la Mujer son un movimiento abierto, una gran fiesta en la que participan muchísimas personas y combatir a las bandas del Daesh y defender tu autonomía es un orgullo, son la única solución a la guerra en Siria y la única alternativa al Régimen de Assad, se combate con soporte aéreo de las «democracias» occidentales... No debe ser visto como apoyar a una organización clandestina o a un grupo terrorista, se debe apoyar abiertamente, se debe hacer presión a aquéllos estados que reprimen a quienes participan en ellas, que se extienda el ejemplo de estos modelos de autodefensa frente a los ejércitos profesionales y que se rompa el tabú respecto al uso de las armas en legítima defensa.
Tenemos que crear lazos y canales de solidaridad y comunicación, que realmente los movimientos antiautoritarios sean una fuerza en la región. Todos los proyectos alternativos son necesarios, pero se tiene que asumir un compromiso y no aparecer por allí sólo «de visita». Que se vea que detrás de estos proyectos hay gente seria con convicciones firmes y ganas de transformar la realidad.
Nuestros compañeros y compañeras milicianas deben recibir apoyo. Allí la situación es extrema, se establece una relación muy cercana con la muerte, se tarda en aprender el idioma... Debemos establecer canales de comunicación para que las compañeras y compañeros se puedan expresar, que puedan dar a entender sus ideas, que puedan recibir ánimos y mantener alta la moral. La psicología es quizá lo más importante en una guerra. Ha habido compañeros heridos que han estado meses incomunicados en hospitales, otros que han tenido diferentes problemas y que deberían haber recibido apoyo... podríamos adquirir mejor equipo y material, instrumentos... Las libertarias y libertarios podríamos estar aquí representando la fuerza de todo un movimiento solidario internacional.
Las y los compas kurdos cuando les preguntamos dan mucha importancia a que difundamos información, que siga habiendo presión en nuestros estados porque si dejan de interesar, de ser noticia, si la sociedad occidental no empatiza con ellas, van a ser arrasadas. Si flaquean o cesa el apoyo internacional puede haber un genocidio. Es muy importante presionar al Estado turco y sus intereses. El Estado turco debe ceder y dejar de atacar militarmente a las poblaciones que se declaran en autonomía, debe cesar la represión, el asesinato de civiles, las torturas. No debemos permitir que ataque el territorio de Rojava ni que bombardee posiciones de la guerrilla y debemos denunciar su colaboración con el Estado Islámico y el Frente Islámico sirio y su apoyo a los paramilitares fascistas turcomanos que recientemente están entrando en Rojava.
Generar un verdadero movimiento revolucionario internacional de carácter horizontal y asambleario es en realidad la mejor forma de apoyar, es lo que verdaderamente llena de ilusión a las y los compañeros kurdos que están resistiendo allá, es el paradigma de su lucha y de la lucha de los pueblos.