viernes, 22 de julio de 2016

EL ORADOR DE LOS IMPUNES


Hoy se realizó en la tétrica esquina de Maldonado y Paraguay un acto que sumó tenebrosidad.

Donde se hablo en pasado de lo que es un oculto, doloroso y siniestro presente. Se hablo como si el departamento de Inteligencia no estuviera actuando hoy.
El mismo sitio, la misma función, la misma impunidad. Más tecnificada y encubierta
Este sí que es un aparato clandestino efectivo. Infiltran, detienen, persiguen, arman las listas negras, andan de particular o con las caras tapadas, en coches sin matrícula.

El discurso de Bonomi fue el contradiscurso de la memoria. Hoy se dijo YA FUE.
La MEMORIA VIVA ATESTIGUA: LA IMPUNIDAD ESTA VIVITA Y COLEANDO
Bonomi fue uno de los oradores.
No esperaba menos de estos ministros y el gobierno.
Emulan  al kirchnerismo y fundamentan porque no sacarán los cuadros de milicos torturadores.
Al señor ministro -el poder impune- no le permitió siquiera sacar las fotos. Solo colocar la ambigua frase  “La historia no hay que borrarla, hay que estudiarla, caracterizarla y aprender de ella”
¡Qué frase, digna de quien le hace los mandados a los milicos!

Este gobierno, necesita catapultar a alguno de sus ministros. Porque están haciendo agua por todos lados.
Esta placa “fue una buena idea” para reconquistar algún voto más el domingo próximo para alguno de sus candidatos. Javier Miranda en primera fila así lo hizo parecer.
El uso y abuso –una vez más- de los DDHH estuvo presente.
En estos días, como bichos carroñeros de la memoria de nuestros compañeros, están llamando a votar en nombre de los revolucionarios asesinados o desaparecidas
Bonomi –seguro ante el espejo se alistó su pelo y bigote- calculando como se verá,   cuando ocupe otro sillón ¿el que su  colega Huidobro le prepara?
Bonomi, el de las manos manchadas con la sangre de los presos de Rocha, que dejó quemar.
El que mantiene aislados y en régimen de torturas a los presos del COMCAR.
El responsable del asesinato del joven de Santa Catalina, de los asesinatos en Casavalle, en el Cerro.
El mandamás de los gurises torturados y desnudos en las comisarías y cárceles.
El  de la represión en el CODICEN, de la represión en los barrios, de los operativos en el Marconi.
Bonomi se frota las manos ¿pasará a ser ministro de Defensa para no solo oprimir y reprimir acá sino en el Congo y Haití?
Él por una noche no fue murguista, fue el orador de la impunidad  frente a Inteligencia
No. No esperaba menos de ustedes: que el salón llamado Castiglioni, se pase a llamar Ángel Guarteche…coherente.
La represión del terrorismo de Estado es -simbólicamente condenada -para avalar la represión de la dictadura de clase de hoy. 
El malo de Castiglioni; el bueno de Guarteche.
¿El facho y el peruanista? Guarteche fue parte substancial de la “llamada nueva policía” de Bonomi.

No habrá hecho más claro que este:
La teoría de los aparatos represivos malos bajo la Doctrina de la seguridad Nacional y los aparatos represivos buenos bajo la Doctrina de la Inseguridad.
Distorsionando una vez más –no cabe esperar menos de ustedes- el carácter de clase de los aparatos represivos.
Este gobierno articula estrategias recolonizadoras de frágiles cabezas o tenues protestas:
¿a quién le cabe que ante organizaciones de DDHH, dirigentes sindicales, candidatos frentistas y expresas y expresos se presente como un gran logro la presencia del Ministro del Interior y se aplaudan sus resoluciones consagrando a la “nueva policía” como el modelo? 
¿A quién le cabe permanecer oyéndolo y celebrar?

Solo dos o tres voces se levantaron contra él.
Algunos –pocos- dignamente se retiraron con el estómago estrujado cuando vieron de que se trataba la Marca de la Memoria:
Un patético acto estatal consagrando la versión impune de la historia
Los gritos de los torturados, la memoria de Elena, de Gerardo, de Mas Mas, de Silvia mancillada por la parodia democrática de unos cretinos.
No esperar menos no implica  disculpar. Menos conciliar. Menos perdonar.
Implica juzgar y condenar la traición explicita de estos actos. Implica no perpetuarse disciplinados con pancartas y consignas vaciadas. Implica discrepar y cuestionar que haya quienes permanezcan pasivos y aplaudiendo a los que como Bonomi, Miranda, Daniel Martínez sostienen el  establishment de la impunidad.
Nuestra memoria no olvida ni perdona
Nuestros muertos tienen nombre. Sus asesinos y traidores también.

Irma Leites
20 de julio 2016