Tomado del periódico Anarquía
El avance del control del Estado sobre la población tiene sus responsables, personas que toman decisiones, se hacen cargo de los rumbos, piensan los nuevos pasos y los llevan a cabo. El control no es solamente una idea ni abarca sólo a los diferentes objetos que sirven para ejercerlo: las cámaras, la luminaria, los patrulleros, las armas, etc.
Los planes para mantener e incrementar el Dominio sobre las personas se extienden por todo el territorio. Cuando sólo se toma una parte, muchas cosas pueden engañar al incauto ciudadano que piensa que la diferencia entre los diferentes responsables es de índole administrativa. ¿Quién podría oponerse a que haya más luz en un barrio oscuro diría?
El Centro y Cordón son una de estas zonas en donde ahora recaen nuevos y mejorados planes que buscan incrementar el control basado en mejores infraestructuras para aumentar el consumo. Por eso el nuevo Intendente socialista se alía aun más con los empresarios para proyectar la dictadura del dinero en la zona. El sistema de exclusión que generaron en Ciudad Vieja y que ha ido creciendo paulatinamente, incorporando cámaras, más policías y a los agentes sociales del Estado levantando a los pobres de las calles lejos de los turistas, se impone ahora en todo el municipio B.
Los empresarios y la intendencia están de acuerdo en que además deben haber más comercios abiertos luego de las 19 hs. para fomentar el consumo. El incremento del consumo significará un aumento de la explotación sobre los trabajadores vinculados al sector gastronómico, los cuales deberán prepararse para trabajar mucho más a la vista del consenso político-empresarial. Además se incrementará la lucha del Estado contra los trabajadores callejeros y todo aquel que no pague a la mafia estatal. El consenso social en la zona se busca utilizando el miedo a la baja delincuencia y a planes estúpidos como el ponerle nombres a los municipios generando la ilusión de la participación. La única participación que permite el poder es la de la autoexplotación.
Llevar a cierta población más pobre lejos del Centro también es parte de un plan de control ha ejercerse en toda la ciudad y que siempre está vinculado a la apertura del consumo y la explotación capitalista. Martinez, los responsables del municipio B y la cámara de empresarios aumentan la fuerza del capitalismo intentando reproducir las relaciones que este produce, en este caso aumentando su ataque contra la zona céntrica. Desplazamiento de personas (sacando a viejos vecinos, pobres, trabajadores callejeros), aumento de sistemas de control (más policías, guardias armados, cámaras), más explotación y luz verde para las empresas, es lo que realmente significan las nuevas luces que se ponen en 18 de Julio.
Contra el mundo de los políticos y empresarios, nuestra rabia y nuestro mundo de libertad, reciprocidad y relaciones no cifradas por el dinero. Contra el proyecto del capital, el de la revuelta hacia la revolución social…