miércoles, 13 de febrero de 2013

"Trabajar como negro": Yo no firmo

Y van e - vocando sin ayes

La dura - prisión de abuelo

Con las al - pargatas al suelo

Para ir des - pertando las calles




IVANÉ - Candombe de Carlos Gutiérrez y Lucio Muniz



El candombe que citamos hace alusión al pasado de esclavitud en Uruguay.
Esa evocación no quita dignidad a quien la hace.

Una iniciativa de la Casa de la cultura afro-uruguaya promueve una campaña para que la Real Academia Española elimine la expresión "trabajar como negro" del Diccionario, por considerarla "racista y discriminatoria... [Que] evoca un pasado de sometimiento que no debería repetirse para ningún ser humano".
¿Borrando rastros y olvidando borraremos el crimen? ¿El diccionario crea el lenguaje o el lenguaje al diccionario?
¿Se trata exclusivamente de un problema del pasado?
¿Por qué no empezar por las PRÁCTICAS actuales de racismo?

"Trabajar como negro" quiere decir TRABAJAR COMO ESCLAVO 

La corona de España -la Real Academia a quien se dirige esta sugerencia antirracista, sigue siendo de la corona- fue quien introdujo la esclavitud en América.

Ni han desaparecido en el presente las formas de explotación inhumana del trabajo, asimilables a la esclavitud, ni tampoco la esclavitud misma
La esclavitud era legal en Mauritania hasta 1980, y todavía se mantiene de hecho.
 En Sudán hasta hoy hay comercio abierto de esclavos, siguen habiendo tal vez 300 mil esclavos. En la Amazonia brasileña se denuncian cada año casos de esclavitud  de miles de trabajadores en las empresas forestales predatorias, en este caso afectando a etnias de pueblos autóctonos.
No es borrando del diccionario las expresiones racistas que dicen "indio" por salvaje, que combatiremos este crimen.
La esclavización a lo largo de la historia no solo ha sometido a los pueblos afro-descendientes, ha sido y es un fenómeno multiétnico.
Pero es muy cierto que los pueblos afro-descendientes han soportado una carga mucho más dura.
Tal vez nos sirva un fragmento de su discurso de Patricio Lumumba el 30/06/1960, cuando se declara la independencia del Congo, para entender eso de "trabajar como negro":

"Conocimos el trabajo deslomador que se nos exigía a cambio de salarios que no nos permitían satisfacer nuestra hambre, vestirnos o alojarnos decentemente, ni criar a nuestros niños como las amadas criaturas que son.
Conocimos la burla, los insultos, los golpes, sometidos mañana, tarde y noche, porque éramos negros. ...
Conocimos la expoliación de nuestras tierras en nombre de supuestos textos legales que en realidad solo reconocían el derecho del más fuerte. ...¿quién olvidará los ahorcamientos, o las patotas incendiarias, por las que perecieron tantos de nuestros hermanos, o las celdas donde eran brutalmente arrojados aquellos que escapaban de las balas de los soldados, esos soldados que los colonialistas convirtieron en instrumento de su dominación?
"
No son palabras solamente. Entre 1885 y 1908 se estima que hubo entre 5 y 10 millones de muertos en el Congo por las condiciones del trabajo esclavo. Por eso dice Joseph Conrad al final de El corazón de las tinieblas: "¡El horror, el horror!"
Lumumba, Primer Ministro del Congo democráticamente electo, seis meses después de ese discurso es arrojado brutalmente en una celda y luego asesinado por esos soldados que los colonialistas convirtieron en instrumento de su dominación, en medio de crueles masacres, y con la complicidad de la ONU.
Denunciaba días antes que: "Algunas potencias... piensan que la ONU debe y puede sustituir a la ocupación belga. Para ellos la ONU debe ser una especie de biombo, un medio para mantener su domino o bien para abrir una fase de una nueva colonización".
Hoy, 52 años después, poco ha cambiado, excepto que ahora Uruguay forma parte directa de ese biombo.
La Segunda Guerra del Congo o Guerra Mundial Africana (1998-2003) trajo 6 o 7 millones de muertos, el peor conflicto desde la 2da Guerra Mundial con millones de desplazados y refugiados. Esta guerra colonialista de despojo continúa.
Continúa la explotación del trabajo semi-esclavo, del trabajo infantil en las minas y el reclutamiento forzoso de niños para una guerra que significa hasta hoy cien muertos cada día.

Naciones Unidas ha intervenido pero no ha detenido este genocidio. Uruguay participa de esta "misión de paz" que mantiene el despojo colonialista sin detener la guerra.
Los principales lugares a los que Uruguay envía tropas hoy son el Congo (primera fuente de ese tráfico esclavista del pasado) y Haití (primer destino masivo del mismo en América).
También en Haití, otro país cuya  soberanía se viola, subsiste hoy el trabajo semi-esclavo, y la intervención militar sostiene el orden de las "oportunidades de inversión" de las multinacionales para aprovechar una fuerza de trabajo "más barata que la china".
Y por esas condiciones de miseria aparece además la esclavitud infantil (unos 200 mil) y el tráfico de niños.
Para justificar estas intervenciones un senador uruguayo aducía en  diciembre pasado el beneficio de unos dólares con el que los soldados pueden hacerse una casita; otro, el entrenamiento en combates que pueden obtener, sin que parezca importar quienes mueran en esos combates o debido a la situación que esa intervención ayuda a continuar.
Mientras los soldados uruguayos duplican y mas sus sueldos por ir a esas misiones "para hacerse una casa", hay aún cientos de miles de haitianos sin vivienda. Mantener la MINUSTAH implica un gasto de más de 600 mil dólares anuales.
¿Puede haber un ejemplo de conducta más racista e inmoral?
El diccionario no es otra cosa que el "mapa" del lenguaje realmente existente. No se eliminan de allí las expresiones racistas porque le pidamos a la vieja autoridad imperial que nos siga gobernando el idioma, mientras la nueva autoridad imperial nos gobierna la política.
Esta campaña se parece demasiado a un intento de"blanquear" por las apariencias las prácticas realmente racistas y colonialistas del Estado uruguayo y "nuestras" fuerzas armadas.
Comencemos por reclamar del retiro de las tropas uruguayas del Congo y de Haití. Por combatir en la realidad al racismo, al colonialismo, y la perpetuación de todas las formas esclavas o semi-esclavas de explotación del trabajo.
Así el diccionario, sin borrar esas expresiones racistas, les pondrá algún día al costado: "expresión en desuso".
Para que el antirracismo no sea apenas un adorno, además de cambiar las palabras hay que cambiar también las conductas.
Para ir despertando las calles
COORDINADORA POR EL RETIRO DE TROPAS DE HAITÍ