A pocas semanas de finalizar el año 2013 se nos imponen algunas reflexiones que queremos compartir.
Hemos tenido un año de intensa conflictividad en distintos sectores de la sociedad; la mayoría de ellos por mejoras salariales.
Junto a ello la Asamblea Nacional Permanente se movilizó dos veces en el mismo año, logrando convocar un amplio espectro de organizaciones sociales y personas que participaron de multitudinarias marchas.
A medida que pasa el tiempo, se suceden erráticas declaraciones de los políticos gobernantes; también no podían faltar, el pataleo de la derecha tradicional y como broche final la aparición del gran salvador de la obsoleta estructura frentista, el doctor Tabaré Vázquez.
Se instala así el circo electoral y ya estamos asistiendo a la primera rueda de presentación de los distintos actores que jugarán en las movedizas arenas de una contienda electoral, que salvo imprevisto será sin sorpresas, aunque se nos presenta como una cruenta campaña.
Pero para el conjunto de la población, esto será un ritual que en nada cambiará la actual conducción política y económica del país. A no complicarse: la escala de valores de esta sociedad será la misma que nos domina y que de manera casi incomprensible logra una sumisión voluntaria por parte de la población.
Es en este contexto que se producen hechos como los ocurridos en el barrio de Santa Catalina que termina con el asesinato de un joven trabajador por parte de la policía.
Esto se suma a otros hechos perpetrados contra activistas sociales. Recordemos los secuestros, amenazas de torturas y procesamientos de varios militantes y el cierre de una radio comunitaria por oponerse a la mega minera Aratirí, la radio Kandela de Tacuarembó.
El parlamento votó la autorización de la minería de gran porte, con el voto incluido de la pretendida candidata “alternativa” a Tabaré Vázquez la senadora Constanza Moreira.
Se acelera la operativa de los distintos mega proyectos con las transnacionales y es así que se nos anuncia que a fines de enero del año que viene, darán comienzo las obras para la construcción de la Re-Gasificadora de Puntas de Sayago.
Este proyecto es un “regalo” que le brinda el gobierno uruguayo a la transnacional Aratirí y que tendrá un costo de 2.500 millones de dólares y que representa un riesgo monstruoso para toda la población de esa zona de Montevideo, expuesta a eventuales accidentes con buques metaneros.
La “gran obra” del saqueo más devastador de nuestros recursos naturales lamentablemente ya está consumada. Una política de tierra arrasada es lo que nos dejan, sobre fondo de promesas de “progreso”.
No olvidemos que a la par que estos proyectos se van consolidando, asistimos al incremento de la prostitución. y a cambios socio culturales de los habitantes que viven en cercanías de los mismos. Así, gobierne quien gobierne tendremos: soberanía alimentaría comprometida, devastación de nuestro territorio y violencia.
Este es el telón de fondo de la campaña electoral; pero aún quedan algunas voluntades, algunas personas con dignidad y principios para al menos recuperar la palabra y plantarse frente a la maquinaria de la destrucción.
No sabemos, nadie lo sabe que cosas sucederán exactamente, pero sí algo parece evidente, es que a partir de ahora debería dar comienzo “la campaña de los de abajo”
Algo que anteponga la palabra emancipadora a la mentira, la recuperación del territorio ante el saqueo.
Bien lejos de los políticos y de la política electoralista deberá situarse esta campaña.
Estamos invitando a nuestros lectores a encarnar en los barrios las redes sociales vivas que por otra parte ya existen, solo que deberán expandirse como hongos para que la resistencia tenga alguna chance de frenar el saqueo de las transnacionales.
Luna 05 12 2013