viernes, 7 de agosto de 2015

Reflexiones de un anarquista sobre la falta de apoyo a Rojava y el pueblo kurdo


Publicamos aquí este texto escrito por el anarquista Zaher Baher, involucrado en el Grupo de Solidaridad Haringey en Londres y en el Foro de Anarquistas de Kurdistán, donde hace una reflexión sobre el por qué de la falta de apoyo hacia Rojava y el pueblo kurdo por parte de los anarquistas. Además, hace una critica a los movimientos políticos kurdos que están viviendo en otros países y su fracaso para contactar con la gente de dichos países y acercarles las cuestiones que están ocurriendo en Kurdistán.
Zaher Baher también ha publicado varios análisis sobre la revolución de Rojava y el Kurdistán, aquí listamos algunos de ellos:
NOTA: Traducir y difundir un material no significa compartir exactamente lo que dice, es compartir algo que consideramos que es lo suficientemente importante como para ser conocido y así poder generar debate entre nosotras.
————————————
TEXTO:
Como los izquierdistas y los comunistas, los anarquistas y libertarios están divididos respecto a Rojava. Algunos de ellos apoyan mucho y son muy optimistas con el futuro de este experimento, y los otros son escépticos y desconfiados.
Hay muchos factores que contribuyen a esto. Algunos de estos factores no sólo se aplican a los anarquistas, libertarios y otros, sino también a la gente kurda. Por tanto este artículo puede que también sea una respuesta a quellas personas kurdas quien a menudo se preguntan por qué no están teniendo el apoyo de grupos políticos y gente común, no solo hacia Rojava, sino hacia cualquier situación en cualquier parte de Kurdistán.
Los factores principales son:
Primero: la actitud de algunos individuos de las comunidades kurdas que viven en Europa y otros países. Aunque muchos de nosotros nacimos o hemos vivido en estos países por mucho tiempo, no hemos jugado un gran papel en introducir las cuestiones kurdas, incluyendo Rojava, a la gente común en los país donde residimos, y mucho menos a los anarquistas y libertarios.
Por su puesto, no hablo de aquellos kurdos que apoyan o ya son miembros de partidos políticos kurdos que no les gusta el PKK y el PYD, sino sobre los que apoyan Rojava. Muchos de nosotros (kurdos) hemos estado repartidos por toda Europa y los EEUU. Si queremos apoyo para Rojava o cualquier otra parte de Kurdistán, tenemos que acercarnos a la gente de estos países y considerarnos como parte de la sociedad.
Es un hecho amargo que no muchos de nosotros (kurdos) piensen que el país en el que vivimos es nuestro país, su sociedad nuestra sociedad. No pensamos que cualquier cambio en su política, economía, educación, vivienda, derechos sociales, ley y orden y muchos más, nos afecten directamente a nosotros. No creemos que nos afecten las leyes de inmigración, aunque seamos como muchos negros más y otras personas de diferentes minorías étnicas que se enfrentan al racismo y la discriminación por parte de policía y empresarios. Independientemente de lo que pase, la mayoría de nosotros permanece en silencio y no hace nada para unirse con los otros y defendernos.
Mientras compartimos todos las cuestiones anteriores con la gran mayoría de la gente en cualquier país que vivamos – y cuando algunos de estos problemas nos afectan más – todavía seguimos siendo ignorantes. Portanto no participamos en grupos locales independientes, no vamos a manifestaciones, protestas, no apoyamos a los trabajadores cuando están en huelga o en los piquetes. No participamos en otras campañas para mejorar las comunidades, ya sean las campañas locales o nacionales. Por tanto, ¿cómo podemos esperar que gente no-kurda nos conozca y apoye nuestras causas incluyendo Rojava?
Segundo: la manera en la que hacemos nuestras manifestaciones y protestas. No sabemos como introducir nuestra causa a los transeúntes o a la gente local. La verdadera razón por la que organizamos manifestaciones y protestas se pierde a menudo entre los muchos e irrelevantes carteles, pancartas, banderas turcas y fotografías de líderes. Coreamos algunos himnos nacionalistas inútiles y caducados. Por esto nuestras manifestaciones y protestas fracasan en transmitir nuestro propósito y sólo son atractivas para nosotros mismos. Mientras esta sea nuestra forma y manera de introducir nuestras causas a la gente, ¿cómo podemos esperar que conozcan la situación, digamos, en Rojava?
Tercero: las amargas experiencias históricas que los movimientos anarquistas/libertarios han tenido desde la primera Asociación Internacional de Trabajadores en el siglo 19. Estuvieron muy involucrados y fueron apoyados por la Asociación, pero más tarde les echaron y acusaron. A esto le siguieron en el siglo 20 experiencias sangrientas con los bolcheviques, y luego en la Guerra Civil Española en 1936/37. Esta historia se ha repetido en diferentes países durante el pasado siglo. Debido a estas experiencias terribles y sangrientas, muchos anarquistas y grupos anarquistas permanecen prudentes en su acercamiento a Rojava.
En Rojava y Bakur (Kurdistán del Norte – Kurdistán Turco) vemos a un par de poderosos partidos políticos, el PKK y el PYD, que han estado muy involucrados en ambos movimientos. Esto hace que a algunos anarquistas les cueste entender o ver los grandes pasos que ambos movimientos están dando hacia la revolución social. Todavía ven al PKK y a su movimientos a través de las gafas del final del último siglo y el principio de este siglo. No hay duda de que el PKK hizo cosas terribles en aquellos tiempos: incluso el propio Ocalan admitió que hubo participación en actos terroristas hacia su propia gente y gente de fuera del partido.
Sin embargo, muchos anarquistas no ven que hay una lucha interna dentro del PKK sobre las ideas y principios del anarquismo: entre la minoría que tiende hacia el anarquismo y la mayoría que preferiría mantener la estructura del partido como siempre ha sido. Estoy seguro que el resultado de esta lucha será positivo. No es realista esperar que el PKK y el PYD como partido abandonen la organización jerárquica. No pueden transformarse a una organización anarquista como un todo. Sin embargo, un rápido vistazo a la historia del PKK nos muestra que ha cambiado y ha dado pasos muy positivos. Por ejemplo, no creen en un estado nación ni en la noción de un Kurdistán Unido; hasta cierto punto ellos, o una parte de ellos, son anti poder, anti autoridad. Han trasladado su peso a las ciudades para mantener la lucha junto a los trabajadores y los pobres; están en proceso de abandonar la guerra de guerrilla y están involucrados en el proceso de paz. También creen en la libertad: en las personas viviendo juntas en paz y harmonía independientemente de sus diferencias étnicas, religiosas y de género. Están muy preocupados por el medio ambiente y los temas ecológicos y también creen en la revolución social. Apoyan la formación de grupos radicales locales, creyendo en la democracia directa y la acción directa. No admitir lo anterior es significado o de arrogancia o simplemente ignorancia y una incapacidad para comprender la situación debidamente.
En mi opinión la mejor actitud hacia Rojava es “apoyar y ser críticos” al mismo tiempo. Sólo criticarlo y mantenerse distante no beneficia a nuestro movimiento anarquista actual. Esta actitud muestra de nuevo la incapacidad de reconocer la realidad del movimiento, y la historia podría echarnos la culpa. Mientras tanto, apoyarlo sin criticar sus lados negativos de nuevo muestra que no vemos este movimiento de una manera realista. Tener esta actitud, una vez que el movimiento fracase en el cumplimiento de nuestras demandas, será muy decepcionante y nos mantendrá distantes de cualquier movimiento en el futuro.
Cuatro: la actitud ideológica y la búsqueda de pureza y perfección en el movimiento. Creo que este enfoque es en el mejor de los casos ingenuo y en el peor irresponsable. Es importante reconocer este movimiento como un movimiento de masas; ¿cómo podemos esperar perfección en Rojava y Bakur al menos que tengamos personas perfectas? Si tuviésemos personas puras, responsables y conscientes entonces no necesitaríamos una revolución. Necesitamos observar a Rojava con todos sus elementos positivos y negativos. Deberíamos de apoyar las partes positivas y deberíamos de ser duros con sus partes negativas, no sólo señalar a la gente lo que está mal, sino también trabajar para arreglarlo.
No hemos visto un movimiento como Rojava desde el movimiento Zapatista en 1994. Lo que ha ocurrido en Rojava con todos sus fallos hasta ahora es lo mejor que tenemos, especialmente cuando observamos los resultados de la Primavera Árabe, y que Rojava tomó exactamente la dirección opuesta. Hasta este punto, el movimiento ha ido avanzando en la posición correcta aunque enfrentándose a muchos ataques y amenazas: la guerra con ISIS y otras organizaciones terroristas; la posibilidad de que las fuerzas de Assad vuelvan e invadan la región; la posibilidad de una invasión por parte del gobierno turco; la posibilidad de una guerra con el Ejército Libre de Siria; la reconciliación de los países vecinos a costa de Rojava; y la reconstrucción de Kobane y del resto de Rojava a manos de los EEUU, países occidentales y sus empresas e instituciones financieras. Rojava se enfrenta a todas estas amenazas y a muchas más, por tanto, ¿cuál es la actitud aquí de los anarquistas y libertarios? ¿Solidaridad y apoyo para tomar la dirección correcta o mantener la distancia e ignorarlo hasta que se pierda todo lo que se ha conseguido hasta ahora? ¿Cuál es la propuesta correcta?
Cinco: muchos anarquistas y libertarios vienen de las bases del marxismo o del marxismo-leninismo. Aunque estos compañeros han adoptado algunos de los principios anarquistas, algunas de sus opiniones, enfoques y análisis siguen siendo marxistas. Por tanto, para ellos es extremadamente dificil creer que la revolución social puede ocurrir en países en vías de desarrollo, especialmente en un lugar como Rojava. Este enfoque es ideológico y casi religioso: creen que si algo no está escrito en antiguos libros entonces no ocurrirá. Muchos de nosotros sabemos que los libros marxistas han confundido a la gente y han distorsionado luchas históricas acerca del logro del socialismo/anarquismo. Estos compañeros todavía usan la misma definición marxista, marxista-leninista de la clase trabajadora y la historia del desarrollo para llegar al socialismo/anarquismo. Para esto, han postulado que deben sucederse cinco etapas sociales antes de que se consigan nuestros objetivos. Las cinco etapas son la sociedad primitiva, esclavitud, feudalismo, capitalismo y luego socialismo; y después de estas etapas, el comunismo (ellos incluso separan el socialismo del comunismo). En un lugar como Rojava las empresas y fábricas rara vez se pueden encontrar; por tanto, según la visión de los marxistas, no hay clase trabajadora o proletariado. Rojava no ha llegado al capitalismo; ¿cómo podría una revolución comenzar desde ese punto? ¿Cómo se puede establecer la dictadura del proletariado si no hay proletariado? Por tanto, cualquier pensamiento o discusión sobre comenzar una revolución en Rojava, es para estos compañeros algo inaceptable.
Es una pena que nuestros compañeros no puedan considerar la explotación de las personas a lo largo de la historia como la cuestión principal. Siempre ha habido divisiones de clases, una pequeña minoría de élites y una gran mayoría de personas debajo de ellas. Así que independientemente de las muchas etapas mencionadas antes, siempre ha existido una cuestión, una lucha en pie; y seguirá siendo la misma hasta que logremos una sociedad sin clases.
Siempre ha habido una alternativa, siempre ha habido motivos para reemplazar la sociedad que conocemos formando y construyendo una sociedad socialista/anarquista. No hay duda de que las sociedades se han desarrollado y han progresado a lo largo de la historia, pero la revolución social no tiene nada que ver con esta división o con la condición de que las sociedades deberían de alcanzar el capitalismo antes del socialismo. La necesidad de la revolución se encuentra en la explotación, que haya gente en la cima de la sociedad con todos los privilegios y el resto en lo más bajo con nada o muy poco. Las bases de la revolución están en la conciencia de las personas y su voluntad para levantarse. En otras palabras, la revolución social puede suceder en cualquier sociedad, en cualquier lugar, independientemente de la etapa de la sociedad en la que se encuentre; pero la victoria total de cualquier revolución depende de muchos factores, ya sea si esta revolución sucede en Rojava o en cualquier país avanzado como Reino Unido o los EEUU.
La histora nos muestra que los seres humanos han visto hasta ahora sólo un par de etapas: sociedades primitivas, y la sociedad de clases que continua hasta el presente. No hay duda de que la separación de la historia humana para alcanzar una sociedad socialista/anarquista, ha dañado mucho a la revolución social. Cómo los izquierdistas y comunistas a lo largo del último siglo y anteriormente han dañado a la lucha de clases y al principio del socialismo tanto como los políticos de derechas y sus partidos, es un tema a parte. Escribiré sobre esto proximamente.
Traducido por ‘Rojava no está sola’